Jueces y magistrados no somos una burocracia dorada, sino funcionarios profesionalizados, cuyas sentencias se basan en las leyes, no en presiones de los poderes Ejecutivo o Legislativo o en la corrupción, afirmó la presidenta del Tribunal de Justicia Administrativa de Ciudad de México, Yasmín Esquivel Mossa.

Somos autoridades autónomas, dijo al pedir a jueces y magistrados ser garantes de la paz social.

Durante su participación en las jornadas de actualización del Poder Judicial, con la conferencia magistral Responsabilidades administrativas en el marco del nuevo sistema nacional anticorrupción, instó a los magistrados y jueces a hacer transparente y difundir las labores y funciones que realizan, ya que gran parte de la sociedad desconoce que son autónomos y que no admiten presiones de nadie para poder resolver los casos.

Agregó que es indispensable que se inicie una profunda transformación a los modos, formas y medios con los que actúan los órganos jurisdiccionales, acercarnos más a la sociedad e iniciar un proceso de relegitimación.

La también presidenta de la Asociación de Magistrados de Tribunales de Justicia Administrativa de los Estados Unidos Mexicanos advirtió que otro flagelo a combatir de manera frontal es la corrupción e impunidad, sobre todo terminar con privilegios inmerecidos que insultan a la depauperada sociedad mexicana.

Esquivel Mossa reconoció que el Poder Judicial y en general los órganos impartidores de justicia nos encontramos inmersos en una estrategia de desprestigio que se debe combatir con hechos, y demostrar que magistrados y jueces están en constante capacitación y actualización debido a las reformas que se hacen a las leyes.

En su opinión, los resultados del primero de julio reflejan el malestar de los ciudadanos y obligan a todos a todos los sectores a reinventarse para dar respuestas a las altas expectativas de la sociedad.