Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 15 de mayo de 2002
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Espectáculos

šEl gordo no canta!, encabezado de un diario de NY

Considera Luciano Pavarotti su posible despedida de los escenarios

DPA

Roma, 14 de mayo. En realidad, los teatros de ópera hace tiempo que le quedaron pequeños. Cuando Luciano Pavarotti canta, llena estadios de futbol.

También está el tema del Do de pecho, que ya no alcanza como debería. Esa fue una de las razones por las que en los tiempos recientes se enfrió un poco su amor por la ópera.

Pero lo que el "tenorísimo" ofreció en los días anteriores en la Opera Metropolitana de Nueva York sí que le resultó bastante penoso.

Un diario de Nueva York tituló con rabia: šEl gordo no canta! Seguramente, Pavarotti se había imaginado de otra manera su despedida de la Met. ƑQuiere decir esto que se retira definitivamente de la ópera?

Resfrío, gripe, pérdida de voz, son cosas que le pueden pasar a una estrella. Pero dos veces en pocos días, sumado a la cancelación de su aparición en Tosca sólo 50 minutos antes de la representación, eso no lo acepta muy fácilmente el noble mundo de la ópera.

Pavarotti, quien por su divorcio, sus problemas impositivos con la justicia y otros temas está acostumbrado a los titulares negativos, siente que las cosas cambiaron. "Aún no sé si llegó el momento. Pero si esto sigue así, me tengo que retirar".

Su posible despedida de los escenarios operísticos se comenta desde hace tiempo. El cantante tiene 66 años y sus al menos 130 kilos de peso ponen a prueba su cuerpo cada día.

"Nada es para siempre, sobre todo cuando se trata de la voz de un tenor", opinó recientemente el experto en ópera del Times de Londres. Además, el mismo Pavarotti hizo saber hace tiempo que lentamente se quiere preparar para el "ocaso de la vida".

El hijo de un panadero de Módena, en el norte de Italia, sabe muy bien que es uno de los astros de la ópera más llamativos y controvertidos.

Nadie en el mundo de la ópera se atrevería a negar que en su mejor época su voz era extraordinaria, y sus éxitos en los años 60 y 70 son legendarios.

En la Scala de Milán, en el Covent Garden de Londres o en la Met de Nueva York, siempre tenía la ovación garantizada. Una y otra vez cantaba el Rodolfo de la Bohéme, de Pucchini.

Opera, pop y negocio

Pero entonces Pavarotti rompió un tabú que los puristas no le perdonan hasta hoy. Pavarotti SA llaman los críticos a su mezcla de ópera, pop y negocio.

"Conozco canciones pop que son mejores que una aria de ópera", dijo el cantante y apareció cada vez más seguido en grandes estadios en los conciertos de Los Tres Tenores junto a Plácido Domingo y José Carreras.

Su aria de Turandot, de Pucchini, se transformó en himno del Mundial de Futbol. La ópera es como el futbol, provocaba. "Todas las personas pueden ver futbol, aun si no entienden nada."

También en otros aspectos suele mostrar su sentido del humor. Cuando las autoridades fiscales lo acusaron de evasión, respondió: "ƑCómo me voy a evadir con esta figura?" Su única pena, suele lamentarse, es su peso.

Luciano Pavarotti podría dedicarse ahora más a sus conciertos benéficos, Pavarotti & Friends, que se celebran cada año en Módena. Allí actuó, entre otros, con las Spice Girls, Tom Jones o Ricky Martin.

Al tenor italiano le gustan los sentimentalismos. Cuando hace poco celebró su 40 aniversario en los escenarios, comentó: "Ahora me voy a casa y lloro".

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