Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 6 de julio de 2002
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Cultura
Comenzó la temporada de danza española en el Centro Cultural del Bosque

Patricia Linares invoca el flamenco como protesta social

ANASELLA ACOSTA NIETO

Un programa de flamenco tradicional y contemporáneo se presenta durante la temporada de danza española que el jueves comenzó con la participación de Patricia Linares y su Compañía de Baile Flamenco.

Linares estrenó Bolero y Garrotín, cuyas presentaciones continúan este sábado a las 19 horas y mañana a las 18 en el Teatro de la Danza del Centro Cultural de Bosque (atrás del Auditorio Nacional).

La bailadora afirma que los ritmos dramáticos del flamenco le han permitido protestar por la extrema pobreza, la desaparición de los bosques y los animales. En esta ocasión su propuesta coreográfica está basada en la idea de la creación de un planeta nuevo y la exploración de las cualidades que éste podría tener.

La temporada continuará con las presentaciones de María Elena Anaya, del 11 al 14 de julio; la Compañía de Danza Flamenca de Mercedes Amaya, del 18 al 21; María Antonieta La Morris, del 25 al 28, y Caña y Candela Pura del 1 al 4 de agosto en esa sede y en los mismos horarios.

Génesis y evolución multicultural

Patricia Linares y Mercedes Amaya coinciden en que el flamenco es un baile que conjuga todas las emociones humanas, pues parte de una fuerza interior. ''Puedes llorar, reír, enamorar, asustar", dice Amaya.

El origen y la evolución de este baile es multicultural, parte del siglo XVI y abarca la esclavitud de la población negra subsahariana, la presencia de la población árabe en tierra española, la expulsión de los moros, la hospitalidad de los gitanos para con los perseguidos y la colonización de América.

Linares manifiesta que el flamenco, nacido en Andalucía, ''al principio surgió como un lamento y una protesta", que después se fundió con el folclor para dar lugar al género tradicional.

Mercedes, sobrina de la bailadora Carmen Amaya, subraya el origen incierto de este baile, pero destaca la participación de los gitanos, grupo errabundo que acogió a esclavos y moros, y con éstos a sus respectivas manifestaciones culturales.

Género bien recibido en México

En los años 50 aparecen los tablaos y con éstos se impone una nueva escuela de cante, toque y baile. La fuerza de los pies y el brío del movimiento son cualidades que sobresalen en los bailadores de flamenco, de los cuales la española Manuela Carrasco dio ejemplo sin igual en la década de los 70. Ahora destacan propuestas innovadoras, como las de los españoles Antonio Canales, Javier Barón, Carmen Cortés y Javier Latorre.

En México, expresa Mercedes Amaya -quien ha trabajado al lado de Antonio Canales-, el flamenco es bien recibido por las personas y hay mucho talento; el problema son las instituciones, que apuestan poco por los artistas. ''Es un crimen que vayas al extranjero, lleves el nombre de México en alto y se te respete, pero llegues a tu tierra y nadie te apoyen".

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