Torturan agentes de la PFP a indocumentado en Tijuana

VICTOR BALLINAS Y JORGE CORNEJO ENVIADO Y CORRESPONSAL

Tijuana, BC, 13 de diciembre. Cinco días después de haber sido deportado por la Patrulla Fronteriza, y a una semana de que en esta ciudad se anunciara la puesta en marcha de Programa Paisano para darle la bienvenida a los migrantes que regresan al territorio nacional, el indígena oaxaqueño Filiberto Girón Cisneros fue torturado por agentes de la Policía Federal Preventiva.

Con las huellas visibles del maltrato del que fue objeto por parte de los uniformados, Girón, de 46 años de edad, presentó su denuncia este jueves ante la Procuraduría de Derechos Humanos y Protección Ciudadana de Baja California (PDHPC) luego de haber sido dado de alta de la Cruz Roja local, donde permaneció más de ocho horas mientras los médicos curaban las heridas ocasionadas por los golpes y las quemaduras que sufrió con agua caliente que le arrojaron sus torturadores, según su testimonio.

El indígena, entrevistado en la PDHPC, narró que dos jóvenes oficiales a quienes identifica como integrantes de la PFP fueron quienes lo torturaron durante más de una hora en las instalaciones de la Central de Autobuses de Tijuana, donde tienen su base. "Me acusaban de ser pollero, querían que les diera el nombre de unas personas que yo no conozco y al decirles que no sabía de qué me hablaban, no me creían y por eso me golpearon.

"Me patearon en el pecho, en los muslos, en la cara y me tiraron agua caliente que sacaron de un bóiler blanco. El agua me le echaron en la cabeza y me escurría por la espalda. También me la echaron en la mano y las piernas."

Al continuar con su testimonio, abundó: "Me tenían arrodillado, y me amenazaban con el fusil, me decían que me iban a matar, que ya antes mataron a dos más y luego los tiraron rumbo a Tecate (municipio vecino)", añadió.

Como prueba de su dicho, Girón Cisneros mostró las huellas que le dejó la tortura en la espalda con la carne al rojo vivo a pesar de las curaciones de las que fue objeto en la Cruz Roja, adonde lo trasladaron para que fuera atendido, luego de que los oficiales de la PFP lo arrojaron a un terreno baldío ubicado a espaldas de la central.

Presentada su denuncia ante la PDHPC, el titular de ese órgano, Raúl Ramírez Baena, acompañó al torturado a la central para que identificara a los policías que lo agredieron. En ese lugar Girón reconoció a quienes, dijo, fueron sus agresores, y luego el procurador de los derechos humanos lo llevó a que presentara la denuncia correspondiente ante la Procuraduría General de la República (PGR).

Girón vivió de manera indocumentada más de año y medio en Fresno, California, donde laboraba para la empresa Farm Estate en la cosecha de nectarina, durazno, chabacano y ciruela por 180 dólares semanales.

La Patrulla Fronteriza lo detuvo hace una semana mientras en una calle de Fresno esperaba el paso de su "raitero", quien, como cada mañana, lo trasladaba desde el cuarto que rentaba junto con otros indocumentados mexicanos hasta los campos agrícolas.

Para Ramírez, titular de la PDHPC, el caso de Girón es uno más de los tantos que constantemente documenta en su oficina, "esto no es un caso aislado o circunstancial y nos demuestra que no hay una debida selección de los agentes de la PFP, en este caso, con procedencia militar", dijo.