Ť Teherán rechaza tales "declaraciones infundadas"

Advierte Bush a Irán "contra cualquier intento de desestabilizar Afganistán"

REUTERS, AFP Y DPA

Kabul, 10 de enero. Estados Unidos continuó hoy los bombardeos sobre un supuesto escondite de Al Qaeda en el este afgano, al tiempo que el presidente George W. Bush advirtió a Irán contra cualquier intento de "desestabilizar" Afganistán o de proporcionar refugio a algunos talibanes o miembros de Al Qaeda.

Mientras el Pentágono confirmaba que murieron los siete marines del avión KC-130 que se estrelló el miércoles en Pakistán y Bush elevaba plegarias por ellos, la aviación estadunidense lanzó por cuarto día consecutivo bombardeos sobre el área de Zhawar Kili y sus alrededores, donde supuestamente hay reductos de rebeldes islámicos.

Hasta el momento no se ha informado de daños o víctimas por las incursiones de esta semana. No obstante, Estados Unidos reforzó sus tropas terrestres en el área, unos 25 kilómetros al suroeste de Khost, con el despliegue de 150 soldados.

Por su parte, Irán rechazó esta noche las "declaraciones infundadas" de Bush, cuando advirtió contra cualquier intento de Teherán de involucrarse en los asuntos afganos. El vocero de la cancillería iraní, Hami Reza Asefi, señaló que el presidente estadunidense hablaba sobre la base de informaciones no documentadas.

"Si hacen el menor intento por desestabilizar al gobierno, la coalición se ocupará de ellos, en principio por medios diplomáticos", señaló Bush, al hacer eco al parecer de declaraciones del gobierno local de Kandahar de que Irán tendría "injerencia" en las provincias afganas de Helmand y Herat, y que habría suministrado armas y dinero a los comandantes locales.

Bush pidió a Teherán que entregue a cualquier responsable de Al Qaeda que busque refugio en su territorio. "Si son parte de la coalición, entonces deben participar activamente en ésta", dijo, y añadió que esperaba que Irán ayude a Afganistán a tener un gobierno estable.

"Recibimos signos positivos por parte de los iraníes cuando comenzaba esta guerra. Esperamos que sigan siendo una fuerza positiva para ayudarnos a llevar a las personas a la justicia", añadió, en relación, particularmente, con activistas de Al Qaeda.

Pero Irán respondió que ha utilizado todos los medios a su disposición para "oponerse al fenómeno inhumano" de los talibanes y que lo hizo "mucho antes de que la comunidad internacional se preocupara de los grupos terroristas en Afganistán". Por tanto, desmintió la presencia de talibanes o de Al Qaeda en su suelo.

The New York Times, citando fuentes del Pentágono e inteligencia, afirmó que Irán ejerce influencia en Afganistán a fin de tratar de limitar la inclinación pro occidental de ese país, y acoge a algunos fugitivos de Al Qaeda para utilizarlos con ese objetivo.

Según esto "Irán trata de asegurarse de que Afganistán siga siendo un Estado islámico y no se vuelva más laico, como Turquía". Más aún, sostuvo que los estadunidenses comprobaron que agentes iraníes se infiltraron en Herat para socavar los programas de Washington.

El gobierno de Kandahar, por conducto de su vocero Khalid Pashtun, pareció dar marcha atrás en sus afirmaciones anteriores de que varios ex funcionarios del derrocado régimen talibán se habían rendido, y de tres ex ministros que había citado ahora dijo que sólo uno se rindió y que se hallaba en Pakistán.

Apuntó que sólo el ex ministro de Justicia, Nooruddin Turbi, clérigo al que le falta un ojo y una pierna, es el único que se rindió y se le permitió ir a Pakistán. Pero añadió que se podía pedir su regreso y entregarlo a los estadaunidenses.

En tanto que policías neoyorquinos viajaban a Afganistán para interrogar a prisioneros de guerra de Al Qaeda, en Kabul se llevaba a cabo con normalidad la evacuación de las unidades militares tribales, a fin de permitir el despliegue de la fuerza multinacional.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) admitió que Afganistán tiene uno de los peores índices de salud en el mundo, pues 6 millones de personas de ese país carecen de servicios médicos. La vocera de la OMS, Christine McNab, calificó de estremecedora la situación y llamó a reconstruir con urgencia la infraestructura sanitaria del país.