Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 19 de julio de 2002
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Política

Jorge Camil

Ser o no ser

Ser o no ser: México se encuentra inmerso en el proverbial dilema shakesperiano. Vicente Fox prometió derrotar la impunidad, pero los delincuentes del pasado, viejos conocidos del pueblo e identificados con nombres y apellidos, continúan protegidos por la necesidad imperiosa de mantener buenas relaciones con el Poder Legislativo. De esta manera, la negociación del marco legal para desarrollar el ambicioso programa de gobierno adquiere prioridad sobre la administración de justicia y supera las grandilocuentes promesas de campaña. (Aunque, por otra parte, tampoco avance el huidizo programa de gobierno y la Suprema Corte, despojada del servilismo de otros tiempos, continúe estampando el sello de inconstitucionalidad en los decretos al vapor que promulga el Ejecutivo en su desesperación por salir del atolladero.)

Mientras tanto, los partidos políticos, con la comodidad de quien observa los toros desde la barrera, proponen y critican a un tiempo la instalación de una "comisión de la verdad" alegando, según convenga a sus intereses, las ventajas de la institución anglosajona del accountability (que se traduce en "rendición de cuentas") o los cristianos beneficios de la remisión de los pecados. "Hay que perdonar -dicen piadosos- para seguir adelante"; temen que el revanchismo destruya al país y hunda nuestra incipiente democracia en un maremagno de ingobernabilidad. To be or not to be, esa es la cuestión: los analistas hablan hasta el cansancio del Pacto de la Moncloa, pero no somos españoles y por eso continuamos dispuestos a matar o morir en el país donde la vida no vale nada, disputándonos rabiosamente, y con frecuencia a costa del bien común, el jugoso botín de la Presidencia. Ojo por ojo y diente por diente: por eso la inusitada revelación del Pemexgate se pagó con el escándalo de las contribuciones extranjeras a la campaña de Vicente Fox.

En el asunto de las contribuciones, sin embargo, el IFE no avanza con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores porque ésta se toma su tiempo exigiendo deliberadamente que se le pidan las cosas con legalidad prusiana, y el artífice de los Amigos de Fox, un hombre forjado en el pragmático mundo de las empresas multinacionales se convirtió de pronto en un académico constitucionalista dispuesto a defender a capa y espada el sacrosanto principio del secreto bancario. (En este aspecto Lino Korrodi nos recuerda a Dick Chenney, otro empresario metido en la política, actualmente litigando contra la oficina del contralor de Estados Unidos para impedir la entrega de sus notas personales de las reuniones con Enron, y así "defender la soberanía y confidencialidad de las decisiones del Poder Ejecutivo": Dios los cría y ellos se juntan.)

Seguimos pretendiendo construir el edificio de nuestra naciente democracia sobre el frágil templete del triunfo electoral del 2 de julio: un hecho que, sin restar mérito a los esfuerzos y creatividad de los Amigos de Fox, fue también resultado del voto de rechazo a un régimen "neoporfirista, ciego e incapaz de percibir los cambios del país" (Los calificativos son de Octavio Paz en una carta dirigida a Manuel Moreno Sánchez el 28 de noviembre de 1968 y publicada en La Jornada, 12/7/02). Dos años después del triunfo de Vicente Fox la prioridad de los dos principales partidos políticos es asegurar, hoy, el triunfo electoral en 2006, incurriendo así, a cuatro años del destape, en el pecado capital del priísmo: el peligroso juego de la sucesión presidencial, que inhibe como balde de agua fría el desarrollo económico.

Para probar la fuerza de nuestra democracia nos hemos asomado con ojos de asombro y la curiosidad reflejada en el rostro a lo desconocido: šla caja de Pandora del 68 y la crueldad del Jueves de Corpus! Y sin saber adónde vamos seguimos como el niño travieso que pone a prueba su libertad empeñado en incursionar cada vez más lejos en el terreno prohibido. ƑSe trata de humillar o castigar a un ex presidente? ƑDebemos esperar una sesión de pan y circo? ƑEs un nuevo intento por escalar la guerra del "ojo por ojo y diente por diente"?

Por otra parte, sabemos de sobra que no es fácil condenar un acto de genocidio (ahí están Pinochet, Videla y compañía). Como en el pasado inmediato los tribunales y el sistema jurídico estaban al servicio incondicional de la política, aún no distinguimos entre los golpes de timón y las verdaderas decisiones judiciales; entre lo meramente "conveniente" y la aplicación tajante de la ley. Pero no debemos sentirnos mal: en Estados Unidos, que se precia de tener la democracia más perfecta del mundo, las autoridades bursátiles han sido incapaces de castigar con todo el peso de la ley a los más recientes transgresores financieros, porque George W. Bush y Dick Chenney pudiesen estar involucrados en prácticas similares. ƑQué haríamos sin políticos y telenovelas?

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