Descontrol de precios; diferencias de 30 y 40% en los mismos productos, advierte la Amedec

Ť Gravar con IVA alimentos y medicinas provocaría empobrecimiento general, asegura

HUMBERTO ORTIZ MORENO

El desorden de precios en el mercado al concluir 2001 es tal que de un establecimiento comercial a otro se registra un diferencial de 30 a 40 por ciento en los mismos productos, mientras que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) duerme "el sueño de los justos" y mantiene desinformada a una población que cada fin de año ha caído en un consumismo irracional que podría afectar seriamente la economía familiar del año entrante, advirtió el presidente de la Asociación Mexicana de Estudios para la Defensa del Consumidor (Amedec), Arturo Lomelí.

Aseveró que los bolsillos de la gente están agotados y no hay margen de maniobra para la familia mexicana típica, pues el poder adquisitivo del salario ha perdido poco más de 10 puntos durante los últimos tres años. "La carrera entre precios y salarios siempre la ganan los primeros", lamentó.

Rechazo a la reforma fiscal

Afirmó que la situación tenderá a agudizarse si es aprobada la reforma fiscal con la eliminación de exentos y tasa cero para gravar con el IVA los alimentos y medicinas, toda vez que automáticamente ocurrirá un repunte inflacionario que neutralizará todo aumento de percepciones y prestaciones.

En la Amedec "nos oponemos frontalmente a la imposición del IVA, porque sería un duro golpe para la economía popular y haría que se perdieran las metas en cuanto a inflación, provocando un empobrecimiento general más allá de lo que hoy conocemos", previno.

En tanto, explicó que "las diferencias en los precios son notables de un comercio a otro, al mencionar los desórdenes que la Amedec ha detectado en el mercado".

Citó el caso de los juguetes, cuya tendencia es más marcada en esta temporada y por los mismos artículos las tiendas de autoservicio y negociaciones en general ofrecen cotizaciones con diferencias hasta de 40 por ciento. "Cada comerciante tiene su propia manera de matar pulgas", ironizó.

Se supone, añadió, que el consumidor informado puede aprovechar racionalmente las ventajas y sortear las desventajas de un libre mercado, pero "desgraciadamente somos muy apáticos para conseguir orientación sobre la mejor opción para economizar las compras".

Apuntó el presidente de la Amedec que las empresas se empeñan y logran estimular las ventas y así la gente compra de manera irracional. "Siempres hemos observado compras irracionales, tanto en las actividades formales como en las informales", remarcó.

Lomelí aclaró, sin embargo, que con todo aún no ha observado un incremento desmesurado de precios, gracias al control inflacionario que mantienen las autoridades financieras del país.

Pero sí es posible ver, comentó, "muchos mirones entre los consumidores y que son pocos los que realmente compran".

Aunque las cotizaciones se han mantenido más o menos estables, la carrera precios-salarios siempre la han ganado los primeros, y durante los últimos 20 años no ha habido una recuperación real de los ingresos de los trabajadores, deploró.

Año difícil

El presidente de la Amedec vislumbró 2002 muy difícil, no sólo por el ambiente internacional tan recesivo, sino porque el problema argentino pudiera contagiar sicológicamente la economía mexicana.

Para concluir, se manifestó por una mayor difusión de la transparencia de los precios, que "es la llave de oro para que el consumidor aproveche la libre competencia y compre donde su dinero rinda más".