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Se agrava riesgo de crisis global
España, sin margen de maniobra para paliar su declive: Felipe González

Occidente gastó en 20 años lo que deberá erogar en las próximas dos décadas, señala

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Manifestación contra la cumbre del G-8, en Washington. Las pancartas dicen: Sean audaces. Actúen ahora. Creen un plan para el futuro de millones (no sólo de unos cuantos)Foto Xinhua
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Periódico La Jornada
Sábado 19 de mayo de 2012, p. 4

Acapulco, Gro., 18 de mayo. España no tiene margen de maniobra para poner en marcha una política que contrarreste el ciclo de caída en la actividad económica, consideró Felipe González Márquez, ex presidente del gobierno de ese país.

Si Europa no corrige en establecer como primera condición que los países cumplan con la reducción del déficit fiscal en un momento en que la economía está en recesión, a España no se le pueden pedir políticas contracíclicas; no tiene margen de maniobra, eso ya se paró en 2010: se agotó el margen de maniobra, expuso González Márquez, presidente del gobierno entre 1982 y 1996.

En España ahora hay menos empresas que en 1996, último año en que encabezó el gobierno, expuso González, al participar como orador en el segundo y último día de trabajo de la 75 Convención Bancaria.

Después de haber crecido exponencialmente el número de empresas (...) mucho más de la mitad de ellas desaparecen, destruyendo empleos, por una crisis circulante, por una crisis de liquidez pura y no porque no se tenga mercado.

Se está perdiendo el horizonte de esperanzas para una juventud cuya gran paradoja, agregó, es vivir en un país que dentro de 30 años no tendrá población activa, salvo la que llegue de fuera para mantener la economía nacional.

La crisis que ahora enfrenta la economía española, expuso González ante los banqueros, no tiene su origen en las cuentas públicas, dado que hasta 2007 ese país tenía un superávit fiscal equivalente a 2 por ciento de su producto interno bruto.

Había una alegría en la que nadie estaba viendo lo que se nos venía encima; había una alegría de consumo de ladrillo (construcción) y de cemento. Estábamos construyendo 800 mil viviendas al año, la suma de lo que hacían Alemania, Francia e Italia, apuntó.

Las familias españolas, añadió, se endeudaron por un monto que supera 90 por ciento del valor de la economía española.

A su vez, el sector privado lo hizo por una cantidad que equivale a dos veces el valor de la economía hispánica. En esa dinámica, añadió, Alemania se convirtió en el único país entre las naciones desarrolladas que ahorraba más capital de lo que gastaba en consumo.

Lo que llamamos el Occidente desarrollado gastó en los últimos 20 años lo que va a tener que gastar en los siguientes 20. En tanto, los países emergentes ahorraron en los últimos años lo que van a poder gastar en los siguientes 20. Eso es lo que está ocurriendo en el mundo.

Cuestionó la forma en que Europa ha tratado el problema del endeudamiento de los gobiernos de los países que tienen el euro como moneda común.

El tratamiento que se le está dando al problema de la deuda en Europa, sobre todo por una decisión alemana, es tratarlo como un problema de solvencia, apuntó.

Hay que acometer la solución al endeudamiento público intentando recuperar gradualmente el equilibrio presupuestal y al mismo tiempo procurar liquidez en la economía, añadió.