Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 15 de marzo de 2002
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Economía
No se pretende disminuir derechos sociales, asegura

Mejorar las leyes laborales elevaría ingresos de los pobres, según Abascal

HUMBERTO ORTIZ MORENO ENVIADO

Acapulco, Gro., 14 de marzo. El secretario del Trabajo y Previsión Social (STPS), Carlos Abascal Carranza, advirtió que prevalece en México una profunda concentración del ingreso, por lo que 2 millones 350 mil hogares perciben 212 mil millones de pesos anuales, contra apenas 8 mil 305 millones que obtiene el mismo número de familias más pobres del país.

Expuso que de 1953 a la fecha, la calidad de vida de la población asalariada está permanentemente por debajo del mínimo recomendable, y precisó que en este periodo la media de crecimiento de la inflación acumulada ha sido de 790 mil por ciento, en tanto que la del salario mínimo fue de 629 mil por ciento.

"Nunca el salario ha ganado la carrera a la inflación", reconoció el funcionario al participar en los trabajos de la 85 Asamblea General Ordinaria de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio (Concanaco), celebrados en este puerto.

Abascal Carranza aseveró que estos datos, aunados a la delicada situación de desempleo y subempleo en el país, obligan a la transformación de las leyes y la cultura laborales, lo que podría ocurrir antes de concluir 2002 porque ya hay acuerdo en siete de los 10 puntos de la reforma laboral. Dijo desconocer si los cambios a la Ley Federal del Trabajo pudieran aterrizar en el próximo periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión, pero garantizó que serán concretados en 2002, y anunció que la consulta para consensar propuestas fue ampliada hasta la primera semana de abril.

"Que quede claro: no es una reforma que pretenda atacar, conculcar o disminuir los derechos sociales de los trabajadores. La inspiración social del artículo 123 constitucional permanecerá como faro que ilumina el sentido humanista de la organización en el mundo del trabajo", puntualizó.

El titular de la STPS convocó a los sectores productivos, empresarios y trabajadores a lograr corresponsablemente las reformas laborales, a fin de vencer las viejas prácticas autoritarias, centralistas e ineficaces que han operado para realizar las transformaciones estructurales que la sociedad reclama y encontrar las fórmulas creativas que permitan avanzar, en forma gradual y sostenida, para abatir los grandes rezagos e injusticias sociales que prevalecen en México.

En este sentido, Abascal Carranza expuso dos ejemplos que a su juicio laceran y claman en las conciencias: de los 40 millones de personas que constituyen la población económicamente activa (PEA), 19 millones tienen una escolaridad de sexto grado de primaria y perciben menos de dos salarios mínimos.

Para 2000, 10 por ciento de 23.5 millones de hogares concentran 38.7 por ciento del ingreso nacional, mientras que entre los más pobres, que conforman el primer decil, 2 millones 350 mil familias obtienen apenas 1.5 por ciento del ingreso nacional, abundó el funcionario,.

En cifras absolutas, desglosó, de los 547 mil millones de pesos que componen el ingreso nacional, el decil de más alta concentración de la riqueza del país gana 212 mil millones de pesos. "Estos datos nos imponen retos enormes", admitió.

Aclaró que para revertir esta tendencia, avanzar en las transformaciones que requiere el país y crear los empleos que reclama la población de menores ingresos, no serán las dependencias de gobierno las que ofrezcan las plazas de trabajo, sino que propiciarán las condiciones de certeza jurídica y de promoción para facilitar las inversiones.

Respecto de la reforma laboral, Abascal Carranza expuso que los puntos donde se centran las discusiones, sin precisar los siete temas donde ya hay consensos, son los relativos a la subordinación del trabajador de confianza; el establecimiento de los ordenamientos contra la discriminación de grupos vulnerables; establecer modalidades de contratos con límites para asegurar la protección social de los obreros; facultar a las autoridades del trabajo para tomar en cuenta las circunstancias particulares de las micro y pequeñas empresas que significan 98 por ciento de la planta productiva y fortalecimiento de la autonomía sindical, entre otros.

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