15 de septiembre de 2018     Número 132

Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER

Suplemento Informativo de La Jornada

Los impactos posgolpe en personas afectadas por las represas

Movimiento de afectados por represas en Brasil


El Movimento dos Atingidos por Barragens busca fortalecer la resistencia de las familias afectadas por represas. FOTOS: Movimento dos Atingidos por Barragens (MAB)

Vivimos un desmantelamientointensivo de las políticas sociales a partir del golpe contra la democracia perpetrado en Brasil a partir de 2016. La ofensiva ocurre en medio de la crisis del capitalismo mundial, que para mantenerse y mantener los altos niveles de explotación y lucro adopta medidas cada vez más violentas sobre los territorios y sus poblaciones.

En Brasil esto se expresa en medidas relacionadas con la apropiación indebida de recursos naturales para extracción de valor, modificaciones en las leyes laborales, la aprobación de una enmienda constitucional que congela gastos en salud y educación pública por 20 años y los esfuerzos para privatizar empresas públicas de sectores estratégicos como el agua, la energía eléctrica y las reservas de petróleo del Pré-sal (reserva descubierta en 2007, durante el gobierno del ex presidente Lula, que se convirtió en la mayor reserva de la historia del país). Estas privatizaciones tienen consecuencias que los trabajadores y trabajadoras sienten día a día, como el aumento de las tarifas de agua, gas de cocina, energía eléctrica, combustible y alimentos.

Muchos grupos económicos que patrocinaron a los movimientos y legisladores del golpe son los mismos que hoy se están apropiando de las riquezas del pueblo brasileño. En el caso del agua y la energía eléctrica –generada básicamente por hidroeléctricas- el gobierno y los sectores golpistas que lo apoyan están intentando privatizar la mayor estatal de energía eléctrica de América Latina: Eletrobrás. En caso de que esa entrega se concretea, la empresa privada que gane la concesión tendrá sobre su control 47 hidroeléctricas y sus respectivos lagos de reserva, acceso a los cursos de agua y las áreas de monte cercanas a los reservorios, inclusive en la Amazonia y el río São Francisco, uno de los más importantes del país.

La estrategia de privatización tiene como objetivo crear un gran “mercado del agua”, imponiendo el cobro por el uso del agua de ríos y lagos, comenzando por las zonas de mayor conflicto (nordeste del país y el estado de São Paulo). Para cumplirlo, están en curso varias medidas que buscan cambiar la legislación brasileña para garantizar la privatización y la cobranza de servicios sobre toda la población. Al mismo tiempo, el Estado está garantizando -a través de la flexibilización de leyes ambientales- las condiciones para favorecer a las empresas privadas en la implementación de nuevos proyectos, sin que haya muchos “estorbos” (como ellos llaman) en el proceso.

Actualmente, y en función de la crisis capitalista, la construcción de proyectos hidroeléctricos no está a la orden del día. Pero para los empresarios el momento exige preparación previa de condiciones para nuevas usinas, y la extensión a nuevas áreas como los proyectos eólicos y solares, la minería y la explotación del litio (materia prima para baterías recargables y de almacenamiento de energía eléctrica, bastante abundante en Brasil), lo que generará nuevas poblaciones afectadas y profundizará los conflictos y la violación de derechos.


Movilizarse contra el desmantelamiento de las políticas sociales.

A esto se suma la represión contra los afectados y afectadas por represas en defensa de sus derechos a través de amenazas, criminalización y asesinato de líderes que apoyan y actúan en defensa de las causas populares. La impunidad en estas situaciones prevalece, como también en relación a los crímenes sociales y ambientales cometidos por las grandes corporaciones, como es el caso del crimen de la cuenca del Río Doce, cometido en 2015 por la empresa Samarco, propiedad de Vale y BHP Billiton y que dejó 19 muertos, borró del mapa comunidades y generó  una destrucción total en la biodiversidad de la región. Los afectados y afectadas todavía buscan ser reconocidos e indemnizados, sin éxito hasta ahora. Lo mismo acontece con las familias afectadas por Belo Monte en Altamira, en la región amazónica y en tantas otras grandes obras de infraestructura.

Para enfrentar esta situación, el Movimento dos Atingidos por Barragens (MAB) busca a través de su plano de luchas influenciar y fortalecer la resistencia de las familias afectadas por represas en su lucha por sus derechos históricamente negados. El acceso a indemnizaciones justas, la retomada de los territorios, el derecho a la información y consulta previa sobre los proyectos, políticas públicas y sociales, acceso al agua y la energía eléctrica, en suma: una vida digna. En las luchas generales, nos sumamos a la Plataforma Obrera y Campesina del Agua y la Energía, en defensa de la soberanía nacional, contra las privatizaciones, contra las altas tarifas, y construyendo de esa manera las bases para un proyecto energético popular. Nos sumamos también al Frente Brasil Popular para luchar por la democracia, contra el golpe y por cambios estructurales que garanticen una mejor calidad de vida para todo el pueblo brasileño.

A nivel internacional, nuestro esfuerzo está enfocado en sumar a la lucha de los afectados por represas de otros países, sobre todo de América Latina. Para eso, construimos en conjunto con varias organizaciones de 14 países el MAR (Movimiento de Afectados por Represas en América Latina), que involucra luchas y experiencias en cada país, crea una unidad en la lucha por los derechos de las poblaciones afectadas, en la construcción del proyecto energético popular y una unidad en torno de acciones contra las empresas que se instalan en los países para acumular lucros, en detrimento de cuestiones sociales, ambientales, culturales y económicas.

Entendemos como urgente y necesaria la construcción de la unidad latinoamericana de los pueblos, alrededor de problemáticas que nos son comunes, pero también apuntar los rumbos hacia la construcción de proyectos de soberanía nacional en cada uno de nuestros países, involucrando al conjunto de los afectados por represas y de la clase trabajadora como un todo en esta construcción.

¡Agua y energía con soberanía, distribución de la riqueza y control popular!

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