Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 15 de mayo de 2002
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Política

El canciller la califica de ''una gran banalidad sin la menor importancia''

Se deslinda Fox de la reunión entre Salinas y Castañeda; fue casual, dice

La entrevista ocupó la mayor atención en el inicio de la tercera gira presidencial por Europa El Ejecutivo nada tuvo que ver con el encuentro, ni lo encargó ni lo autorizó, precisa Presidencia

JUAN MANUEL VENEGAS ENVIADO

Bruselas, 14 de mayo. La cena que el lunes compartieron en esta ciudad el ex presidente Carlos Salinas de Gortari y el secretario de Relaciones Exteriores, Jorge G. Castañeda, obligó a una rápida reacción de la Presidencia de la República para deslindar a Vicente Fox del encuentro y ''dejar bien claro'' que el actual mandatario no tenía previsto reunirse con el autor de México, un paso difícil a la modernidad. Ya por la noche, el propio jefe del Ejecutivo federal precisaría: ''No hay nada oficial al respecto, nada absolutamente de encargos. Fue un encuentro casual de él (Castañeda) con el señor (Salinas)''.

Y el canciller, que en principio quiso evitar cualquier comentario a la prensa sobre su conversación con Salinas, debió aceptar más tarde el hecho, que intentó minimizar calificándolo de ''gran banalidad'', ''sin la menor importancia'', una ''mera coincidencia'', pues no había cita concertada.

Pero con todo, el caso es que la presencia en la capital belga del ex gobernante mexicano y su sorpresivo encuentro con Castañeda -revelado por La Jornada-, vino a ocupar la mayor atención en el inicio de la tercera gira de Fox por Europa.

El jefe del Ejecutivo federal llegó este martes alrededor de las 8 de la mañana a Bruselas (la una de la madrugada en México) y del aeropuerto -donde fue recibido, entre otros, por Castañeda, quien arribó el lunes al mediodía- se trasladó a la sede de la Federación de Empresas de Bélgica, donde desayunó con el príncipe Felipe y con los inversionistas más importantes de este país.

Más tarde concedió sendas entrevistas a dos cadenas televisivas, y cerca del mediodía hizo su presentación en el Senado de Bélgica, donde fue recibido por el pleno legislativo. Hasta aquí, nada se sabía del encuentro Salinas-Castañeda. Pero mientras transcurría la sesión -que incluyó una ronda de preguntas y respuestas entre los representantes belgas y el mandatario mexicano-, vía Internet los reporteros que cubren la gira presidencial obtuvieron la información de La Jornada que daba cuenta de la cena en el restaurante Lola, de la Grand Place du Sablon.

Reacción de Los Pinos

Al término del acto parlamentario, apenas Fox terminó de firmar el Libro de Oro, destinado a los visitantes distinguidos, los periodistas buscaron a Castañeda con la intención de que hablara sobre aquella cita con el ex presidente. La respuesta fue tajante: ''No hay comentarios''. El secretario ni siquiera se quiso acercar a los enviados y corresponsales, a quienes un día antes -según cuentan- ya los había dejado colgados en una conferencia previamente convocada.

La que se movió rápido fue Clara Torres, secretaria técnica de la Coordinación de Comunicación Social de Los Pinos, quien en pocos minutos volvió a buscar a los reporteros para aclarar, primero, que del encuentro del canciller con Salinas no habría comentarios; segundo, que el presidente Fox nada tuvo que ver con esa reunión. Ni la encargó, ni la autorizó ni tampoco sabía de ella.

Las actividades siguieron. Por la tarde, previo a la inauguración de la exposición Fuego en los Muros, con obras de Rivera, Siqueiros y Orozco, en el Museo Real de Arte e Historia, el primero que enfrentó a los reporteros fue el embajador ante la Unión Europea, Porfirio Muñoz Ledo, quien por cierto está molesto porque Castañeda ordenó el retiro de tres de sus colaboradores de mayor confianza, además de que le redujo ''considerablemente'' el presupuesto.

