Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 7 de octubre de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  CineGuía
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  Fotos del Día
  Librería   
  La Jornada de Oriente
  La Jornada Morelos
  Correo Electrónico
  Búsquedas
  >

Política
ASTILLERO

Julio Hernández López

Legionarios y Amigos

El Opus Dei gana puntos frente a los Legionarios que casaron a Vicentillo

Korrodi, de fiesta en Los Pinos, mientras ordenan aprehensiones por el Pemexgate

LA BODA DE VICENTILLO no dio mucho de que hablar, pues los padres de los contrayentes tuvieron la delicadeza de evitar que una ceremonia de corte privado se convirtiera en escaparate político o en asunto público. El padre del joven novio llegó incluso al extremo de precisar, oficialmente, que los gastos del acontecimiento familiar serían cubiertos de su peculio (aunque no se tiene mejor testimonio que su palabra: por ejemplo, el recibo de honorarios de la Orquesta del Ejército y la Fuerza Aérea, cuyos integrantes, de etiqueta contrastante con la informalidad de los principales festejantes, amenizaron la celebración en los jardines de Los Pinos, por los cuales, desde luego, tampoco se sabe que se haya pagado renta alguna).

DOS DETALLES DE esa intimidad, sin embargo, arrojan luz sobre temas públicos: la filiación del sacerdote que ofició el sacramento matrimonial, Santiago Pérez Santana, quien pertenece a los Legionarios de Cristo, y la presencia de un amigo entre los amigos, el judicialmente acosado Lino Korrodi. Ambos puntos tienen actualidad plena: casi el mismo día (sólo hubo unas horas de diferencia) que un miembro de la congregación del sacerdote Marcial Maciel posó sus plantas en Los Pinos para oficiar una misa, en el Vaticano era declarado santo el fundador del Opus Dei, Josemaría Escrivá de Balaguer. Como es sabido, las dos agrupaciones (legionarios y obra divina) mantienen una silenciosa competencia por ganar presencia entre empresarios, políticos e intelectuales e imponer sus particulares concepciones religiosas y políticas. Hasta ahora, sobre todo por la ayuda de la señora Marta, los legionarios han logrado colarse hasta la cocina presidencial, mientras el Opus Dei se ha mantenido alejado de las cortinas palaciegas, distancia que ha permitido a la Obra ser crítica y opositora de decisiones tomadas por el presidente Fox, como la de casarse civilmente a pesar de no haber disuelto ni él ni la señora Marta los vínculos matrimoniales religiosos que ambos siguen teniendo con sus cónyuges originales, o la exhibición de El crimen del padre Amaro, cinta contra la cual los segmentos religiosos más intolerantes habían pedido censura. La elevación a los altares del religioso español (todo un récord en cuanto a rapidez para ser declarado santo: sólo 27 años desde su muerte) concede una ventaja estratégica importantísima a su congregación en el contexto de la política mexicana: no sólo son muchísimos más los mexicanos asociados a esa agrupación (miles de ellos viajaron a Roma para presenciar las ceremonias de santificación encabezadas por el papa Juan Pablo II), sino que ahora han recibido el máximo aval posible, mientras sus competidores internos, los legionarios, se mantienen bajo la acusación nunca suficientemente esclarecida de que su jefe espiritual, el sacerdote Maciel, habría sucumbido a las tentaciones carnales frente a adolescentes y jóvenes que luego lo han denunciado públicamente por esos abusos sexuales.

LINO KORRODI, A su vez, departía este sábado tranquilamente en Los Pinos, sin apremio ni preocupación alguna por los enredos derivados de las indagaciones sobre las finanzas de los Amigos de Fox, mientras un juez federal ordenaba la aprehensión de ocho involucrados en el llamadoPemexgate, entre ellos cuatro que fueron directivos del comité nacional priísta durante la campaña de Francisco Labastida. La placidez de uno y las angustias de los otros avivan las sospechas de que el Presidente de la República protege a los suyos y persigue a los contrarios por motivaciones políticas y electorales y, específicamente, que el tema de los Amigos de Fox ha sido sustraído de la investigación judicial mediante presiones a jueces y magistrados, a quienes se ha convencido de mantener los expedientes de la agrupación amistosa en secreto, sin que se pueda comprobar si se suministró dinero ilegal privado y extranjero a la precampaña y la campaña del ex gobernador guanajuatense. Pieza clave de ese entramado es justamente Korrodi, quien según los indicios que se han dado a conocer elaboró sistemas de triangulación que, al estilo usado por quienes lavan dinero, permitió tratar de disfrazar el origen y el destino de fondos comprometedores. Toda esa enjundia indagadora ha sido puesta en cambio al servicio de la persecución de petroleros y priístas que habrían transferido fondos de Pemex a las arcas del partido tricolor. El mismo presidente Fox cometió la semana anterior el desliz de declarar públicamente que "no hay elementos de comparación" entre los dos casos, pues en uno se trata de dinero público y en el otro de fondos privados. Tamaña insensatez pretende asentar que el elaborado financiamiento proveniente de entidades privadas (como Enron u otras empresas internacionales de asuntos energéticos, o el mismo dinero proveniente de la delincuencia organizada) no haría tanto daño a los intereses patrios como el cavernícola saqueo priísta del erario. También subyace en esa postura presidencial la idea del lavado patriótico de dinero: el del Pemexgate habría servido para mantener otro sexenio de la dictadura priísta, mientras el de los Amigos de Fox habría contribuido a instalar la democracia y el cambio político.

YA PARA TERMINAR, entérese de que el vocero presidencial, Rodolfo Elizondo Torres, reconoció el pasado fin de semana en Cuernavaca, donde fueron reunidos los coordinadores de comunicación social de todas las oficinas del gobierno federal -a quienes Vicente Fox dirigió un discurso conminándolos a trabajar en equipo-, que la crítica de los medios al Presidente podría molestarle a éste "en determinados momentos" en que no anda "de muy buen humor". Decía Elizondo en entrevista: "bienvenida la crítica, mientras sea propositiva, para eso estamos. Yo creo que los medios cumplen con una gran labor al señalar los errores del gobierno". ¿Aunque le moleste al Presidente?, preguntó algún reportero molestador, y Elizondo contestó: "Yo creo que nos podrá molestar en determinados momentos que no andamos de muy buen humor, pero finalmente es algo con lo que ustedes tienen que cumplir..."

Fax: 55 45 04 73 [email protected]

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año