Superó la campaña de criminalización contra el movimiento que lanzó el gobierno italiano

El activismo contra la globalización se fortaleció en el Foro Social Europeo

El consenso en la clausura demostró que se trata de uno de los fenómenos políticos mundiales más importantes en la actualidad El próximo FSE se realizará en Sain Denis, Francia, en 2003

JESUS RAMIREZ CUEVAS ENVIADO

Florencia, Italia, 10 de noviembre. El movimiento de resistencia global, que rechaza las políticas neoliberales dictadas por los organismos financieros internacionales, pareció salir fortalecido del Foro Social Europeo (FSE), que terminó hoy sus trabajos. Este movimiento de movimientos, como se hace llamar, ha logrado congregar a un amplio espectro de fuerzas y tendencias, desde las más radicales hasta sindicatos y partidos.

Las diferencias se mantienen, pero se respeta la pluralidad y la unidad logradas en este espacio, que confirma su influencia creciente. Un consenso de la asamblea de clausura del FSE fue que, despues de Florencia, el movimiento está vivo y ampliándose. Demostró que se trata de uno de los fenómenos políticos internacionales más importantes y esperanzadores de la actualidad.

El FSE condenó la guerra y llamó a movilizarse en su contra; rechazó el neoliberalismo y las políticas de exclusión social y el racismo, tan acendrado hoy en Europa. También se pronunció por la construcción de alternativas a la globalización.

El principal acuerdo en lo organizativo fue crear una coordinación internacional de movimientos sociales, iniciativa del Movimiento Sin Tierra de Brasil.

El pueblo de Seattle, como se le conoce en Italia, se convirtio por unos dias en "el pueblo de Florencia", símbolo de unidad.

El FSE estuvo dedicado a Carlo Giuliani, joven muerto durante las protestas de Génova. Atrajo a cerca de 40 mil delegados de 105 países, representando a más de 500 organizaciones. En uno de sus mensajes centrales, apoyados por la megamanifestacion de ayer, los participantes lanzaron un desafío a los gobiernos que respaldan la guerra contra Irak: "Los ciudadanos del mundo no queremos la guerra, queremos un mundo que resuelva la pobreza, la exclusion social y el racismo. Que elimine la desigualdad social y garantice una vida digna para todos los habitantes del planeta. Si estalla la guerra protestaremos en todos los rincones del planeta".

Una Babel contra la guerra

Es imposible abarcar y hacer una fotografía de un conjunto de fuerzas y causas tan grande y diverso, que lo mismo abarca demandas locales concretas que la idea de cambiar el mundo. El foro fue inabarcable, fue humanamente imposible seguir las numerosas discusiones que se dieron simultáneamente entre estudiantes, trabajadores, ecologistas, campesinos, activistas, amas de casa, homosexuales y lesbianas, religiosos, desempleados, migrantes y representantes de ONG y de pueblos en lucha.

Durante cuatro días, el FSE fue un espacio abierto a las ideas y a las iniciativas de miles de activistas, la mayoría jóvenes.

Una verdadera Babel, en la cual se expresaron sentimientos y lógicas de lo más disimbolo, pero donde prevaleció el clima de solidaridad y de respeto, junto con la preocupación genuina por luchar contra la injusticia y hacer una nueva política sin vanguardias y formas de participación, en la que los ciudadanos tomen parte de las decisiones que les atañen.

La especificidad de la situación europea se reflejó en algunos temas: racismo, migración y la relación de los habitantes de Europa con la deuda externa del tercer mundo, el apoyo a la agricultura, la lucha contra los transgénicos y por la creacion de un mercado justo.

También se pronunció en contra de la privatizacion de los servicios públicos, de los derechos sociales y humanos, contra la destrucción del ambiente, el predominio del mercado en todas las actividades humanas y la defensa de los recursos naturales.