Eso es lo que se informó, pero a pesar de esa ''molestia'', el embajador evitó algún comentario sobre los encuentros ''casuales'' del canciller.

''No sé, no estuve enterado... me entero por la prensa'', evadió... hasta que por fin se atrevió un poco al chacoteo: ''šYo ya estaba dormido! Y de pronto empezaron a llamarme ciudadanos mexicanos que me decían de esa reunión, que los estaban viendo (a Salinas y a Castañeda)... pero nada más!''

Esos mismos turistas y ciudadanos mexicanos que coincidieron con Castañeda y Salinas en el restaurante Lola, confirmaron que los dos personajes estuvieron juntos por más de dos horas departiendo en ''un ambiente muy cordial'', sin testigos de por medio.

De acuerdo con la información de que dispone este diario, toda recogida entre aquellos visitantes a la Place du Sablon, el ex mandatario y el canciller bebieron vino francés y su mesa fue la última en desocuparse, al cierre del restaurante. Castañeda llevaba saco informal con estampado a cuadros, que contrastaba con el elegante traje gris oscuro de Salinas. Ambos salieron juntos y abordaron un Mercedes Benz negro, acompañados sólo por un chofer, sin agentes de seguridad visibles que los siguieran.

''Yo fui a cenar con unos amigos y me encontré con este señor ahí''

En el Museo Real de Historia y Arte, este martes, en tanto, mientras Muñoz Ledo trataba de quitarse de encima a los reporteros y su insistencia por arrancarle un comentario sobre la cena en el restaurante Lola, llegaron Fox y su comitiva. Entre ellos Castañeda. Los reporteros lo rodearon:

-De la reunión con Salinas, Ƒqué nos puede decir?

-No fue ninguna reunión. Yo fui a cenar con unos amigos... siempre los veo y, en efecto, me encontré a este señor ahí, platicamos largo, un ratito (sic), media hora, 45 minutos.

-ƑDe qué platicaron?

-Eso no se los voy a contar. De muchas cosas, de todo, de Cuba, de México... de todo, platicamos de todo...

-ƑDe una reunión con el presidente Fox?

-Ni idea, a mí no me comentó nada de eso, en lo más mínimo.

-ƑDe dónde salió la información de la cena?

-De la misma coincidencia... en efecto, varios mexicanos pasaron por ahí. Es un restaurante público, abierto, con vitrina al parque y todo. Fue una coincidencia que nos encontráramos. Yo estaba cenando ahí, como le digo, con unos amigos; se llama Lola el restaurante.

-ƑY hablaron de política?

-No, tampoco.

Castañeda hizo todo lo posible por mostrarse despreocupado por la revelación. Recordó su ''vieja relación'' con Salinas, y que se ha reunido también con otros ex presidentes como Ernesto Zedillo, Luis Echeverría y José López Portillo... ''pero de verdad, fue una conversación bastante rápida, un poco superficial, de gente que se conoce y que de repente y de casualidad se encuentra...''

-ƑDe casualidad, políticamente valoró las consecuencias de este encuentro?

-No, ni me las planteo, porque yo estaba con mis amigos, me lo encontré y lo saludé muy cordialmente, como corresponde que un secretario de Estado lo haga con un ex presidente o como un autor lo haga con alguien que, en efecto, le ha brindado ayuda en la elaboración de libros anteriores.

-ƑNo mete ruido en esta visita de Fox a Europa?

-No, nada, šhombre! No tiene la menor importancia, es una banalidad, es una gran banalidad -expresó el canciller.

-Será blanco de críticas...

Castañeda atajó la pregunta, irónico: ''Sí, ya, šuy, ya ve que, hijo, me preocupan rete harto!''.

-ƑQué le dijo el Presidente?

-Nada, no me dijo nada. šMuy bien! Punto. ƑQué me va a decir?

Y por la noche vendría la aclaración del propio Fox: no fue una cita por encargo, fue una casualidad, dijo en una breve entrevista sobre el tema.

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