Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 15 de octubre de 2002
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Economía

MEXICO, S.A.

Carlos Fernández-Vega

Consultorías internacionales recortan el optimismo de Fox

Sólo Presidente y el secretario Gil Díaz se aferran al PIB de 1.8 por ciento para 2002

A ESTAS ALTURAS DEL PARTIDO parece que sólo existen un par de aferrados en lo que a crecimiento del producto interno bruto se refiere: Vicente Fox y Francisco Gil Díaz, quienes se anclaron, para ese indicador, en su estimación original de 1.8 por ciento para 2002.

MUCHOS Y VARIADOS HAN sido los elementos que a lo largo del año se han reportado en la materia, como para que el inquilino de Los Pinos y su secretario de Hacienda reconsideraran esa proyección. Pero no, porque todo, a juicio de ambos personajes, marcha sobre ruedas.

FALTA UN MES PARA que el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) divulgue la información referente al comportamiento del PIB en el tercer trimestre de 2002, sin olvidar que en los primeros seis meses del año dicho indicador reportó ni frío ni calor: cero por ciento, tras una caída de 2 por ciento de enero a marzo y de un repunte de 2.1 de abril a junio. En 2001, la caída fue de 0.3 por ciento.

PARA QUE 2002 CIERRE con un crecimiento de 1.8 por ciento en el producto interno bruto, como vaticinan Fox y Gil Díaz, el reporte del INEGI para el PIB del tercer trimestre de 2002 tendría que anunciar -algo por demás dudoso- un avance no menor a 3.6 por ciento entre julio y septiembre e igual proporción en el lapso comprendido entre octubre y diciembre. Sólo así se confirmaría que el optimismo del chiquillo mayor y su secretario de Hacienda tenía razón de ser.

EN LA MISMA FECHA -15 de noviembre, a más tardar- en la que el INEGI divulgue el mencionado reporte del PIB, el gobierno del cambio, por medio de su secretario de Hacienda, tendrá que presentar sus criterios generales de política económica, junto con el proyecto de presupuesto -recortado- de egresos de la Federación y el proyecto de ley de ingresos de la federación. Todos, para 2003. Este paquete dará cuenta de las renovadas proyecciones macroeconómicas del gobierno del cambio para el próximo año, tras dos holgados fracasos (2001 y 2002) en la materia.

MIENTRAS LA MACROCALCULADORA del cambio se afina para tales menesteres, los organismos financieros multilaterales y regionales ya han recortado el manifiesto optimismo de Vicente Fox y Gil Díaz en materia de crecimiento económico en 2002. Lo propio han hecho diversas consultorías internacionales, la banca extranjera que generosamente opera en el país y, desde luego, el Banco de México.

AYER TOCO EL TURNO A JP Morgan, la cual redujo de 1.8 a 1.1 por ciento su estimación de crecimiento económico en México para 2002. "La revisión fue motivada por una abrupta desaceleración en la demanda de importaciones en Estados Unidos, que se espera continuará hasta el final del año... Sin embargo, un actual aceleramiento de la demanda doméstica asegurará que el crecimiento esté razonablemente bien sustentado".

EL GOBIERNO DEL CAMBIO lleva dos años esperando, infructuosamente, la caída del maná del Norte -sin red de protección, plan B, estrategia alternativa, confiando en el potencial de las veladoras encendidas en honor de la madre Tonatizin-, para que a estas alturas se recomiende que la solución está en el mercado interno. Qué falta de seriedad.

SIN EMBARGO, JP Morgan fue un poco más allá y, aprovechando el viaje, también redujo su proyección de crecimiento para la economía mexicana en 2003: del 4.7 por ciento original a 3.8. "La revisión para el periodo se explica por un crecimiento lento en los primeros meses del año, por un endurecimiento de la política monetaria por parte del Banco de México, que busca controlar la inflación reduciendo la liquidez en el mercado. El banco central puede tener que endurecer más su política monetaria para asegurar el cumplimiento de una meta de inflación cercana a 3 por ciento".

EN LA FERIA DE LAS "reconsideraciones" también participó el Grupo BBVA-Bancomer, el cual señaló que el debilitamiento de la inversión en México en maquinaria y equipo a partir de junio es síntoma de una nueva desaceleración de la actividad económica. La inversión en maquinaria y equipo se contrajo 0.7 por ciento en julio, respecto al mismo mes de 2001, según cifras oficiales, lo que perfila ese escenario.

EL RETORNO HACIA LOS números rojos se debe en buena parte a un crecimiento más lento de lo esperado de la economía estadunidense, destino de 85 por ciento de las exportaciones mexicanas, dijo el reporte. "Dado que un componente importante de la inversión fija bruta corresponde a las importaciones de maquinaria y equipo realizadas por empresas maquiladoras, su comportamiento continuará siendo desfavorable hasta que la economía de Estados Unidos comience a mostrar señales claras de recuperación".

OTRAS FIRMAS INTERNACIONALES ya han participado en dicha feria. Salomon Smith Barney, subsidiaria de Citigroup, afirmó que el impulso que logró la economía mexicana a partir del segundo trimestre del año perdió fuerza, en una tendencia que afectará principalmente la evolución esperada del PIB en 2003. "Información reciente sugiere que la recuperación económica de México es más frágil ahora de lo que parecía hace algunos meses, y puede fácilmente descarrilarse... La mayoría de indicadores de la actividad económica de México indican que la modesta recuperación observada en el segundo trimestre puede haber comenzado a perder vapor".

PARA LA FIRMA internacional, el gobierno del cambio no cuenta con los elementos necesarios para estimular un mayor crecimiento económico, dada la restricción de la política monetaria, por un lado, y las limitaciones para elevar el gasto público. "El sector público enfrenta una fuerte limitación presupuestal. Debido a que el presidente Fox no logró la aprobación de una reforma fiscal el año pasado, el déficit consolidado del sector público se mantiene inamovible en alrededor de 4 por ciento del PIB, dejando muy escaso margen para una expansión fiscal. En la práctica, los mayores ingresos obtenidos por los altos precios del petróleo son anulados por la menor recaudación de ingresos no petroleros".

Las rebanadas del pastel:

TODO LO ANTERIOR NO arredra al chiquillo mayor. quien, con su declaración de ayer, inyectó serenidad y confianza renovada: "La estrategia de defensa ante los acontecimientos internacionales adversos es el trabajo en equipo". Después de eso, todo el mundo a invertir.

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