Ť Seguimos esperando la mejoría que se anuncia, dicen

Las condiciones económicas agravarán conflictos sociales, advierten obispos

JOSE GALAN

Los obispos del país coincidieron en sus respectivos mensajes navideños en que la pobreza, el neoliberalismo, la injusticia y la desigualdad son los retos que los mexicanos deberán afrontar y vencer el año próximo, ya que las condiciones económicas actuales agravarán los conflictos sociales.

Para los obispos de la región pastoral noreste, estos conflictos sociales, "que ya nos agobian", tienen especial repercusión en la frontera norte: "aumento alarmante del desempleo y el subempleo; el crecimiento del tráfico y consumo de drogas; el alcoholismo y la prostitución", lo que ha llevado a una ola de crímenes, "violencia intrafamiliar, robos, pandillerismo y maltrato a migrantes".

Expresaron su preocupación por la violencia contra la mujer y contra los niños, "que toma diversas facetas".

Encabezados por el arzobispo de Monterrey, Adolfo Suárez Rivera, advirtieron: "no nos debe paralizar la desesperanza y el miedo". Además rechazaron el terrorismo en todas sus formas y condenaron la guerra "como respuesta revanchista".

Rogelio Cabrera López, obispo de Tapachula, comentó que existe la preocupación en el sur del país por la "pobreza recrudecida ante el vaivén del mercado agrícola, principalmente el bajo precio del café, que genera angustia en muchos hogares". Y consideró que "está siempre latente el riesgo de que la pobreza trastorne el equilibrio social. La violencia, el robo y el secuestro pueden ser aprovechadas para dañar más la tranquilidad y la paz", añadió.

Felipe Arizmendi Esquivel, de San Cristóbal de las Casas, aseguró que "los cristianos debemos ser portadores de la esperanza de Jesús para nuestro mundo entristecido y angustiado, sobre todo para los pobres y para quienes se encuentran solos y sin esperanza". Para ellos, agregó, "Jesús vino a traerles la liberación integral. Habrá Navidad cuando nosotros les signifiquemos una esperanza real, no un discurso repetitivo y violento; cuando seamos capaces de compartir con ellos nuestros bienes materiales y espirituales; cuando hagamos lo necesario para que se transforme el sistema economicista imperante que los explota y los excluye".

Y para los indígenas, agregó, "habrá Navidad cuando se reconozcan en las leyes y en la práctica sus justos derechos; cuando el gobierno los privilegie en recursos para abatir su marginación; cuando no haya más racismo que los menosprecie y olvide; cuando en las comunidades haya armonía social y no más divisiones o enfrentamientos entre ellos.

"Habrá Navidad cuando nuestros dirigentes desgasten su vida sirviendo a la comunidad con una clara opción preferencial por los marginados y empobrecidos", añadió. "La habrá para los ricos cuando compartan generosamente lo que con honradez han logrado; cuando no exploten a sus trabajadores, sino que les paguen lo justo y les reconozcan sus justas prestaciones sociales".

El cardenal Juan Sandoval Iñíguez, arzobispo de Guadalajara, advirtió riesgos en "la fragmentación de la sociedad, el individualismo con su falso sentido de libertad ilimitada y sin responsabilidad", y consideró que la globalización "es el vehículo de muchos bienes, pero también de muchos males". En el caso particular de México dijo que la transición "exige reformas de fondo en las personas y en las instituciones para que se combata efectivamente la deshonestidad y la violencia que paralizan".

Los prelados de la región pastoral del Golfo, encabezados por José Guadalupe Padilla Lozano, obispo emérito de Veracruz, y Sergio Obeso Rivera, arzobispo de Xalapa, se mostraron preocupados por la "situación de nuestra democracia", y el "atorón en que se han enfrascado los poderes Ejecutivo y Legislativo y los medios de comunicación social".

Sobre el Poder Ejecutivo expresaron su preocupación por que "las expectativas del pueblo que votó mayoritariamente por la transición política no siempre se han reflejado en los hechos. Seguimos esperando que la mejoría que se anuncia a niveles macroeconómicos pueda ser constatada en la pequeña bolsa de la economía familiar".

"Invitamos respetuosamente a quienes ejercitan el tan difícil y noble arte de la política a que lo hagan haciendo a un lado su propio interés, luchando con prudencia contra la injusticia y la opresión, la intolerancia y el absolutismo de un solo hombre o de un solo partido político, consagrándose al servicio de todos".