Ť En una semana, resultados de los exámenes toxicológicos e histopatológicos

López Osuna murió debido a "congestión visceral generalizada": primeros datos de la autopsia

Ť Compañeros sesentaiocheros lo acompañaron en su funeral; incredulidad por su deceso

GUSTAVO CASTILLO, ANGEL BOLAÑOS Y CLAUDIA HERRERAX

Florencio López Osuna murió a causa de una congestión visceral generalizada que le ocasionó una insuficiencia cardiaca que pudo originarse por diversas causas, como una intoxicación o alguna enfermedad; sin embargo, los resultados finales de la necropsia practicada al cadáver se tendrán hasta dentro de una semana, explicó el director del Servicio Médico Forense (Semefo), José Ramón Fernández.

El que fuera uno de los dirigentes del movimiento estudiantil de 1968 fue encontrado muerto en el interior de un hotel localizado en la colonia Santa María la Ribera la tarde del pasado jueves 20.

López Osuna regresó al escenario político a partir de la publicación de fotografías inéditas que fueron tomadas el 2 de octubre de 1968, como las publicadas el pasado 9 de diciembre en la revista Proceso, y el 16 del mismo mes en la página 7 de este diario, y en las que se demuestra que algunos de los detenidos en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, fueron conducidos al Campo Militar Número Uno.

La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) inició las investigaciones correspondientes al caso, y los primeros resultados de la autopsia señalan que su muerte se debió a una congestión "visceral generalizada por estancamiento de sangre en el organismo". Su cuerpo "presentaba un fuerte olor a alcohol".

Sin embargo, los resultados de los estudios químicos en toxicología e histopatología estarán listos hasta la próxima semana.

Fernández, titular del Semefo, informó que las causas de la muerte "pudieran ser miles, desde la ingestión de algunas sustancias hasta una enfermedad".

El cadáver de López Osuna, quien se desempeñaba como subdirector de la Vocacional 5 Ciudadela, fue localizado alrededor de las 2 de la tarde del jueves 20 de diciembre, en el interior de la habitación 309 del Hotel Museo, que se ubica en la esquina de Enrique González Martínez y Héroes Ferrocarrileros.

Miércoles 19

Alma Rosa Hernández Azuara, esposa de Florencio López Osuna, informó que su compañero salió de su casa el miércoles 19 por la mañana y después ya no supo más de él.

El ex dirigente estudiantil acudió esa noche al programa radiofónico Discrepancias, que dirige Salvador Martínez della Rocca, El Pino, el cual se transmite por Radio UNAM de 20:15 a 21:00 horas.

Ahí participó en una mesa de discusión sobre el movimiento estudiantil de 1968, con Daniel Cazés y Sergio Zermeño.

Al concluir la transmisión, los cuatro y Alfonso Revilla fueron a cenar al restaurante Suntori, localizado en el sur de la ciudad, donde estuvieron conversando sobre anécdotas del movimiento estudiantil.

López Osuna, El Flaco, recordó Revilla, propuso que se creara una comisión de "sesentaiocheros", con intelectuales y académicos renombrados, para presionar que se haga una investigación a la luz de las informaciones que están surgiendo: "hay que presionar para que funcione esa fiscalía", decía en relación con la instancia creada por la PGR para investigar los casos de desaparecidos de la guerra sucia.

La cena en el restaurante Suntori, de la colonia Del Valle, terminó cerca de la medianoche, y durante ella López Osuna decía que "no podían mandar a su casa en un taxi a una de las personas más famosas del mundo", dijo Revilla.

"Le diste la vuelta al mundo", le insistía Revilla. "Sí, Ƒverdad? Cómo son las cosas", dijo López Osuna.

Al terminar la reunión, López Osuna dijo que vivía por San Cosme, y Alfonso Revilla se ofreció a llevarlo, pues le dijo que iban por el mismo rumbo.

En el trayecto el subdirector de la Vocacional 5 comentó que tenía una cita con unos amigos en un café y pidió quedarse en Insurgentes y Puente de Alvarado; así, Alfonso Revilla lo dejó a la entrada del café Montes, sobre Puente de Alvarado, a una cuadra de la avenida Insurgentes.

El hallazgo del cuerpo

Alrededor de las 10 de la mañana de ayer, informó El Pino, recibió una llamada de otro antiguo compañero del 68 en la que le avisó que El Flaco estaba muerto.

La procuraduría capitalina, por su parte, tomó conocimiento del hallazgo de un cuerpo de la habitación 309 del Hotel Museo, que se localiza en las calles Enrique González Martínez y Héroes Ferrocarrileros, en la colonia Santa María la Ribera.

Ignacio Bernal, empleado de limpieza del hotel, llamó a la puerta de la habitación 309 para avisar que estaba por vencerse el tiempo de ocupación, y al no obtener respuesta abrió con la llave maestra y encontró el cadáver.

De acuerdo con datos obtenidos de personal del hotel, y de la información asentada en los partes policiacos que integran la averiguación previa iniciada por la séptima agencia del Ministerio Público, Florencio López Osuna llegó al hotel a eso de las cinco de la mañana del jueves. Iba en compañía de una mujer y solicitó una habitación.

La versión fue confirmada por el fiscal desconcentrado en Cuauhtémoc, Alberto Peralta Fuentes, quien dijo que según los recepcionistas del hotel, López Osuna llegó en las primeras horas del jueves acompañado de una mujer.

El parte de la Policía Judicial que forma parte del expediente menciona que en la "habitación no había huellas de violencia, ni el cuerpo presentaba lesiones externas o golpes".

En la habitación se encontraron una lata de cerveza y un vaso de cristal. De la mujer no se supo a qué horas abandonó el inmueble, ya que éste cuenta con varias salidas y no todas tienen vigilancia.

Ignacio Bernal aseguró que López Osuna frecuentaba dicho hotel, e incluso que cuando se quedaba a dormir allí, por las mañanas lo llamaba para que le subiera una cerveza.

Viernes 21

El funeral convocó a varios amigos y compañeros de lucha de López Osuna. Poco antes de las 7 de la noche, en torno al féretro se formó una valla de "sesentaiocheros" que recordaron su trayectoria y le dedicaron algunos poemas.

Las opiniones sobre las causas de su muerte se dividieron. Salvador Martínez della Roca prefirió no aventurar ningún juicio, pues dijo que no contaba con elementos para hacerlo. "Nada más sé que fue muy lamentable", comentó el ex delegado en Tlalpan.

El poeta Leopoldo Ayala dijo que los integrantes del Comité 68-98 no creen en los resultados de la autopsia y que van a solicitar a la procuraduría capitalina una investigación a fondo para esclarecer si se trató de una muerte accidental o de un homicidio. Señaló que es grave que López Osuna haya aparecido muerto una semana después de que se publicaran fotografías de las fichas oficiales de la detención de dirigentes estudiantiles la noche del 2 de octubre de 1968.