Fonseca presentó planes con proyección a todo el país

La promoción cultural debe alejarse de las ínsulas y crear un diálogo

ANGEL VARGAS

Dar ''vuelta de tuerca a la promoción cultural" en México es la apuesta de la gestión de Eudoro Fonseca en la Dirección General de Vinculación Cultural y Ciudadanización del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA).

El funcionario considera que, en términos de cultura, la nuestra ha sido una República mal integrada, y lo atribuye a una ''deficiente interlocución" entre los diversos grupos que conforman el país y las políticas de gobierno.

''Conocemos muy mal lo que las diferentes regiones hacen en términos de cultura y arte; sabemos poco de lo que se edita y se publica, de lo que se produce en la plástica y la música... Debemos pugnar por no crear ínsulas, por no crear una balcanización nacional (sic), sino un diálogo", señala.

Fonseca describe que la meta de su proyecto es consolidar un doble movimiento: ''Dar vigencia al federalismo en el ámbito de la cultura" y ''articular una verdadera promoción cultural nacional".

Del primer punto, explica que en términos prácticos significa distribuir competencias; respetar, en el orden de gobierno, los ámbitos de decisión estatal y municipal, y, en el orden social, el de las localidades y las comunidades.

Al mismo tiempo, abunda, poder instrumentar una política cultural de carácter nacional no impuesta sino concertada. ''Ese es un movimiento que tiende a acentuar la capacidad de decidir localmente la transferencia de recursos, la descentralización, la autonomía de gestión y la diversidad".

De la articulación de una promoción cultural nacional, indica que se trata de crear vasos comunicantes entre esa labor que se realiza en los estados, regiones y municipios, con un sentido de nación.

''Son dos movimientos aparentemente contradictorios, pero que veo complementarios. Uno tiende a restituir la capacidad de decisión a las comunidades y a la gente. El otro a no perder el diálogo nacional, la interacción entre culturas regionales y a no perder un sentido de pertenencia nacional."

Integración de redes nacionales

Entrevistado con motivo de la presentación de su programa de trabajo de 2002 -para cuyo ejercicio cuenta con un presupuesto de casi 130 millones de pesos, similar al año anterior-, Fonseca se dice optimista para lograr sus objetivos.

Considera que los trabajos emprendidos son discretos a nivel noticioso, pero efectivos en términos cualitativos. Menciona la integración de una serie de redes nacionales, entre ellas la de organizadores de festivales, para intercambiar información, y la de promotores culturales, que es parte del esfuerzo por constituir el sistema nacional de capacitación cultural, y en cuyo contexto se ha logrado que la Secretaría de Educación Pública acredite y reconozca los diplomados impartidos por esa dirección.

Para el funcionario resulta esencial aclarar el aún difuso concepto de ciudadanización de la cultura, del cual define que son ''los cauces para que la gente pueda participar en los procesos culturales, en la discusión de las políticas y en su aplicación, asimismo el disfrute de bienes y servicios".

Cita como ejemplo de los lineamientos la reciente instauración del programa de atención a públicos específicos, ''para generar mayor oferta cultural a los sectores poco atendidos: adultos mayores, personas con discapacidad, hospitalizados y los que están recluidos en centros de readaptación social y para menores".

No se trata de un afán asistencialista, sino de ''hacer participar a esa población de los servicios culturales por un imperativo democrático y de igualdad ciudadana", subraya Fonseca, quien destaca la reciente creación de los programas para el desarrollo cultural de los municipios y el de atención al desarrollo cultural a los jóvenes, así como del sistema nacional de capacitación cultural.