Ť La venta navideña, de hoy al sábado; incluye trabajos de Carmen Parra y Laura Esquivel

Regina, Astrid y Jesusa amenizaron el bazar en favor de niños indígenas

Ť Margarita Isabel, Julieta Egurrola y la chelista Ximena Jiménez, en el elenco Ť En la reunión, convocada por el Fisanim, se subastó obra de Coran van Millinger y de Martha Chapa

JAIME WHALEY

Fue el quetetón, como jocosamente lo refirió Regina Orozco, al tiempo que se señalaba el generoso escote de su atuendo con el que actuó la tarde del sábado en amena reunión de gente que, sin buscar los reflectores, acudió a la convocatoria lanzada por el Fideicomiso para la Salud de los Niños Indígenas de México, AC, (Fisanim), para colaborar con esa noble causa en un bazar en el que igual se subastaron obras de arte que se pudo comprar delicioso y aromático chocolate chiapaneco, de ese al que se le debe de agregar agua, pero no leche.

Los concurrentes tuvieron la oportunidad de presenciar un espléndido espectáculo que involucró, además de la mencionada Regina, a Astrid Hadad, Jesusa Rodríguez, Margarita Isabel, la chelista Ximena Jiménez Cacho y Julieta Egurrola presentadas por Ofelia Medina, actriz de talento, quien forma parte del pie fundador del Fisanim.

En amplia casona ubicada en una de esas callejuelas de laberinto del antiguo poblado de Tizapán, que hoy desgraciadamente está rebanado por ejes viales y abrazado en parte por el Periférico, fue el cálido convivio en el que, de entrada, el frío decembrino se amainó con un delicioso pero pegador vino de frutas, mistela, le llaman, y es típico de San Cristóbal de las Casas. Lo hay de durazno y de nanche.

Un cuadro así de grande, pintado por Cora van Millinger, que tiene por sujeto a Monseñor Solórzano, que en esos tiempos era el obispo de Mérida, Yucatán, saludó a los asistentes y también, al igual que los trabajos de Martha Chapa ?manzanas, desde luego?, fue subastado con la mitad de lo recaudado por ello yendo a engrosar las haberes del Fisanim para solventar sus labores en las numerosas comunidades indígenas de Morelos, Puebla, Yucatán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Sinaloa, en donde más de 23 mil infantes menores de cinco años son atendidos.

Cora, quien nació en 1910 en Egipto y ha llevado una vida a la par de interesante que de azarosa, ahí estuvo en su silla de ruedas. Llegó a México en los cuarenta y son incontables sus participaciones en favor de los menos favorecidos. Su bondad la llevó a creer en el Programa de Solidaridad, en el infausto sexenio salinista, pero decidió abandonarlo tras darse cuenta de los trastupijes que enmascaró el proyecto proclamado en pro de los pobres.

Los mirones se cayeron con algo para la causa

No bien terminaban su primer número Astrid y Regina cuando la segunda se quitó su sombrero norteño y lo pasó entre los mirones, para caerse con algo para la causa. La copa de la prenda quedó rapidamente colmada de billetes de diversa denominación y en el fondo un tintineo delató la presencia de monedas que igualmente fueron bienvenidas.

Ofelia, que lo mismo anunció la función que promovió la venta de unas minúsculas y sabrosas tortas artesanalmente preparadas, tomó fotografías de revelado rápido. Cincuenta pesos fue el pago que por ellas se pidió siendo los personajes, la o el interesado, y las damas del elenco artístico, pero Astrid hizo la salvedad de que en las que apareciera ella valieran 25, pues es de talla chica.

Con la tonadilla de Aquellos ojitos verdes con quien se andarán paseando, el irónico humor de Jesusa se hizo presente. Alteró la letra y cantó: Aquellos ex presidentes en donde andarán paseando, ojala que se los chinguen aunque sea de vez en cuando.

Propuesta de invasión pacífica

Con un vistoso atuendo de chiles luminosos, señal inequívoca de su enojo por lo que aquí ocurre, Jesusa propuso invadir pacíficamente Estados Unidos, enviando de avanzada a niños mexicanos desnutridos, pintados en tono gris verdoso, a semejanza de lo que nuestros vecinos consideran un extraterrestre, para que asustados los gabachos se empiecen a tirar al mar y dejar libre las históricas posesiones mexicanas de sus estados fronterizos.

Remató con la propuesta de un himno nacional, cuya autoría comparte con Liliana Felipe, y que en una de sus estrofas dice: la salsa de molcajete, no te la acabes, no seas o... rate. La salsa del habanero, no la revuelvas no seas cu... rioso.

En fin que en la velada hubo humor y amor también por las muestras de generosidad ahí expresadas y la gente se divirtió sin culpa, como lo expresó Ofelia, con la esperanza de que este país cambie, "no tan a lo pendejo", frase también atribuible a Medina.

Todo los artículos expuestos a la venta, incluidos los trabajos de Carmen Parra y los libros de Laura Esquivel, estarán a disposición de los compradores navideños desde este lunes hasta el sábado 15, en las oficinas del Fisanim, en Copilco 389, (Eje Vial 10), una cuadra antes de Ciudad Universitaria, de las 10 a las 17 horas. Tel.: 5659-4742.