Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 30 de junio de 2002
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Política

BAJO LA LUPA

Alfredo Jalife Rahme

Alí Babá en Wall Street

NO TODO ESTA PODRIDO en Dinamarca, hubiera proferido hace más de 500 años el genial bardo Shakespeare. Entendámonos: la Gran Manzana -como sucedió con el primer pecado capital de la codicia en el Génesis, derivado de lo cual se conoce a la otrora maravillosa ciudad de Nueva York, sede de Wall Street, por pecaminosamente apetecible- parece estar completamente podrida en su circuito financiero-contable, sin posibilidad de redención después de la obscena exposición de sus megafraudes empresariales, que representan apenas la punta del iceberg con el que se topó el Titánic de la globalización financiera unipolar en picada.

TAL ESTIGMA NO ABARCA a la gran nación estadunidense ni a su prodigiosa sociedad, que empiezan no solamente a pedir cuentas cupulares, sino, más importante aún, alientan también una gran reforma radical de un capitalismo en su quintaesencia criminal. Hasta el presidente ruso Vladimir Putin, un recién converso al mundo capitalista empresarial, durante la cumbre del G-8 (totalmente aislada del mundo real), se asustó y pidió explicaciones al presidente Bush sobre su modelo desfalleciente. En forma hipócrita -antes de ser sedado para que se le practicase una colonoscopia, por sus pólipos benignos-, Baby Bush fustigó durante una cena en Washington, ante la casa real del Partido Republicano, las tramposas prácticas contables empresariales que, más que poner en riesgo la recuperación económica y la credibilidad del sistema financiero estadunidense, arrojan serias dudas sobre el resultado de las elecciones cruciales de noviembre cuando, en la disputa por la gubernatura de su hermano Jeb en Florida, se juega el destino político del nepotismo dinástico de la familia Bush.

EL ESTRATEGA DE LA Casa Blanca Karl Rove entiende muy bien que los megaescándalos empresariales se pueden convertir en arma exitosa para el Partido Demócrata, que ya resucitó hasta a Al Gore de entre los muertos de Tennessee.

TIENE TODA LA RAZON Baby Bush de encontrarse sumamente molesto: los megaescándalos empresariales no son para menos. Pero, Ƒpor qué tardó siete meses en reaccionar después del estallido del fraude, sin castigo hasta ahora, de la mafiosa gasera texana Enron, manejada por su íntimo Kenny Boy (para los distantes, mejor conocido como Kenneth Lay), el 2 de diciembre del año pasado? Si a Baby Bush y a sus epígonos les falla la memoria corta, pues les recordamos que el ahora presidente texano hace 16 años fue socio de Enron en la perforación de petróleo y gas natural con su empresa Spectrum 7 Energy Corp. (en ese entonces en dificultades financieras, como ahora tiene a su país, y que luego fue adquirida por la empresa Harken Energy de Dallas), en el condado de Martin (Texas). ƑHasta qué grado pensaba Baby Bush limitar los daños irreversibles para favorecer al sistema empresarial gobernante?

SIETE MESES PASARON hasta que estalló el fraude contable de WorldCom, la segunda empresa telefónica y hoy afónica de Estados Unidos, por 4 mil millones de dólares "visibles" (porque aún faltan por develar las "cuentas invisibles", apalancadas en el basurero de los paraísos fiscales) para que por fin Baby Bush se percatara de la dimensión del desastre de un sistema financiero-contable putrefacto.

LA REVELACION DEL ocultamiento de las inmundicias contables de Xerox por 6 mil 400 millones de dólares (durante cuatro años) obligó a Baby Bush a salir de su ceguera complaciente y su negligencia cíclope frente a la desintegración del sistema financiero-contable. Pero las develaciones de la "contabilidad creativa" (así le llaman al fraude en la posmodernidad de Wall Street) de la impresora y fotocopiadora Xerox llevan tres meses, donde, para no variar, salió mancillada la empresa contable global KPMG (una de las "cinco grandes", que después del colapso judicial de Arthur Andersen, se quedaron en "cuatro grandes", by the time being). ƑUna empresa como Xerox, al borde del quebranto espiritual más que material, que vale hoy 5 mil millones de dólares, se puede equivocar olímpicamente en 6 mil 500 millones acumulados en cuatro años (es decir, la falla contable es superior en mil 500 millones de dólares a su "capitalización de mercado")? ƑDe qué clase de cuentas y cuentos estamos hablando? La metáfora es sublime: a imagen y semejanza de Xerox y sus clonaciones contables, el sistema empresarial de Estados Unidos ha sido fotocopiado e impreso en su intimidad criminal. ƑNo se enteró Baby Bush de que desde el 11 de abril, la muy laxa SEC (Securities Exchange Commission), el equivalente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) de México, pero menos desparpajada, entabló una demanda contra Xerox en la corte federal de Manhattan por 4 años de "resultados financieros distorsionados"?

EL GRAVE PROBLEMA de Baby Bush se centra en su amasiato corporal con las grandes corporaciones que hoy, una a una, se caen por "efecto dominó" y han puesto en la picota a las primeras 500 empresas globales de la clasificación de Fortune. ƑEjerce Baby Bush la "moral del burdel", como señala Larry Elliot, el muy solvente analista en jefe de asuntos financieros del periódico británico The Guardian (15 de abril)?

TAMBIEN OTRA "MANZANA" empresarial, Apple Computer Inc., se encuentra "bajo la lupa" por las ganancias desmedidas de sus ejecutivos cuando el negocio en sí exhibía carencias. Más que de "negocios", las noticias asemejan una letanía criminal: la correduría Salomon Brothers, una filial de la controvertida Citigroup (que adquirió Banamex: Ƒhabrá sido con papel chatarra?), se encuentra a punto de enfrentar la cólera de los accionistas en los tribunales ("igualito" que en México, donde los pillos deambulan tan campantes), debido a las "relaciones peligrosas" que estableció con WorldCom.

