Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 29 de octubre de 2002
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Espectáculos

En México 55 por ciento de los adultos y 9 de los jóvenes la padecen

Con humor muchos hombres ocultan una disfunción eréctil

La mayoría de las soluciones milagrosas sólo ofrecen mejoría sicológica, explican expertos

MARIA RIVERA/ I

La sexualidad del mexicano -según los especialistas- se vive temerosamente hacia dentro, pero se rodea de bromas. Lo que el humor trata de ocultar es que 55 por ciento de los adultos y 9 de los jóvenes tiene problemas de disfunción eréctil. Sólo 10 por ciento solicita ayuda médica, el resto oscila entre la evasión y la búsqueda de soluciones mágicas.

Todo mundo tiene anécdotas sobre un vecino o pariente con problemas sexuales, pero prácticamente nadie se asume como parte del grupo. El urólogo Fernando Ugarte explica que es tan fuerte el impacto de esta clase de padecimientos en la sique masculinas que se prefiere evadir el tema. "Es típico de estos pacientes armar la bronca con su pareja por cualquier motivo para evitar los encuentros íntimos. Peleados, ya cada quien por su lado, descansan, porque al menos por esa vez la libraron."

Cuando el problema se torna crónico no falta quienes se resignan, pero la mayoría trata de solucionarlo mediante remedios caseros o terapias alternativas. La última moda son los productos que se anuncian en los infomerciales nocturnos. En la desesperación se concluye que si Andrés García, símbolo de la masculinidad, asegura que una bomba de vacío le ayuda a recuperar su potencia, por qué a ellos no. Y en medio del sigilo se embarcan en la aventura.

Los expertos afirman que en su mayoría estas soluciones milagrosas sólo tienen efecto placebo (píldora que se administra para conseguir una mejoría de origen sicológico), pero que pasada la primera sensación regresa el padecimiento, a veces empeorado. También advierten que en algunos casos esos productos pueden dañar parcialmente el órgano sexual, al limitar su capacidad de respuesta natural, o afectarlo de manera definitiva.

Silvia Macarty, de la dirección de Arbitraje y Quejas de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), señala que esta dependencia sigue de oficio los infomerciales. Busca publicidad engañosa e inicia procedimientos legales cuando la encuentra. Cuando una empresa no demuestra que su producto es lo que publicita se le pide que modifique su propuesta, o de plano lo suspende.

En febrero de este año Power Sex quedó fuera de circulación por no haber podido comprobar que "ayuda a los hombres que tienen impotencia" o que "puede ser usado aun por hombres sanos que desean tener una mejor vida sexual, más energía y vitalidad". Sin embargo, la funcionaria recsexualidad_reportaje1onoce que es difícil poner coto a las empresas de venta telefónica, porque acostumbran cambiar los argumentos de venta de su artículo para que continúe en el mercado.

Además, pocos hombres se atreven a presentar quejas. Primero porque tendrían que admitir que padecen la disfunción y, luego, que el producto los acabó de perjudicar.

Entre el mar de charlatanería sólo la décima parte de los afectados por disfunciones eréctiles, de leves a severas, se encaminan al consultorio médico en busca de soluciones realmente efectivas.

Pese a la raquítica cifra, los urólogos y sexoterapeutas están de fiesta. Cuentan que desde hace cuatro años, cuando apareció el sildenafil, comercializado con el nombre de Viagra, el incremento de sus pacientes ha sido de 300 por ciento. Poco a poco los mexicanos empiezan a ver el tema como lo que es, un problema de salud, que si bien no pone en riesgo la vida, está relacionado directamente con depresiones y pérdida de la autoestima, y termina reflejándose en las relaciones afectivas y el ámbito laboral.

El doctor Ugarte, coordinador de las dos encuestas sobre prevalencia de este padecimiento que se han realizado en el país, afirma que el factor edad es determinante. En la más reciente investigación se interrogó a mil 200 jóvenes y adultos jóvenes entre 18 y 40 años, en el Distrito Federal, Guadalajara y Monterrey, y sólo nueve por ciento reconoció sufrir esta disfunción. Las principales causas fueron de orden sicológico. En cambio en el estudio realizado en 2000, en adultos de entre 40 y 70 años, 55 por ciento aceptó el problema, atribuyéndolo a un origen orgánico.

Para descargo del honor nacional las cifras están dentro de la media mundial. Los muestreos más recientes en el área tuvieron números parecidos: 53 por ciento para el norte de Sudamérica y 51 para Brasil. Los dos únicos países que escapan de toda lógica, y que los investigadores tienen bajo bajo la sospecha de que pudo más el orgullo que la verdad científica, son España e Italia. En el Congreso de la Sociedad Internacional para Estudios de Sexualidad Humana realizado este año en Montreal reportaron 12 y 18 por ciento de incidencia, respectivamente.

Comienzan los achaques

El porqué la cuarta década se toma como un parteaguas es simple: contra lo que dice el refrán de que la vida comienza a los 40, lo que en realidad empieza son los achaques. La mayor parte de los cambios urológicos y andrológicos de los varones dan inicio entonces, lo mismo que las enfermedades que repercuten en el problema, como las del corazón y de los vasos sanguíneos, del sistema nervioso central, diabetes mellitus, alteraciones del colesterol o insuficiencias del hígados y los riñones.