Los pronunicamientos incluyeron el apoyo a los migrantes de todo el mundo, a las luchas de los pueblos palestino, kurdo y de los indígenas de America Latina, particularmente de Chiapas. De las imágenes del foro, las más persistentes en camisetas y carteles fueron las de la intifada palestina, el Che Guevara, el subcomandante Marcos y las siglas del EZLN, que compartían espacio con lemas anarquistas, antiglobales y símbolos de paz. Incluso un grito en la marcha de ayer fue "Zapata vive; la lucha sigue". El pronunciamiento más contundente fue el rechazo a la guerra y el llamado a la movilización en su contra. En caso de un ataque contra Irak se esperan acciones de desobediencia civil en todos los países del continente. Algunas de ellas incluyen la toma de las embajadas y consulados de Estados Unidos en Europa, de bancos y empresas que financien la guerra y la industria militar. Alguien acuñó una nueva frase para esta etapa: "Paremos el mundo, otra guerra es posible".

Crear alternativas al neoliberalismo

La frase más utilizada en el foro: crear alternativas al neoliberalismo. Aunque no está claro qué significa en los hechos, fue un consenso de todos que las movilizaciones y protestas son útiles, pero insuficientes; que no basta con manifestarse contra los organismos internacionales. Se habló de que las acciones deben ir acompañadas de propuestas concretas para construir ese mundo posible al que aspiran. Ramón Mantovani, diputado de Refundación Comunista, sintetizó el debate dentro y fuera del movimiento: "Hay quienes piensan que la globalización neoliberal se puede reformar y quienes creemos, y esa es la posicion mayoritaria del movimiento, que no hay ninguna posibilidad de negociar con el neoliberalismo, que hay que crear algo nuevo. Cualquier intento de reformarlo y de humanizarlo es inútil sólo sirve para legitimarlo. Hoy el neoliberalismo es la guerra y la destrucción de los pueblos, ese es el capitalismo que tenemos hoy. Por eso las fuerzas de izquierda tienen que entender que la globalización atenta contra la humanidad y la vida misma, por eso hay que salirse del juego y construir algo nuevo desde abajo. Los partidos de izquierda deben acercarse con humildad al movimiento y aprender de él, no pretender dirigirlo".

De ahí que uno de los consensos del foro se centró en destacar que "queremos un mundo donde la paz digna esté basada en el respeto de los derechos de todos. Los derechos sociales, la causa de la paz y la democracia participativa es un debate que debe ser seguido por las fuerzas sociales, políticas, los medios de comunicación y el mundo de la cultura, para hacer posible otro mundo, otra Europa".

Así terminó el primer Foro Social Europeo, con un mensaje de esperanza para quienes luchan en contra de la injusticia. Atrás quedó la campaña de criminalización contra el movimiento antiglobal que lanzó el gobierno italiano y los medios. El movimiento impuso su presencia y su espíritu de apertura. El Foro Social Europeo de Florencia fue enmarcado ayer por la gran manifestación contra "la guerra y la dominación militar, económica y cultural estadunidense".

A esta Florencia de espíritu renacentista llegaron franceses, ingleses, alemanes, españoles, griegos, austriacos, daneses, húngaros, kurdos, rusos, albaneses, palestinos, vascos, africanos y latinoamericanos. Todos parecen irse satisfechos por este encuentro que congregó miles de voluntades por el cambio. Pero está claro que la tarea es ardua y que falta mucho para lograr los objetivos aquí enunciados.

Dentro de esa explosion de iniciativas, happenings e interminables debates durante el foro destacaron los "desobedientes", que lograron instalar la Radio global y la Tv global, que transmitieron la informacion del FSE a toda Europa, vía satélite. Una experiencia única. El sábado por la noche el canal 7 de Italia dedicó dos horas a la transmisión de su mensaje.

El próximo FSE será en Sain Denis, en Francia, en 2003. En tanto, otras paradas tiene este movimiento, como escribió un viejo en un cartel que mostró en la asamblea de clausura del foro: "Resistir, resistir, resistir" y, en el momento justo, veremos otro mundo posible.