YA QUE DE CLONES criminales se trata, Samuel Waksal, ejecutivo de ImClone Systems, fue arrestado por distribuir "información privilegiada" que benefició a la popular diseñadora Martha Stewart, a punto de ser linchada por sus ex admiradores defraudados.

EN FORMA JOCOSA, el grupo Walt Disney admitió que había cometido "errores matemáticos humanos" (en dos años "se equivocaron" por 600 millones de dólares, así de simple) en sus "estados contables consolidados", como si hubieran sido hechos por Tribilín.

LA DESHONRA generalizada alcanzó hasta a General Motors, que tuvo que suspender el jueves pasado las cotizaciones por un lapso de 20 minutos (Ƒdónde quedó el libre mercado?) frente al alud de rumores negativos, curiosamente procedentes de Londres, el centro financiero de la globalización.

LA PERDIDA DE LA mafiosa "banda de los cinco" (WorldCom, Tyco, Qwest, Enron y Computer Associates) arroja 460 mil millones de dólares en "capitalización de mercado". Se dice fácil, cuando in extremis, la administración Bush fue salvada por el Congreso hasta diciembre (ya pasadas las elecciones de noviembre y sus saldos fúnebres), que le concedió un aumento del tope de deuda en 450 mil millones de dólares adicionales para paliar el agujero presupuestal.

EL CINICO HARVEY PITT, el mandamás de la SEC (el equivalente de la CNBV de México que, recordamos, fue manejada por el zedillista Eduardo Fernández, un vecino casual de Amado Carrillo en Las Lomas, y la inolvidable Patricia Armendáriz, quienes hoy recitan lecciones morales a los cuatro vientos después de su experiencia en el Fobaproa-IPAB), reunió al ultraexclusivo "Grupo de los cien ejecutivos" en Manha-ttan para leerles la cartilla -muy a destiempo-, cuando la conducta del mismo Pitt dejó mucho que desear en sus transacciones con Enron y la empresa contable Arthur Andersen. La mafiosa "desregulación" resultó una vulgar "piratería" que "infectó al mundo con su cortoplacismo", como bien desmonta Polly Toynbee al "modelo capitalista estadunidense" en un inigualable ensayo (The Guardian, 28 de junio).

CUANDO LOS GUARURAS de centros nocturnos con vestimenta de vaqueros texanos, como fue el caso insólito de Bernie Ebbers, el folclórico fundador de WorldCom, se hacen cargo de las empresas de alta tecnología, no se pueden esperar resultados óptimos. Pero tampoco hay de qué asustarse tanto: se trata de la reedición del libro imprescindible The robber barons (Los ladrones aristócratas), de Matthew Josephson, quien reseña el aventurerismo pirata de seudoempresarios sin escrúpulos durante la conquista del Oeste y la "revolución de los ferrocarriles", que algunos autores comparan con el bucanerismo en la expansión desregulada de los "nuevos aristócratas ladrones" de las telecomunicaciones y su "burbuja.com".

PERO NO TODO está podrido en Estados Unidos y se debe diferenciar entre la gran masa de inversionistas y empleados defraudados y la mafiocracia que llevó a la criminalización empresarial de la economía, que secuestró a los poderes Ejecutivo y Legislativo, totalmente castrados por la seducción inapelable del dinero. Con propiedad, Kurt Eichenwald se pregunta desde la manzana podrida de Nueva York si "los capitalistas derrumbaron al capitalismo" (The New York Times, 30 de junio). El impoluto libanés-estadunidense Ralph Nader reclama la "riqueza de los ciudadanos" y fustiga, en un reciente ensayo (La fase del crimen empresarial, 27 de junio), al gobierno de Baby Bush: "el actual protector de la propiedad pública se volvió el contrario que permitió el saqueo y el robo. Los medios de comunicación, autonombrados vigilantes de la nación, son apáticos, en el mejor de los casos, en sonar la alarma acerca del control de los ciudadanos sobre los recursos que han comprado o que han heredado de generaciones anteriores" y que "fueron expropiados por el apetito ilimitado del Gran Negocio" y, en apoyo a sus asertos incendiarios, recomienda la lectura del libro de David Bollier (El robo silencioso: el saqueo privado de nuestra riqueza ciudadana). Pero nadie mejor que Nader sabe que los "medios" justamente pertenecen, en su gran mayoría, a las mismas empresas fraudulentas. La salida es muy sencilla: aplicar el axioma de la "destructividad creativa" del economista austriaco Joseph Schumpeter: dejar que las malas empresas quiebren sin el rescate gubernamental, para luego aplicar el peso de la ley regenerativa con el castigo ejemplar a los criminales bursátiles.

POR LO MENOS, en Estados Unidos la sociedad civil comienza a despertar de su letargo perplejo y muchas cabezas han empezado a rodar en el altar del capitalismo para salvar al sistema de sus peores enemigos, con el fin de intentar limitar los daños en las próximas elecciones de noviembre, cuando no se augura nada benigno al nepotismo dinástico de la familia Bush.

ƑY EN MEXICO, qué devendrá de la misma aplicación de la "desregulación" privatizadora cataclísmica y de los músicos neo-liberales monetaristas del Titánic financiero global, quienes siguen tocando las mismas tonadas aburridas hasta el hundimiento final, aunque ya la gran mayoría ha cesado, por fortuna, de escuchar? Si el paradigma es seguir a ciegas a Estados Unidos, Ƒentonces qué se espera para regresar al camino de la "regulación" de las conductas extraviadas en la criminalización de la economía?

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
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