José Steinsleger

Los tecnócratas patito

"...a los responsables de que el Congreso sea una triste escribanía del Fondo Monetario Internacional (FMI), que arríen la bandera nacional y la remplacen por ésta", dijo la diputada argentina Alicia Castro. Acto seguido, exhibió una bandera estadunidense y entre insultos y aplausos se la entregó al presidente de la Cámara de Diputados, quien sudando la gota gorda perdió las gafas y sólo atinó a pulsar el timbre del estrado gritando: "šorden!", "šorden!"

Congreso sumiso y pueblo en vigilia. Así están las cosas en Argentina. Mostrado a millones de televidentes, el episodio de la bandera mereció el apoyo contundente de la ciudadanía. Y es que los argentinos son tan "populistas" y "atrasados" que junto con las diputadas Elisa Carrió y Alicia Castro, las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo y otras voces, creen que es posible recuperar la democracia real y la dignidad del quehacer político nacional.

En medio de la cruda económica causada luego de 10 años de menemismo, la mayoría de los argentinos sabe que, a escala macro y cotidiana, la existencia del país y la individual dependen de lo que el gobierno firme con el FMI. Pues ahí están los vampiros que tras el desangre del país siguen asociando soberanía con "cuentas fiscales sanas" en el círculo vicioso y perverso de una realidad que por momentos amaga con ser demasiado evidente para ser verdadera.

Sorbiendo sus milk-shakes de fresa y tamarindo, impasibles ante el sufrimiento de una política que imponen en cualquier rincón del mundo, el FMI y sus agentes hablan de "saneamiento de las finanzas públicas", planes de "recuperación sustentable" y "moralidad gubernamental". Y, en sintonía con la política guerrerista de Bush, de "países estratégicos" y "no estratégicos" (?).

Tal fue lo que oímos el mes pasado en una mesa en la que se nos invitó a debatir la crisis argentina.

La señora Nora Lustig, rectora de la Universidad de las Américas-Puebla y anfitriona del evento, dijo: "Para el FMI, Argentina no es un país estratégico". Y abandonó la sala con su alma de hielo a cuestas, dejándonos ante un grupo de estudiantes cuyos papis pagan fortunas para que aprendan a dominar el arte de saquear a los pueblos con "nivel de excelencia académica", como dicen los tecnócratas patito.

El día en que la diputada Castro propuso arriar la bandera si el Congreso derogaba la ley de "subversión económica" (exigencia de los bancos extranjeros y funcionarios responsables del atraco más formidable de la historia argentina), Carlos Elizondo Mayer-Serra, arquetipo del tecnócrata patito, publicó un artículo intitulado "El FMI y la soberanía" (Reforma, 10/05/02). Dice Elizondo: "Un acuerdo con el FMI es abdicar a la soberanía, reza el credo de los globalifóbicos". No, no... te quedaste corto. Los llamados globalifóbicos plantean llevar a un tribunal de justicia a un organismo criminal cuyos fondos son de origen dudoso. Cosa complicada por ahora, si se toma en cuenta que el FMI nada sería sin el poder militar de Estados Unidos.

"Esta visión del mundo -escribe el patito- nos indica que la soberanía se alcanza al no pagar la deuda externa..." Sorry, doc!: la deuda ya se pagó con creces y lo que el FMI plantea hoy es la dolarización y subordinación a Estados Unidos a través del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

"Para cualquier presidente argentino -añade- un acuerdo con el FMI surge en estos momentos como una de las pocas alternativas para salir de la espiral descendente en la que se encuentra." ƑY esto qué quiere decir?... ƑMás hambre y destrucción económica legal con las mafias menemistas que aupó el FMI?

ƑQuiénes serían los responsables de esa "espiral descendente"? šLos argentinos!, exclaman a coro los intelectuales y tecnócratas patito. Y es que la ideología patito consiste en fomentar el llamado "síndrome de Estocolmo": que las naciones víctimas del saqueo admitan su "corresponsabilidad" en los desmanes del FMI. En el caso argentino, "...los fiscalmente 'voraces' (sic) gobiernos provinciales", repitiendo con fidelidad monacal los boletines del FMI.

Con halo de impune santidad y una ignorancia de dimensiones enciclopédicas, Elizondo Mayer-Serra dice: "Un conjunto de malas decisiones puso a Argentina en esta situación"... ya que "...en este mundo global no existe un país que cerrándose al mercado y a la inversión extranjera se haya desarrollado..."

ƑQué países sirven de ejemplo? šEl apartheid pinochetista refrendado por la Concertación "socialista" y la Malasia maquiladora de Sandokán! ƑPero en qué laguna cerebral viven los patitos? ƑEn la que ante sus ventanas despliegan las banderas del lujo asiático de la urbanización Santa Fe, o en el hacinamiento y la miseria del Metro Observatorio que cercan sus oficinas y la tornan viable?

Posiblemente tengan razón quienes sostienen que la Argentina se explica con Borges y viceversa. En Historia universal de la infamia, por ejemplo, publicada en el periodo que los historiadores califican de "década infame" (1935), el impostor leproso del Turquestán y el grupo de forajidos yankis que aparecen en la obra bien podrían representar, a modo de parábola anticipatoria, la tarea de demolición del país emprendida por Carlos Menem y el FMI en los años 90.