Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 15 de octubre de 2002
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Crisis de misiles, quiebre entre Cuba y la URSS

Revelan los reclamos que realizó la isla a los soviéticos por ceder ante Estados Unidos en octubre de 1962

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 14 de octubre. ''Ustedes ofendieron nuestros sentimientos al no consultarnos'', le dijo Ernesto Che Guevara al soviético Anastas Mikoyán. ''Pero el peligro principal... es que ustedes reconocieron el derecho de Estados Unidos de violar el derecho internacional.''

Es la noche del 5 de noviembre de 1962, una semana después de que fue anunciado el acuerdo entre Washington y Moscú para retirar los misiles nucleares de Cuba. El primer subjefe del gobierno soviético analiza en La Habana la crisis de octubre, en una discusión a veces fría, a veces tensa, con tres altos dirigentes cubanos: el presidente Osvaldo Dorticós, Carlos Rafael Rodríguez y el Che.

El primer ministro Fidel Castro ya habló con Mikoyán y se ha excusado de asistir a este nuevo encuentro, que refleja los alcances de la brecha que se abrió entonces entre Cuba y la Unión Soviética.

La minuta de la discusión fue elaborada por un asistente soviético. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia desclasificó el documento, uno de los que se examinaron aquí el pasado fin de semana, al celebrarse la conferencia La crisis de octubre: una visión política cuarenta años después.

No hubo informes públicos de aquella reunión y su desarrollo era poco conocido. La transcripción de 15 páginas muestra la irritación de los cubanos, los reclamos directos y punzantes del Che, los alegatos de Dorticós y Rodríguez en los límites del comedimiento y a un Mikoyán esquivando golpes y haciendo valer la visión de Moscú.

Cuba mantenía una batería de reclamos contra los soviéticos: el despliegue secreto de los cohetes, la negativa a reconocer el carácter ofensivo de las armas, la concertación directa con Estados Unidos para cesar el suministro, la aceptación de una inspección estadunidense a territorio cubano y, en general, la marginación del gobierno de La Habana del manejo y la solución del conflicto.

Pero el Che señaló un efecto adicional: "Quisiera decirle, camarada Mikoyán, hablando sinceramente, que como consecuencia de los recientes acontecimientos se ha creado una situación extremadamente complicada en América Latina". Expresa que muchos comunistas y otros grupos de izquierda están "desalentados" por la conducta de los soviéticos y que por ello se están produciendo divisiones y surgiendo nuevos grupos y fracciones.che-ok1

''El caso es que nosotros estamos profundamente convencidos de la posibilidad de la toma del poder en varios países de América Latina y la práctica muestra que en algunos de ellos no sólo es posible tomarlo, sino mantenerlo'', señala Guevara.

''Desafortunadamente, muchos grupos latinoamericanos creen que en la actitud de la Unión Soviética durante los recientes acontecimientos hay dos serios errores. Primero, el intercambio y luego la concesión abierta." El Che se refiere, en el primer caso, al acuerdo de retiro simultáneo de cohetes soviéticos de Cuba y de los estadunidenses de Turquía, el quid pro quo que puede interpretarse como móvil de Moscú al desatar el conflicto; en el segundo, al conjunto de reclamos cubanos.

"Me parece que esto nos indica que ahora podemos esperar la declinación del movimiento revolucionario en América Latina, que se había fortalecido grandemente en el periodo reciente. He expresado mi opinión personal, pero he hablado con entera sinceridad", dijo el Che.

Mikoyán lanza la papa caliente por la ventana: "Por supuesto, es necesario hablar sinceramente. Es mejor irse a dormir que escuchar discursos mentirosos".

Guevara insiste en que públicamente la crisis pareció como que Estados Unidos estuvo expuesto a la agresión soviética y que el retiro de los cohetes daba a Washington una especie de derecho de prohibir que otros países tuvieran bases militares de la URSS. "Con todo nuestro respeto por la Unión Soviética, creemos que sus decisiones fueron un error".

Carlos Rafael dice que acaba de dar una entrevista a un diario local, en la cual señaló que en esos días se vería el "significado de las decisiones que se han tomado". Mikoyán dice que sus conversaciones con el primer ministro cubano le ayudaron a "entender más profundamente el papel del factor sicológico para los pueblos de estos países".

El Che persiste: "Creo que la política soviética tiene dos flancos débiles. Ustedes no entendieron el significado del factor sicológico de las condiciones cubanas. Esta idea fue expresada originalmente por Fidel Castro: Los Estados Unidos querían destruirnos físicamente , pero la Unión Soviética con la carta de (el primer ministro soviético Nikita) Jruschov nos destruyó jurídicamente". Se refiere a la carta del lider del Kremlin al presidente John F. Kennedy aceptando el retiro de los cohetes.

Mikoyán reacciona: "Pero nosotros pensamos que ustedes estarían satisfechos con nuestra actuación. Hicimos todo para que Cuba no fuera destruida. Vemos su disposición a morir bellamente, pero creemos que no tiene sentido morir bellamente".

"En cierto grado usted tiene razón", insiste el Che. "Ustedes ofendieron nuestros sentimientos al no consultarnos. Pero el peligro principal está en el segundo flanco débil de la política soviética. La cuestión es que ustedes reconocieron el derecho de Estados Unidos a violar el derecho internacional. Esto causa un gran daño a su política. Esto realmente nos preocupa. Esto puede causar dificultades para mantener la unidad de los países socialistas. Nos parece que ya hay fisuras en la unidad del campo socialista".

Mikoyán ve una puerta de salida: "Este asunto también nos preocupa. Hacemos mucho por fortalecer nuestra unidad y siempre estaremos con ustedes, camaradas, a pesar de todas las dificultades".

"ƑHasta el último día?", reclama el Che.

"Sí", dice Mikoyán. Hace votos por la unidad y empieza a contratacar. Les pide que comparen la situación de entonces con la de un año atrás. Dice que ahora está reconocido el derecho de los soviéticos a estar en este continente. Recuerda un comentario que en broma le hizo John McCloy, uno de los asesores militares de Kennedy durante la crisis: que la presencia de oficiales soviéticos en la isla tranquilizó a Washington, porque los cubanos podrían abrir fuego sin pensarlo y que en cambio los soviéticos lo pensarían. "Por supuesto, podría haber objeciones, pero este comentario toma en cuenta los aspectos sicológicos".

Luego cita a Lenin, un episodio de la Primera Guerra Mundial y avanza en la réplica. Dice que Cuba está en desventaja geográfica ante Estados Unidos. Que los estadunidenses pueden cortar las comunicaciones e impedir el suministro de combustible a la isla. "Nosotros podríamos sacar 200 millones de personas a la calle en manifestación de protesta, pero esto no reuniría ningún combustible para ustedes".

Sigue Mikoyán: "ƑCómo puede interrumpirse el bloqueo? ƑCómo puede romperse? Nosotros tenemos cohetes. Usarlos nos llevaría a la guerra nuclear. ƑQué dicen de esto? ƑMoriremos heroicamente? Eso es romántico. ƑPor qué deberían morir los revolucionarios? Es necesario actuar, desarrollar la economía, la cultura, servir de ejemplo a otros pueblos de otros países de América Latina y llevarlos a la revolución".

De nuevo cita a Lenin y sigue. "Morir heroicamente no es suficiente. No es permisible vivir en deshonra, como no es permisible entregar al enemigo la propia destrucción. Es necesario buscar una salida con el arte de la diplomacia".

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