Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 13 de enero de 2002
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Cultura
02an2cul Ť La escritura, el sicoanálisis, el feminismo y el erotismo, estímulos de la autora parisiense

Veinticinco años del fallecimiento de Anaïs Nin

ALEYDA AGUIRRE

anais"Tengo 12 años y estoy bastante alta para mi edad; todo el mundo lo dice. Soy delgada, tengo los pies grandes y las manos también, con los dedos largos que suelo crispar por nerviosismos. Tengo la cara muy pálida, unos grandes ojos castaños, perdidos, y temo que revelen mis insensatos pensamientos". Así se describía en una de las páginas de su diario ?con fecha 20 de mayo de 1915? la escritora parisiense Anaïs Nin (1903-1977), quien mañana cumple 25 años de haber fallecido.

A sus 11 años (1914), la también feminista empezó a escribir sobre su vida, justo cuando su padre, el compositor español Joaquín J. Nin y Castellanos, abandonó a su madre, Rosa Culmell, por una mujer más joven. A partir de entonces, su afán por la escritura se tornó casi enfermizo y sólo cesó debido a sus acercamientos con el sicoanálisis (Nin mantuvo una relación estrecha con Otto Rank, discípulo de Sigmund Freud, que influyó sobremanera en su vida) y a sus 74 años, cuando dejó de existir, víctima de cáncer.

Estuvo a punto de abandonar la literatura por el sicoanálisis, pues ambas cosas se le hacían incompatibles; no obstante, optó por la primera, al grado de afirmar:

"El diario es mi droga. Es mi droga y mi vicio", al tiempo que en un principio explicaba que era una forma de terapia para supuestamente contarle su vida a su padre ausente. Vivió en Nueva York, donde estudió en una escuela católica, trabajó de modelo, estudió danza y retornó a Europa en 1923, año en que se casó con el banquero neoyorkino Hugh Guiler; se desconoce cuánto duró esa unión.

Sus ires y venires amorosos y eróticos ?algunas veces reales y otras ficticios?, sobre todo con el escritor estadunidense Henrry Miller y con Lawrence Durrell fueron descritos a detalle en su obra: más de 15 mil hojas escritas a máquina que conforman 150 tomos, aunque también en ellas reflejó su espíritu feminista: "me niego a vivir en el mundo ordinario como una mujer ordinaria. A establecer relaciones ordinarias. Necesito el éxtasis. Soy una neurótica, en el sentido de que vivo en mi mundo. No me adaptaré al mundo. Me adaptaré a mí misma".

Previendo que sus trabajos eróticos serían rechazados por las buenas consciencias, Anaïs fundó una casa editorial, denominada ediciones Siana. Aunque Nin escribió también novelas e historias cortas, las revelaciones de sus fantasías sexuales la convirtieron para algunos críticos en una "pornógrafa sin mucho entusiasmo".

En 1987 apareció la colección Henry, June y yo. Un diario íntimo, que incluyó pasajes censurados de los diarios parisiense de 1931 y 1932, vedados en aquel momento por respeto a las personas que aún vivían y que eran mencionadas en la publicación. Veinte años después de su muerte aparecieron Fuego y Diarios de París no censurados. Sin embargo, su época de gloria la vivió en los años 60.

Según Noël Riley Fitch, biógrafo de Nin, ella "se construyó para sus lectores imaginados, presentando en sus páginas una imagen cuidadosamente estilizada, apasionada y misteriosa... mientras internamente ocultaba en un laberinto literario de espejos su vida apasionada y tumultuosa y a veces dolorosa e insegura''.

Entre las obras de Anaïs Nin figuran: Pequeños pájaros, La novela del futuro, Le extractos de Anaïs Nin, Espíe en la casa del amor, Diario de Anaïs Nin 1947-1955 y Anaïs: la vida erótica de Anaïs Nin.

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