Investigadora del Colmex
Creciente, la polarización del sector empresarial
DAVID ZUÑIGA
La ruptura entre la Cámara Nacional de la Industria
de la Transformación (Canacintra) y el Consejo Coordinador Empresarial
(CCE) es sólo un paso más de la creciente polarización
del sector empresarial mexicano, la cual podría derivar en un fenómeno
similar al ocurrido en Brasil, donde una parte importante del empresariado,
aquel excluido del auge exportador, apoyó la candidatura del ahora
presidente Luiz Inacio Lula da Silva, señaló en entrevista
María de los Angeles Pozas, investigadora de El Colegio de México
y especialista en el sector privado nacional.
Algunos indicios de esta división, agregó,
son los acercamientos que ha tenido, por ejemplo, la presidenta de la Canacintra,
Yeidckol Polevnsky, con funcionarios y legisladores de los partidos de
la Revolución Democrática (PRD) y Revolucionario Institucional
(PRI).
En otros países ''no es raro que ciertos sectores
empresariales se acerquen a partidos de izquierda porque ya no ven reflejados
sus intereses en un gobierno neoliberal. Yo no veo tan descabellado un
acercamiento al PRD.
''Lula llegó al poder apoyado por sectores empresariales
de Sao Paulo y otras ciudades, fuertemente vinculados a intereses más
nacionales y que empiezan a ver como una amenaza la apertura y la llegada
de empresas extranjeras.
Según Pozas, cada vez hay más hombres de
negocios que se niegan a respaldar la política económica
de un gobierno que Fox ha definido como ''de y para empresarios'' (aunque
no ha aclarado cuáles).
El TLCAN está llevando a un desastre
La también autora de La estrategia internacional
de la gran empresa mexicana en la década de los noventa prevé
que el próximo organismo que podría enfrentar una ruptura
interna o escindirse del CCE es el Consejo Nacional Agropecuario ante la
inminente apertura del sector, de acuerdo con lo previsto en el Tratado
de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
''El TLCAN nos está llevando a un desastre. La
actitud de Estados Unidos ha sido totalmente inequitativa, como era de
esperarse. Sólo cumple aquello que le conviene y comete violaciones
flagrantes, como ha ocurrido con el transporte, el azúcar, la fructosa
y el atún. México no tiene la fuerza, los recursos ni los
mecanismos para hacer valer los fundamentos del tratado, y el gobierno
de Fox no tiene claro qué política industrial y agropecuaria
necesita el país. Veo venir una crisis muy fuerte en el campo mexicano
y no se ven medidas claras para hacerle frente. No sólo estamos
hablando de empresarios agrícolas, sino de sectores campesinos que
pueden polarizar su postura ante la desesperación''.
El gobierno de Vicente Fox, afirmó, ha seguido
la línea definida desde el salinato, que privilegia a las empresas
del sector exportador neoliberal y ha cedido a las presiones internacionales
para eliminar las barreras arancelarias y las restricciones a la inversión
extranjera ''sin ninguna política dirigida a proteger a los sectores
de la industria nacional anclados al mercado interno, con pocas posibilidades
de competir directamente''.