Pide a la oposición venezolana terminar con las amenazas
Chávez, dispuesto a discutir sus "errores", pero no renunciará
AFP, REUTERS Y DPA
Caracas, 10 de noviembre. El presidente venezolano Hugo Chávez afirmó hoy que está dispuesto a discutir sus "errores", pero rechazó nuevamente la "presión" de sus opositores para que renuncie, en la víspera de que la mesa de negociación discuta el tema de las elecciones.
"La solución electoral para la crisis no es nueva, eso se empieza a discutir mañana; perfecto, vamos a debatirlo, no le tememos al debate", señaló Chávez en su programa dominical radiotelevisado šAló, presidente! Pero advirtió que él y su gobierno "no nos vamos a dejar acorralar por simplificaciones.
"Que Chávez salga ya, mañana, inmediatamente", no es la solución a todos los problemas del país, dijo el jefe de Estado, quien explicó que actualmente el tema electoral y el Poder Judicial están en crisis, y que primero hay que tratar esos tópicos.
La oposición presentó el lunes pasado ante el Consejo Nacional Electoral cerca de dos millones de firmas para pedir una consulta que pregunte al pueblo si quiere que Chávez "renuncie voluntariamente".
La mesa de negociación fue instalada el viernes pasado por el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria, y este lunes se adentrará en el tema más candente que es el aspecto electoral. Chávez afirma que una consulta para revocar su mandato puede hacerse a partir de mediados del año entrante, cuando la Constitución admite la celebración de un referendo revocatorio de mandato, pero los opositores la quieren de inmediato. De hecho, han dado plazo a la mesa para llegar a acuerdos hasta el 4 de diciembre, fecha tope para desatar el cuarto paro general en un año contra Chávez.
El mandatario, que sobrevivió en abril a un fugaz golpe de Estado, llamó este domingo a deponer "las amenazas", porque no se puede dialogar "con un puñal en la espalda".
En tanto, esta madrugada, sendos artefactos explosivos fueron lanzados contra las sedes de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) y de la gremial empresarial Fedecámaras, ambos opositores a Chávez, causando daños materiales pero no personales. Tanto la CTV como la Fedecámaras, atribuyeron los atentados a partidiarios del gobierno.