Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 30 de junio de 2002
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Cultura
Se ha descuidado el examen del trabajo de uno de los grandes artistas del siglo XX

Las autoridades culturales no desprecian a Méndez, lo ignoran, expresa Monsiváis

El grabador fue siempre la calidad, la fuerza expresiva, dice el autor de Amor perdido

MERRY MAC MASTERS

El centenario del natalicio de Leopoldo Méndez, figura señera del grabado en México, se cumple este domingo y por tal motivo La Jornada planteó al escritor y periodista Carlos Monsiváis algunas preguntas sobre el artista fallecido en 1969. Con su acostumbrada generosidad, el autor de Amor perdido atendió el llamado.

-El olvido del centenario del nacimiento de Leopoldo Méndez por parte de las autoridades culturales, ¿se puede tomar como desprecio hacia el grabado o simple ignorancia?

-Los que celebran un centenario despliegan ante un público cultural una obra y una vida. En el caso de Manuel Alvarez Bravo esto no tiene problemas al tratarse de una obra extraordinaria reconocida por la crítica internacional y presente en todos los museos. No sucede lo mismo con Leopoldo Méndez, un grabador excepcional al que, con todas las injusticias del caso, se considera fichado, encuadrado en una etapa política, de compromiso social, de izquierda que para su desgracia vivió bajo el estalinismo.

"Por esta razón, fundamentada en el prejuicio y en la identificación mecánica del contenido con las formas se ha descuidado el examen del trabajo de uno de los grandes artistas gráficos del siglo XX.

"Si a eso se agrega la ausencia de una crítica específica, salvo excepciones como Hugo Covantes y Francisco Reyes Palma, es fácil entender por qué las autoridades culturales, también con sus distinguidas excepciones, no se interesan en Leopoldo Méndez. No lo desprecian porque lo ignoran, y lo ignoran porque vagamente saben que nunca han oído hablar de él."

-¿Cuál es la presencia de Leopoldo en el arte del siglo XX?

-Insisto, para honrar la mercadotecnia actual, que sólo cree en las repeticiones, la presencia de Méndez es notable. Se inicia con el grupo del estridentismo y sus artistas plásticos (Fermín Revueltas, Ramón Alva de la Canal, Germán Cueto), se afilia a la izquierda y participa en la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR), funda el Taller de Gráfica Popular. El momento es propicio para el grabado y para la aceptación social del grabado de artistas gráficos muy excepcional. En ese medio, y así con frecuencia la historia desautoriza sus temas y su entusiasmo revolucionario. Méndez es siempre la calidad, la variedad de formas, el conocimiento técnico de primera, la fuerza expresiva.

"Dicho todo esto, todavía no digo nada porque hacen falta las reproducciones que atestigüen el modo en que Méndez inventa la energía, el coraje, la tragedia del pueblo. Inventa porque transforma o esencializa la realidad. Aun en sus caídas aparatosas (desde nuestra perspectiva post-socialismo real) hay siempre por lo menos eficacia."

-¿Cómo se podría revalorar al artista?

-A un grabador tan notable como Méndez se le revalora viendo su obra. No hay ni puede haber otra manera. Todas las interpretaciones no equivalen al asombro ante su vigor de la ramplonería ideológica. A Méndez no lo vence el socialismo, es casi siempre muy superior a sus enfoques, y transporta inmejorablemente lo mejor de la emoción radical de su tiempo, oscurecida por el estalinismo, pero salvada por la generosidad.

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