MEXICO, S.A.

Carlos Fernández-Vega

Fallaron las predicciones de Wall Street sobre Lula

Los ''mercados nerviosos'' se hacen bolas

LULA GANO AYER LOS COMICIOS brasileños: 49 por ciento de los votos contra 20 por ciento del candidato oficialista José Serra (que no Puche) y 17 por ciento de Anthony Garotinho, de acuerdo con una encuesta de salida realizada por el Instituto Ibope, divulgada por Globo News, misma que reconoce un margen de error de un punto porcentual, por lo que se desconoce si será necesaria una segunda ronda electoral, toda vez que para obtener la Presidencia se requiere 50 por ciento de los sufragios más uno para ganar la elección en la primera vuelta.

DE CUALQUIER SUERTE, los grandes perdedores de ayer fueron aquellos que financiaron y promovieron la feroz campaña en contra de Lula y su plan económico -bautizado ya como lulanomía- e hicieron hasta lo imposible -vestidos de "mercados nerviosos" e "inversionistas temerosos"- para sembrar el miedo y provocar desestabilización.

ENTRE OTROS ELEMENTOS, la lulanomía considera la distribución más equitativa de la riqueza; una reforma agraria que distribuya la tierra improductiva entre los trabajadores rurales; la estatización de empresas privadas que ofrecen servicios que corresponderían al Estado y que restan eficiencia a la economía; dar prioridad al Mercosur y rechazar el ingreso al ALCA si Estados Unidos no elimina medidas proteccionistas como los subsidios agrícolas.

ADEMAS, CUMPLIR CON los compromisos de la deuda externa, pero sin interés de usura ni ajustes fiscales que frenen el crecimiento económico; abatir las tasas internas de interés de 18 a 12 por ciento; estimular el crecimiento de las pequeñas empresas para generar empleos; una reforma tributaria que aumente impuestos a los que más tienen y reduzca los que pagan los sectores de bajos ingresos, y una laboral, que proteja a los trabajadores.

MIENTRAS LAS AUTORIDADES electorales dicen la última palabra y los brasileños se organizan para sacar adelante el enorme paquete, los "mercados nerviosos" y los ''inversionistas temerosos" se hacen bolas, como señala un análisis de Reuters: "ƑPor qué no previó Wall Street lo que sucedería en Brasil?... Wall Street se pregunta por qué no pudo percibir (la) popularidad (de Lula) y cómo actuará el mercado frente a Brasil bajo su liderazgo... La respuesta a la segunda pregunta se conocerá cuando Lula, si es elegido, nombre a su gabinete económico y establezca las políticas que revelarán si ha moderado sus anteriores puntos de vista radicales".

LAS PREDICCIONES DE Wall Street de que los bonos brasileños registrarían fuertes ganancias en 2002 resultaron ser desastrosas para los inversionistas que siguieron el consejo. Los precios de los bonos de la mayor economía latinoamericana han bajado 24 por ciento en lo que va del año, mientras el mercado de deuda emergente ha subido 2 por ciento.

TODO COMENZO, ANOTA la agencia, con lo que ahora parece ser la predicción superficial de que Lula, el eterno candidato del opositor Partido de los Trabajadores, tendría fuerza en el comienzo de la campaña electoral y que ésta se desvanecería después, tal como había ocurrido en las tres elecciones presidenciales previas. "Desde el comienzo de la campaña, las encuestas de intención de voto mostraron que los votantes brasileños querían un cambio, y creo que la gente -Wall Street- cerró los ojos a eso'', dijo Emy Shayo, analista de Bear Stearns.

UNA ENCUESTA INFORMAL entre expertos en mercados emergentes -entre ellos, de manera destacada, Brasil- demostró que los inversionistas recibieron una sorpresa doble: "No esperaban que el gobierno eligiera un candidato tan adusto y poco fotogénico como el ex ministro de Salud, José Serra... Me sorprendió que Cardoso no pudiera presentar a alguien que fuera al mismo tiempo aceptado por los mercados y ampliamente atractivo para el electorado -como advirtió Mark Siegel, administrador de fondos de DL Babson, miembro del MassMutual Financial Group-''... Tampoco predijeron que Lula, un ex obrero del sector metalúrgico y ex líder sindical, tuviera un cambio de imagen tan exitoso. "El socialista de pantalones vaqueros, que en algún momento dijo que Brasil debía renegociar su deuda, se convirtió inesperadamente en un hombre moderado, vestido de traje".

EN LUGAR DE QUE SE cumplieran las predicciones de que su popularidad decaería hacia el final de la contienda, Lula consolidó su liderazgo. Durante sus ocho años de gobierno, el presidente Cardoso dijo a los brasileños que vendrían tiempos mejores si esperaban a que los beneficios de sus políticas empezaran a llegar al segmento más amplio de la población. "Wall Street sabía que esas políticas acabaron con la hiperinflación y condujeron a una estabilidad macroeconómica sin precedentes. Por lo tanto, Nueva York restó importancia a las primeras encuestas de intención de voto, que indicaban que los electores querían un cambio para que se cerrara la amplia brecha entre los pobres y los ricos".

WALL STREET, SIN EMBARGO, pasó por alto el hecho de que el electorado brasileño no le daría crédito al gobierno de Cardoso por la estabilización de la economía. "No entendíamos que los votantes penalizarían a la administración por la lentitud con la que la estabilización comenzó a dar frutos en términos de crear empleos y promover el crecimiento económico", dijo Lawrence Krohn, jefe de economía para América Latina de ING Financial Markets.

CON LULA, QUIZAS, la ventaja sea que dentro de cuatro años, al final del que sería su primer periodo presidencial, el mercado no estará sufriendo nuevamente por la incertidumbre acerca de quién es realmente. "O se convierte en un radical después de todo y fracasa y no es relegible, o será un moderado, en cuyo caso tendrá éxito y el mercado estará complacido... Dentro de cuatro años estaremos más cómodos con el PT. Manejar el país será algo nuevo para ellos, pero han administrado varios estados y gobiernos municipales y han hecho un trabajo relativamente bueno. No vemos crisis en esos lugares actualmente", dijo Paul Dickson, gerente de cartera de mercados emergentes de JPMorgan Fleming Asset Management.

Las rebanadas del pastel:

šQUÉ FALTA DE SENSIBILIDAD política!: sólo a los pedinches y bolsudos damnificados por el huracán Isidore se les ocurre solicitar ayuda al gobierno federal... No se enteraron que el presidente Fox y Martita ya habían posado para cámaras y micrófonos cargando bultos y apapachando menesterosos... Después del baño, a esperar la propaganda del cambio.

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