En el homicidio de la académica de la Universidad Nacional Autónoma de México Graciela Cifuentes y su hija Sol por traumatismo craneoencefálico y asfixia por estrangulación el robo es una de las líneas de investigación que sigue la Procuraduría General de Justicia (PGJ) capitalina.

El dictamen sobre la necropsia determinó que la mujer de 54 años presenta lesiones por arma punzocortante, aunque ninguna tiene signos de abuso sexual, precisó el titular de la dependencia, Edmundo Garrido Osorio, quien informó del hallazgo del vehículo que desapareció del domicilio de las víctimas.

A 21 días de su asesinato, en su domicilio en la colonia Santa Rosa Xochiac, delegación Álvaro Obregón, se ubicó el auto Toyota Yaris donde se presume se llevaron un equipo fotográfico, una computadora y posiblemente celulares, porque no se encontraron en el lugar, que fue incendiado, comentó.

De acuerdo con la declaración del vigilante, el auto era conducido por un joven, que podría identificar si lo viera, aunque no pudo elaborar un retrato hablado, por lo que peritos de química, fotografía y criminalística se trasladaron a la colonia Volcán, delegación Tlalpan, en busca de huellas.

La policía de investigación revisa las cámaras de vigilancia ubicadas en la zona para ver quién dejó ahí el auto, pero se trata de un hallazgo muy importante, aunque también se investiga la posibilidad de que haya recibido recursos para la reconstrucción de su casa afectada por el sismo de septiembre.

Se realizó una búsqueda entre su círculo cercano por parentesco y relación sentimental, y declararon cinco personas, incluido el vigilante, para ubicar al o los agresores y el móvil de los asesinatos cometidos el 15 de marzo.

Por otra parte, el procurador informó que acompañarán a los padres de las víctimas del caso Montessori Matatena si deciden apelar de la sentencia de cinco años y cinco meses de prisión a Rafael Duarte, quien presuntamente abuso sexualmente de tres menores.