Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 4 de octubre de 2002
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El regreso de la política, la diferencia entre estas elecciones y las pasadas: experto

Pide Lula a los brasileños indecisos "un voto de confianza", en el último día de campaña

Los sondeos del voto le dan ventaja de casi 30 puntos sobre su más inmediato rival

STELLA CALLONI ENVIADA

Sao Paulo, 3 de octubre. Previo a un decisivo debate televisivo, Luiz Inacio Lula da Silva, el candidato del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) a la presidencia de Brasil, favorito con ventaja de casi 30 puntos sobre su más inmediato rival, llamó este jueves a los indecisos a darle su voto para lograr la mayoría absoluta en las elecciones del domingo.

"Yo necesito su voto de confianza, y merezco esta oportunidad para la cual me he preparado", dijo en el último día de propaganda electoral el ex obrero metalúrgico, quien recordó que tiene el apoyo de los ex presidentes Itamar Franco y José Sarney, así como de empresarios, economistas y trabajadores.

Lula, quien según la encuesta Datafolha divulgada anoche tiene 49 por ciento de votos, 27 puntos arriba del candidato del oficialista Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), José Serra, dijo a los indecisos que Brasil necesita un "cambio, no un casi cambio".

En virtual empate técnico por el segundo lugar con Serra se encuentra el evangélico de izquierda moderada Anthony Garotinho.

La jornada fue de tensa espera frente a un debate de los candidatos presidenciales que puede definir puntos a última hora y determinar si Lula gana en primera vuelta con 50 por ciento más uno de los votos, y eso quedó claro en el último mensaje electoral de Serra, quien llamó a los electorales a darle oportunidad para ir a un segundo turno.

Con este debate llega el final de la campaña, y los contendientes deberán llamarse a silencio, en un proceso electoral que puede producir cambios fundamentales en el país y la región. Esto tiene en vilo a más de 175 millones de brasileños, de los cuáles 50 millones están en la pobreza y más de 20 millones en la indigencia.

De la importancia de los comicios dan cuenta las delegaciones de políticos, funcionarios, sindicalistas y parlamentarios que continúan llegando al país, para asistir a lo que se vaticina como un momento histórico para América Latina.

Hay analistas aquí que quieren ver una semejanza con las elecciones de 1989, cuando el candidato Fernando Collor de Mello acumulaba un alto caudal de votos sobre sus oponentes, entre ellos Lula. Collor de Mello inauguraría un periodo latinoamericano, junto a Carlos Saúl Menem, de Argentina, en el cual la frivolidad en la metodología política y promesas ligeras dejaron una de las mayores estelas de corrupción en los dos países. Entonces, en el debate con los candidatos, Lula fue derrotado por Collor de Mello, según los análisis políticos.

Blanco de ataques

Ahora, en este debate, pronosticaban que Lula será el blanco de ataques para forzar una segunda vuelta, especialmente por parte de Serra, quien siempre ha intentado transmitir la idea de que el petista no puede gobernar, e incluso ha perdido minutos de propaganda electoral por haberlo atacado diciendo que al no contar con título universitario es incapaz.

También se vaticina una lucha para vermdf32565 ok quién se queda con el segundo lugar, en un final cerrado entre Serra y Garotinho, ex gobernador de Río de Janeiro que se ha revelado como una sorpresa, con buena cantidad de votos de los millones de evangélicos del país.

Lula, por su parte, se juega conquistar a los indecisos, que Datafolha estima en 5 por ciento de los 115 millones de votantes, y en 29 por ciento los que pueden cambiar a último momento su intención de voto.

Pero la principal diferencia en estas elecciones, comparadas con las anteriores, es "el regreso de la política", como planteó el politólogo francés Alan Touraine. También se recuerda que el presidente Fernando Henrique Cardoso logró su relección en 1998 montado sobre el control de la inflación, el encantamiento con el real -el uno a uno de la moneda brasileña con el dólar- y que hoy, como en Argentina se paga caro, aunque no tanto.

Lula deberá demostrar que su carisma es tan irresistible como lo fue en su momento el beneficio verdadero o ficticio del real, señala un análisis.

Mucho ha cambiado desde entonces. Recientemente, Lula decía a La Jornada que sus principios siguen firmes, pero que cuando se va a disputar el poder, si se toma esta decisión, hay que tener la responsabilidad para analizar la realidad y también la enorme dinámica de cambios que exigen abrir los caminos, lo que no quiere decir un divorcio con aquellos principios. Para quienes hemos cubierto las elecciones en el 94 y el 98, y entrevistado a Lula en ambos momentos, el líder petista no parece haber abandonado su espíritu aguerrido y llano, pero sí ha madurado, y se ha preparado cuidadosamente, como reconocen hasta sus oponentes e incluso Cardoso.

El candidato liberal a la vicepresidencia por el PT, el poderoso empresario José Alencar, que con su presencia une el "agua con el aceite", como dicen aquí, se muestra asombrado de la capacidad organizativa del partido, que hoy enviaba a miles de sus entusiastas militantes a conquistar el voto de los indecisos.

