Las grandes aportaciones pedagógicas en México las han generado hombres y mujeres que pasaron por las normales públicas, quienes fueron construyendo un ideal no sólo de lo que debería ser la educación en nuestro país, sino de una visión humanista y vinculada con la comunidad, afirmaron especialistas reunidos en el coloquio Los maestros en los movimientos armados y en las luchas de resistencia, realizado en el Instituto José María Luis Mora.

César Navarro Gallegos, historiador y experto en temas educativos, destacó que tanto Arturo Gámiz como Genaro Vázquez y Lucio Cabañas fueron maestros muy bien preparados en el campo pedagógico y filosófico, y quienes formaron parte de la generaciones de maestros mexicanos que construyeron un importante patrimonio pedagógico que lamentablemente quedó en el olvido, pero que necesitamos recuperar.

Señaló que desde el triunfo de la Revolución mexicana grandes profesores aportaron a la construcción de la escuela pública y a la formación de ciudadanos con principios cívicos y humanistas, comprometidos con sus comunidades, que es lo que debemos tratar de recuperar, frente a las reformas educativas fallidas que hemos experimentado en años recientes.

En el encuentro, en el que participaron Pavel Navarro, de El Colegio de México; y Abel López, Aline Aldana y Maribel Flores de la Universidad Nacional Autónoma de México, quienes abordaron las trayectorias de vida y lucha de Arturo Gámiz y Lucio Cabañas dentro de los movimientos guerrilleros de los años 60 y 70 del siglo pasado, así como los mecanismos de resistencia popular magisterial, se destacacaron las aportaciones del magisterio a la lucha democrática del país y a la construcción de un proyecto educativo diferente.

Navarro Gallegos enfatizó que en México, luego de tener un proyecto pedagógico propio, migró a la adopción de modelos educativos desarrollados en otros países como Estados Unidos y Finlandia, lo que propició, entre muchos otros efectos, la adopción de conceptos como competitividad y calidad, que ahora se busca aplicar a la educación, pero que en realidad provienen de la lógica de la empresa y el mercado. Entre los desafíos que enfrentamos, dijo, está la recuperación de un proyecto educativo realmente propio que permita impartir una formación realmente humanista y con sentido de compromiso comunitario.