Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 24 de abril de 2002
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Sociedad y Justicia

El tratado incluye medidas para racionar consumo y manejo de la cuenca del río Bravo

Negocian México y Estados Unidos acuerdo sobre distribución de agua en casos de sequía: Székely

ANGELICA ENCISO L.

En caso de sequía, como la que enfrenta el norte de México desde hace una década, el Tratado Internacional de Aguas sólo considera una prórroga para las entregas del líquido a Estados Unidos, sostuvo Alberto Székely, embajador especial para Asuntos Internacionales. Frente a esto, ambos países ya trabajan en un protocolo para definir las medidas que se deberán emprender cuando haya escasez del recurso.

Detalló que el tratado únicamente hace referencia a que en casos de "sequía extraordinaria" en la cuenca del río Bravo la nación que la resienta puede retrasar sus entregas de líquido, pero no las cancela.

De acuerdo con el tratado, las entregas de agua del río Bravo se cuantifican por ciclos de cinco años, y en caso de que en un ciclo no se canalice el líquido correspondiente al periodo esto se podrá hacer en el siguiente. El acuerdo especifica que México debe aportar 2 mil 156 millones de metros cúbicos cada ciclo, un promedio de 431 millones cada año.

Székely, representante del gobierno federal en la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), organismo encargado del manejo del líquido de los ríos fronterizos con Estados Unidos, apuntó que a ese país ya se le saldó el adeudo de mil 262 millones de metros cúbicos correspondientes al ciclo 25; es decir, de 1992 a 1997. Ahora, como continúa la sequía, el agua que se deberá entregar en el ciclo 26, que concluirá en septiembre próximo, se podrá enviar en el siguiente periodo, como establece el tratado.

El protocolo que elaboran ambas naciones deberá incluir medidas para el manejo de la cuenca del río Bravo en general, y desde hace un año se comenzó a trabajar con el apoyo del Centro Nacional de Mitigación de Sequías de Nebraska, con el que se prevé obtener un plan binacional para la cuenca, agregó Székely en entrevista telefónica.

Con este programa se definirá la forma en que se deben preparar las dos partes para ser más fuertes y menos vulnerables ante un escenario de escasez de agua, medidas de prevención y acciones de racionamiento en el uso del líquido en los distintos tipos de consumo, para que cuando haya falta de agua los usuarios puedan sobrevivir en mejores condiciones, abundó.

En el acta 307 de la CILA, firmada el 16 de marzo de 2001, se acordó continuar con la entrega de la totalidad de aguas pertenecientes a México de los afluentes no aforados hasta el 31 de julio de 2001 osequia-presa2 hasta el 30 de septiembre, aplicando un plan de contingencia que implicó la extracción de agua de las presas Luis L. León, Centenario, San Miguel y La Fragua, y extracciones adicionales de la presa Venustiano Carranza, en Coahuila, con una entrega neta del volumen de la presa de 47 millones de metros cúbicos.

De acuerdo con ese documento, los gobiernos de Estados Unidos y México debían trabajar de manera conjunta para identificar las medidas de cooperación en materia de manejo de sequías y de la cuenca.

Se acordó que continuarían las negociaciones entre los dos países para definir las acciones que llevará a cabo el gobierno mexicano para cubrir el déficit restante, así como para establecer las medidas de cooperación en el manejo de sequías y uso sustentable del agua en la cuenca.

El embajador también se refirió a que no existe violación al Tratado Internacional de Aguas con la minuta 307 que se firmó el año pasado en el seno de la CILA, porque cuando el Senado de la República autorizó este acuerdo, en 1944, aprobó la elaboración de minutas.

Por su parte, la Comisión Nacional del Agua (CNA) trabaja en la elaboración de un reglamento de distribución de agua superficial con el Consejo de la Cuenca del Río Bravo. Propone administrar la cuenca del río Conchos -localizado en Chihuahua- como parte del Bravo, con el propósito de lograr una distribución equitativa entre los diferentes usuarios.

Información de la CNA indica que en la región existen 71 acuíferos en explotación, de los cuales 20 están sobrexplotados. La evaluación de las demandas de agua por parte de los sectores socioeconómicos muestra que se está llegando "al límite de la oferta del recurso hidráulico, incluso se ha rebasado la disponibilidad natural en ciertas zonas", agrega.

Los principales problemas relacionados con el recurso en la región son la escasez natural del líquido, la cual se agudizará en los polos de mayor crecimiento poblacional, y todo esto se complica con el uso ineficiente del agua y la contaminación de los afluentes por descargas municipales e industriales.

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