En estos días, Lula evitó exponerse más de lo necesario y también dedicó buen tiempo a prepararse para el debate de esta noche, después de haber logrado una revolucionadora conjunción entre su partido y un grupo de empresarios e industriales, que defienden sus empresas contra el huracán globalizador y la especulación financiera que se traduce en un mercado que no da tregua.

Este día hubo críticas en los diversos círculos políticos de uno y otro bando por las virtuales sugerencias de nombres para ocupar lugares clave en economía, que publicó el diario estadunidense Wall Street Journal.

"Para el puesto clave de presidente del Banco Central, los inversores están haciendo circular nombres considerados simpáticos para el sector privado. Entre ellos el de Joao Sayad, el ex banquero que ocupa la Secretaría de Finanzas del municipio de Sao Paulo; Henri Phlippe Reichstul, ex presidente de Petrobrás, y Enrique Meirelles, jefe de la división Internacional de Fleet Boston Financial Corp. Los inversionistas temen que Lula nombre a un economista académico con poca experiencia en el mercado financiero. Hasta ahora, los inversores dentro y fuera de Brasil tienen acordado dar a Lula el beneficio de la duda", dice el Wall Street Journal, en su análisis donde parece resignarse a la realidad de un triunfo de Lula.

Al finalizar se menciona que, de hecho, analistas de algunos bancos de inversionistas mantuvieron por mucho tiempo "la esperanza de que ganara José Serra". Cita el diario las palabras de James Barrineu, de Alliance Capital Management Inc., de Nueva York, quien admite que "estamos en el proceso de las personas que se acostumbran a la idea de un gobierno de Lula", en lo que considera un virtual proceso de aceptación después de "algunos meses de negación, furia y todo lo demás".

De hecho, se conoció aquí que la embajadora estadunidense Donna Hrinack sugirió a los asesores de Lula que tengan a mano un traductor para cuando termine el comicio, y responder así el llamado que le haga el presidente George W. Bush. Y también hay una indicación en ese sentido, aunque sin traductor, del presidente mexicano, Vicente Fox.

Por su parte, el economista Roberto Macedo escribió en O Estado de Sao Paulo que algunos funcionarios como Kenneth Rogggoff, del Fondo Monetario Internacional, harían un enorme favor a Brasil si evitasen hablar sobre lo que este país debe hacer. Pero nada de esto parece alterar el camino electoral.

El día fue más tenso por el debate, que al comenzar esta noche tuvo cierto aire desangelado, con un agresivo Serra disparando sobre Lula, mientras que el PT decidió movilizar a unos 700 mil militantes para que trabajen en las últimas horas casa por casa, lugar por lugar, en busca de definir el resultado en la primera vuelta.

El regreso de la política depara muchas sorpresas en Brasil. Junto a Lula, Alencar sigue asombrando por su capacidad aleatoria al PT en estas circunstancias después de aquella memorable intervención en un mitin donde gritó a los cuatro vientos que en Brasil "las personas no van a aceptar más que haya 50 millones de brasileños viviendo bajo la línea de la pobreza".

Mucho más allá de la alianza electoral en Brasil se habla a fondo de la defensa de la soberanía, y parece ser uno de los pocos países donde se entiende hasta qué punto está amenazada y cuáles serían los alcances de "un colonialismo clásico que plantean algunos sectores en Washington". No es sólo un juego político. "Para el empresariado brasileño es una situación de subsistencia real, y un concepto real de nación y nación poderosa".

Algo más que una acécdota

Que empresarios y dueños de las industrias más importantes apoyen a un candidato de izquierda, es algo más que una anécdota. Es -para muchos aquí- un novedoso "mensaje" para el fundamentalismo del mercado, señalan en círculos empresariales. Hay algo más, con la política de mercado impuesta por Cardoso los brasileños pasaron del encantamiento al desencanto. En cuanto a las relaciones Brasil-Estados Unidos, se analiza que Washington deberá actuar frente a un novedoso bloque nacional que no está dispuesto a ceder ante los intentos de imponer sin cortapisas un Area de Libre Comercio de las Américas.

Por eso se da a esta eleccción un enorme carácter plebiscitario, de rompimiento y cambios, como lo ha definido el religioso y escritor Frei Betto, quien hizo un llamado para que "nadie deje de votar", porque "es el momento del cambio y no puede escaparse esto para una sociedad postergada".

Lo que pocos señalan es que el candidato del PT y la esperanza del cambio ha captado a millones de jóvenes, incluso independientes, que han encontrado un camino, lo cual es una enorme responsabilidad y desafío para ese partido izquierdista. Existe en el mayor país de América Latina una especie de "revuelta pacífica", pero generalizada contra el modelo económico, se resalta aquí, y esa misma revuelta es la que se expondra políticamente en el voto del domingo 6 de octubre.

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