Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 5 de octubre de 2002
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Mundo

Estiman que se comportará conforme con los deseos de los mercados internacionales

Expectativa en Wall Street de que Lula ganará las elecciones presidenciales en Brasil

La correduría Merril Lynch elevó la calificación de la economía de la nación sudamericana

Habrían disciplinado al próximo gobierno con altas tasas de interés de deuda y devaluación

JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES

Washington y Nueva York, 4 de octubre. La correduría más grande de Wall Street, Merrill Lynch, elevó hoy su calificación de la economía brasileña al aproximarse las elecciones presidenciales en ese país, y varios analistas financieros estadunidenses reportan que el probable ganador, Luiz Inacio Lula de Silva, gobernará de una manera más favorable al mercado internacional financiero de lo que inicialmente se pronosticaba.

En parte, este cambio de perspectiva re-sulta del hecho de que algunos en los mercados financieros internacionales se han resignado a la realidad de que las tendencias apuntan hacia un triunfo de Lula, si no en la primera, en la segunda ronda.

Pero al mismo tiempo, estos analistas también señalan que las acciones de los mercados en los últimos meses -elevar las tasas de interés sobre la deuda brasileña y bajar el valor de su moneda- podrían haber "disciplinado" a quien suponen será el próximo gobierno de tal manera que aceptara los dictámenes de Wall Street.

"Creo que sus simpatizantes más radicales (los de Lula) se decepcionarán por la forma en que gobernará", comentó el analista financiero Bernard Aronson, presidente de Acon Investments. Aronson se desempeñó como secretario asistente de Estado encargado de América Latina durante el gobierno de George Bush padre.

Agregó que Lula ya ha declarado que no rechazará la deuda y que tiene la intención de apegarse a las condiciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) que acompañaron el reciente paquete de crédito de 30 mil millones de dólares otorgado a ese país.

En entrevista con La Jornada, Aronson explicó: "Este es un viejo cuento. Carlos Menem hizo campaña como populista, y después descubrió que uno no puede gobernar como radical o como populista o todo el capital volará de tu país. Por eso, hizo una corrección y tomó medidas para asegurar los mercados".

Ese análisis parece ser compartido, por lo menos parcialmente, por Merrill Lynch. La correduría sugirió en un boletín enviado hoy a sus clientes que se puede esperar que Lula nombre funcionarios del Banco Central que serían aceptables para los mercados; como resultado, la firma elevó su calificación de inversión en la deuda brasileña.

Según el analista John Williamson, del Instituto Internacional de Economía, es intensa la presión sobre Lula para que acepte la voluntad de los mercados.

Enfrentados con la posibilidad de un triunfo electoral del candidato socialista, los mercados internacionales han elevado los pagos de intereses sobre la deuda brasileña más 20 por ciento y han devaluado su moneda casi una cuarta parte.

A estas tasas de interés, Brasil simplemente no tiene la capacidad para cumplir con sus obligaciones sobre la deuda externa de 96 mil millones de dólares, que se multiplicó en gran medida por las políticas económicas el presidente saliente, Fernando Henrique Cardoso, señaló Williamson.

Además, el sector público tiene una deu-da ante acreedores brasileños equivalente a más de 230 mil millones de dólares.

Williamson, ex banquero británico, señaló que hay aún más presión sobre Lula, ya que 24 mil millones del paquete de 30 mil millones en total del FMI para Brasil estarán disponibles sólo después de la toma de posesión del próximo presidente y de que éste declare que cumplirá con las condiciones del organismo.

O sea, si Lula llega a la presidencia, tendrá que mantener un superávit presupuestal de casi 4 por ciento del producto interno bruto y cumplir con varios otros requisitos.

Eso podría ser difícil de lograr, indicó Williamson, si Lula cumple con su promesa de duplicar el salario mínimo y reformar las leyes de seguridad social.

Pero Aronson sostuvo que es peligroso esperar que un político gobierne de la misma manera que hace campaña. "Ningún político puede cumplir con lo que la gente espera que entregue cuando está en campaña", dijo a La Jornada.

"Pero a veces los políticos pueden satisfacer a sus bases con acciones simbólicas, como a quién nombran y cómo actúan en otros temas", añadió.

ƑPero podrá el próximo presidente asegurar a los mercados y a la vez satisfacer las demandas del pueblo de Brasil sobre políticas que resuelvan las necesidades de las grandes mayorías?

Aronson argumentó que si Lula logra restaurar la confianza de los mercados financieros internacionales, la inversión retornará a su país, lo cual traerá más crecimiento económico y una reducción del desempleo.

Pero reconoció también que la estructura fundamental de la economía brasileña es sana, y por lo tanto los mercados internacionales no van a otorgarle al dirigente so-cialista un amplio espacio de maniobra si triunfa en las elecciones.

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