Ť Si el gobierno falla, el pueblo tendrá que luchar por esas metas, recomienda

Exhorta el grupo Paz con Democracia a combatir desde las bases guerra y terrorismo

El grupo Paz con Democracia, al que pertenecen Pablo González Casanova, Víctor Flores Olea, Miguel Alvarez Gándara y Miguel Concha, entre otros, dio a conocer un manifiesto en el que se pronuncia por que el pueblo y el gobierno de México establezcan movimientos solidarios que pongan un alto a la guerra y al terrorismo, pero actuando sobre las causas más profundas que los generan.

En ese manifiesto, Guillermo Briseño, Miguel Concha Malo, Carlos Facio, Dolores González, Luis González Souza y Rafael Reygadas, a nombre del grupo Paz con Democracia, señalan asimismo que México debe asumir un papel de avanzada en su compromiso con la paz y la justicia, y para ello se requiere, en primer término, que se comprometa con un programa mínimo de gobernabilidad en el país.

Ese programa incluye una política exterior que dé prioridad a la lucha por la paz, "para que, con base en el orden jurídico mundial, cesen las intervenciones militares de las grandes potencias y la ocupación de territorios". Y, en el ámbito nacional, se aplique "una política fiscal que no haga pesar la carga impositiva sobre la población de menores ingresos", además de "un Presupuesto de Egresos que fortalezca la autonomía municipal y el pacto federal, así como las inversiones y gastos públicos que contribuyan a resolver los graves problemas de desempleo, desnutrición, insalubridad, analfabetismo e infraestructura, que la globalización neoliberal ha agravado en los últimos 20 años".

El presupuesto tendrá que proponerse fomentar las políticas que atiendan esos y otros problemas sociales, en especial la educación pública y gratuita en todos los niveles, se precisa en el Manifiesto del Grupo Paz con Democracia. En el mismo se resalta también la necesidad de incluir una política que preserve los recursos que son propiedad de la nación y el buen manejo de los mismos. Hoy no sólo debemos defender el petróleo y la electricidad, sino el agua y la biodiversidad, "objeto de nuevas acometidas de depredación encubierta y abierta".

Igualmente, "una política que no prive de sus derechos a los trabajadores de México", con el pretexto de "una desregulación que es necesaria para atraer a los inversionistas", y una política en relación con los derechos de los indígenas "que abra una puerta a las negociaciones interrumpidas y a la verdadera reforma del Estado, que sólo puede emprenderse si fortalecemos, con la autonomía municipal, la de los pueblos indios, y, con el sufragio efectivo, la representación de los ciudadanos de un país pluricultural como es el nuestro".

El programa mínimo de gobernabilidad que se propone en el Manifiesto del Grupo Paz con Democracia incluye una política de seguridad que se oponga a la vez al terrorismo, a la guerra y al neoliberalismo, ya que la deuda social que este último ha dejado al mundo entero "es fuente de inestabilidad, ingobernabilidad y violencia creciente".

"Su prioridad se concretará en detener la tendencia a realizar un nuevo reparto del mundo basado en la conquista y el colonialismo de territorios y continentes, y a imponer una dictadura mundial en nombre de la libertad".

En el Manifiesto del Grupo Paz con Democracia sus firmantes advierten que en el caso de México, como de muchos otros países del continente, "el pacto no sólo luchará por imponer un plan concertado para acabar con la sangría y la sujeción del pago de la deuda externa, que ya absorbe un alto porcentaje de los ingresos fiscales del Estado, no sólo luchará por reformular los apartados del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos en las cláusulas que afectan la economía nacional, sino que se opondrá fírmemente a los proyectos que tienden a revivir y ampliar la política de enclaves coloniales y de zonas dominadas por las compañías, como el Plan Puebla-Panamá o el de un área de libre comercio de América."

Al final advierten que tal vez no se logren los objetivos mínimos señalados, pues "la soberbia ha enceguecido a los poderosos", pero "en todo caso, el pueblo de México tendrá que luchar por esas metas para influir en las decisiones del Congreso y del Ejecutivo, y se preparará para seguir luchando por ellos en una historia que será muy dolorosa, si se impone el neoliberalismo, el terror y la guerra".