El brazo campesino del tricolor: 65 años de corporativismo
Después del decreto presidencial que emitió el gobierno de Lázaro Cárdenas del Río en 1935, que dio paso a la organización de los campesinos en comités regionales, ligas de comunidades, sindicatos agrícolas y cooperativas, en 1938 se constituyó oficialmente la Confederación Nacional Campesina (CNC).
Desde su surgimiento, esta organización se constituyó en el brazo campesino del Partido Revolucionario Institucional (PRI) para garantizar por décadas el "triunfo" electoral del priísmo en el sector rural.
La Confederación Nacional Campesina está formada por 32 ligas de comunidades agrarias, 488 comités regionales campesinos, mil 160 comités municipales, 20 uniones nacionales de ramas de producción y 20 mil delegados en el país. De acuerdo con datos de la propia organización, tiene 6 millones de simpatizantes.
Originalmente, la CNC fue institucionalizada por la entrega de tierra a los campesinos, práctica que culminó en 1992 con las reformas al artículo 27 constitucional, y durante su existencia ha desarrollado prácticas corporativistas.
"El carácter corporativo de la CNC lo determina su funcionamiento centralizado, ya que una organización que se mimetiza según las exigencias de la política agropecuaria gubernamental difícilmente puede desarrollar una vida realmente democrática", sostiene Juan José Rojas en el análisis Transformación neocorporativista de la CNC.
En la actualidad la CNC, encabezada por Heladio Ramírez López, mantiene una buena relación con el gobierno federal que preside Vicente Fox, y esto se hizo manifiesto en el reciente congreso, al que asistieron cinco secretarios de Estado.
Rojas agrega que uno de los obstáculos para la transformación de la CNC es que ha sido un "instrumento de promoción social, y un espacio en el que sus cuadros dirigentes hacen carrera política con el propósito de escalar mayores posiciones de poder tanto en las estructuras priístas como en el gobierno". Ejemplo de lo anterior es que en este momento 74 cenecistas son legisladores, es decir, casi la tercera parte de la bancada priísta.
Los dirigentes nacionales cenecistas han sido secretarios de Estado, gobernadores estatales o al menos legisladores. Así, Augusto Gómez Villanueva, secretario general de la CNC en 1967, fue después jefe del Departamento de Asuntos Agrarios -antecedente de la Secretaría de la Reforma Agraria-; Víctor Cervera Pacheco fue titular de la SRA y gobernador de Yucatán; Héctor Hugo Olivares y Maximiliano Silerio Esparza fueron legisladores federales en varias ocasiones; Beatriz Paredes gobernó Tlaxcala y hoy es diputada federal, y Heladio Ramírez fue mandatario estatal de Oaxaca.
En 1988 acabó para la CNC el privilegio de ser la única interlocución gubernamental del sector, porque a instancias del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari se creó el Congreso Agrario Permanente, que integró a once organizaciones, incluida la CNC, para dar paso a la reforma agropecuaria que concluyó con la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. ANGELICA ENCISO