Otros factores de riesgo son el uso crónico de algunos medicamentos, el tabaquismo, el alcoholismo, la drogadicción y las cirugías genitales o pélvicas.

El sexoterapeuta David Barrios agrega la práctica de determinadas actividades, como el ciclismo y la equitación, porque suponen un golpeteo constante contra los genitales. Las mexicanísimas artes de la charrería y el jaripeo también están incluidas en la advertencia. Entre mangana y mangana el charro puede ver disminuidos sus atributos y ni hablar de lo que pueden ocasionar los reparos de los toros...

Entre los elementos sociales que afectan el desempeño sexual están el desempleo, el divorcio y el estrés. En general los individuos con un tren de vida muy agitado presentan más disfunciones sexuales que los tranquilos.

Como esta historia no se vive aislada sino en pareja, el punto de vista de las mujeres es importante. La sexoterapeuta Marina García Bravo, quien realizó una investigación para Pfizer desde esta perspectiva, explica que en un primer momento la actitud masculina toma por sorpresa a la novia o esposa. Tras el desconcierto, llega la culpa. Con el hombre huyéndoles todo el tiempo aparecen las dudas sobre el atractivo físico o su habilidad sexual. También surgen las suspicacia: "debe de haber otra". La autoestima termina por los suelos.

Pero ni aun las que conocen el origen del problema tienen el panorama más despejado. "En las mujeres predomina la idea de que se trata de una condición superable si se sigue algún tratamiento, contra lo que piensan los hombres, que lo perciben como una condición permanente", sostiene la especialista. De paso, se amplía la incomunicación. "Las señoras no pueden abordar el tema de la disfunción eréctil por temor a herir u ofender a sus parejas, de tal modo que si anteriormente era difícil hablar de sexo, ahora se complica mucho más."

El varón también empieza a temer que su esposa sea infiel, por lo que ejerce mecanismos de control cada vez más rígidos. Lo paradójico, acota García Bravo, es que con frecuencia son ellos los infieles ante la necesidad de probar que sí pueden.

En esta espiral el enojo de los hombres va aumentando, volviéndose más intolerantes y agresivos no sólo hacia las mujeres, sino también hacia los hijos. Al final, muchas perciben el divorcio como la única salida.

La buena noticia es que de una u otra manera la disfunción eréctil se cura. Basta acudir con un médico urólogo o sexoterapeuta para el diagnóstico y comenzar el tratamiento.

Las alternativas pueden ir desde los medicamentos invasivos, para hombres de pulso firme, ya que se inyectan directamente en el pene; los dispositivos tipo bombas de vacío, que además de enfriar el órgano provocan una sensación de eyaculación "en extremo incómoda", a las prótesis peneanas, semirrígidas o inflables, que no sólo son caras, sino que requieren destreza en el manejo porque siempre se encuentran en erección. Ante tales inconvenientes no es de extrañar que las medicinas orales sean las más solicitadas.

Efectos secundarios

Los únicos excluidos de este método son los que padecen de enfermedades cardiacas tratadas con nitratos. También hay que tomar en cuenta los efectos secundarios: dolor de cabeza (10-12 por ciento de los consumidores), rubor (8-10), congestión nasal (8), mala digestión (6) y mareo (2).

Otro problema es el precio. Por ejemplo, cada pastilla de sildenafil cuesta entre 150 y 170 pesos. Pero ateniéndose a las cifras de contactos sexuales anuales que aceptan los mexicanos en las encuestas, nadie iría a la quiebra por esta causa. En los primeros tiempos la eficiencia oscila entre 76 y 86 por ciento, pero a largo plazo se incrementa. Estudios clínicos realizados en el país reportaron hasta 93 por ciento de eficacia.

Estos productos no son afrodisíacos, así que sin estímulo no hay respuesta. Además se requiere que el encuentro sexual sea planeado. El inicio de la acción varía según la marca utilizada: Viagra, de Pfizer, requiere entre 30 minutos y una hora para mostrar su efectividad. Cialis, de Lilly, y Vardenafil, de Bayer, necesitan 16 minutos. En todo caso hay espacio suficiente para los preámbulos amorosos que siempre solicita el sector femenino y para los que nunca hay ocasión.

Para casos de ahora o nunca está Uprima, de Abbott Pharmaceuticals, de resultados casi inmediatos. La duración del efecto varía de 4 a 10 horas. Tiempo de sobra para lucirse.

Otra buena nueva para los hombres que además de disfunción eréctil padecen problemas de eyaculación precoz debido a la angustia por el desempeño es que se ha reportado que el uso de estos productos desacelera el reflejo y pueden ejercer una relación más tranquila.

En los últimos tiempos, además del jolgorio y los chistes que acompañan a la sexualidad, se empieza a notar mayor información, reconocen los expertos. Consideran un avance que se hable del asunto, porque permite conocer la magnitud de los problemas. Contra lo que se piensa, el mal de muchos sí consuela, porque hace sentir menos aislados a quienes lo padecen.

Otro elemento importante ha sido que personajes públicos se hayan involucrado en la difusión de estos temas. El hecho de que los futbolistas Pelé o Luis García expliquen que a veces solos ante la portería hasta los mejores delanteros fallan, levanta el ánimo.

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