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Francia tiene a 14 futbolistas con raíces en ese continente

Diáspora africana, hervidero de talento que los bleus capitalizan
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Estamos orgullosos de representar esta camiseta, dijo Paul Pogba, quien junto con N’Golo Kanté y Blaise Matuidi son tres de los 14 seleccionados con raíces africanas que decidieron jugar para Francia y ahora están en la antesala de proclamarse campeones del mundo.Foto Afp
 
Periódico La Jornada
Domingo 15 de julio de 2018, p. 4

Moscú

El interés de África en el Mundial terminó demasiado rápido tras la eliminación de todos sus equipos en la primera fase, pero como Francia tiene 14 futbolistas con raíces en el continente, hay pocas dudas sobre a qué selección apoyarán los africanos en la final de este domingo.

El progreso de Francia hacia el partido decisivo en Moscú contra Croacia ha mantenido vivo el interés de África. El diverso y multicultural elenco francés, además, representa no sólo la heterogeneidad de ese país, sino también la diáspora africana que es un hervidero de talento futbolístico.

La diversidad del equipo es la imagen del hermoso país que es Francia, dijo el viernes el centrocampista Blaise Matuidi, nacido en Toulouse de padre angoleño y madre congoleña; estamos orgullosos de representar esta hermosa camiseta y la gente también está orgullosa de tener una selección como esta.

Las comunidades de migrantes no sólo proporcionan un número significativo de jugadores a las selecciones de toda Europa. También benefician a los equipos africanos, que tienen más jugadores talentosos a los que apelar para el armado de sus propios planteles.

A menudo se viven batallas emocionales cuando las autoridades de futbol africano se enfrentan cara a cara con las federaciones europeas para definir a qué selección defenderá algún jugador nacido en Europa pero con raíces africanas.

Y este domingo, esos dirigentes verán saltar a la cancha a muchos jugadores que son talentos africanos que se les escaparon de las manos.

Los hermanos gemelos mayores de Paul Pogba juegan para Guinea. El mediocampista del Manchester United, nacido en los suburbios de París, tenía 20 años cuando representó por primera vez a Francia, por lo que quedó atado a su causa. La FIFA permite que un futbolista cambie de selección si no jugó ningún encuentro oficial con el equipo mayor.

Camerún envió al famoso delantero Roger Milla para tratar de persuadir a Samuel Umtiti para que juegue en su selección. El defensor nació en Yaundé, pero se mudó a Francia a una edad temprana y llegó a la selección mayor tras su paso por los equipos nacionales juveniles franceses.

El portero suplente Steve Mandanda es el otro miembro de la selección francesa nacido en África. Además, tiene un hermano que ha jugado para la República Democrática del Congo.

El resto de los integrantes del plantel con raíces africanas son jugadores nacidos en Francia de padres de Argelia, Angola, Congo, Mali, Mauritania, Marruecos, Nigeria, Senegal y Togo.

Los estrechos vínculos entre el futbol francés y el africano datan de hace unos 80 años. El senegalés Raoul Diagne jugó en la Copa Mundial de 1938 y más tarde se convirtió en diputado en la Asamblea francesa, así como en el primer entrenador de la Senegal independiente.

Just Fontaine, cuya marca de 13 goles en el Mundial de 1958 sigue siendo un récord, llegó de Marruecos, y Zinedine Zidane, posiblemente el mejor futbolista francés de la historia, nació en Marsella de padres argelinos.

Zidane fue el símbolo de la selección francesa campeona del mundo en 1998, cuyo éxito fue aclamado como un poderoso e inspirador rechazo al racismo en la sociedad francesa.

Veinte años después del black-blanc-beur (negro-blanco-árabe) de 1998, mito que ya está agotado, la selección de Francia continúa abriendo los interrogantes, debates y paradojas sobre la identidad que atraviesan la sociedad francesa.

Según el historiador especializado en migración Pascal Blanchard, esta selección –el segundo equipo más joven del Mundial con un promedio de edad de 25 años– es el reflejo de una juventud francesa nacida de múltiples culturas.