COPAS DEL MUNDO

Alemania venció 1-0 a Argentina, tras dudoso tiro de castigo marcado por Codesal

El Mundial Italia 90: tarjetas, penales y poco futbol

Camerún, Colombia y Costa Rica, los únicos que mostraron un juego valiente y vistoso

Evitar a toda costa la derrota podría haber sido el lema del Mundial de Italia 90, donde el buen futbol y las ideas brillaron por su ausencia, no así las amonestaciones, 164, y las tarjetas rojas, 16.

Además, esta cita ostenta el triste récord de menor promedio de goles: 2.21. La mayor fiesta del futbol quedó desteñida por el conservadurismo.

Argentina, ganadora en la edición anterior, comenzó defraudando, al perder ante un arrollador Camerún (1-0). De hecho éste fue el único equipo, junto a Colombia, en mostrar un juego valiente y vistoso.

Ambos conjuntos se enfrentaron en octavos de final: 2-1 a favor de los africanos tras la prórroga, con dos goles del incontenible Roger Milla, quien contaba ya con 38 años. El sueño camerunés terminó en cuartos, frente a Inglaterra, en un excelente encuentro, el mejor de la Copa, que acabó 3-2 en la prórroga.

Costa Rica, dirigida por el trotamundos Velibor Bora Milutinovic, también dejó un buen sabor de boca en su primera participación en un Mundial.

En la primera fase ganó, sin que nadie se lo esperara, a Escocia 1-0, aguantó el paso con Brasil -perdió por 1-0- y pudo finalmente con Suecia 2-1. Ni los ticos, locos de alegría, se lo creían, aunque Checolosvaquia los liquidó en octavos 4-1, con tres goles de cabeza del "gigante" Thomas Skuhravy.

Final para el olvido

Hubo más sorpresas: dos hombres que de suplentes desconocidos pasaron a estrellas y desplazaron a figuras como Marco van Basten y sus decepcionantes compatriotas holandeses y, sobre todo, a Diego Maradona, abucheado en cada una de sus apariciones.

Por un lado, el siciliano Salvatore Toto Schillaci, al que un diario italiano apodó il salvatore della patria por ser el único de su escuadra capaz de torpedear la portería contraria, y alcanzar el título de máximo goleador con seis tantos.

El otro, el portero Sergio Goycochea, héroe de Argentina. Sustituyó al titular Nery Pumpido, lesionado en octavos frente a Brasil, aunque no tuvo mucho trabajo porque los auriverdes, que no acababan de reconocerse al practicar un juego impropio que no regalaba nada y ofrecía menos, perdieron 1-0.

Sin embargo, Goycochea y sus "manos de oro" se lucieron en las dos siguientes rondas, porque ambos encuentros se resolvieron en los penales, primero contra Yugoslavia y después con Italia.

La RFA también venció a Inglaterra en la otra semifinal desde los 12 pasos. La final de cuatro años antes se repetía, pero esta vez los alemanes, dirigidos por Franz Beckenbauer y capitaneados por el disciplinado Lothar Matthaeus, eran favoritos.

En un partido desangelado, que aburrió a televidentes y espectadores, el alemán Andreas Brehme marcó de dudoso penal el gol de la victoria en el minuto 85. Maradona lloró amargamente y Alemania, a punto de unificarse, festejaba como nunca su tercera victoria de Copa del Mundo.