Desconocimiento de sindicatos y despidos masivos, entre los abusos de firmas extranjeras

Fusiones bancarias, grave retroceso para empleados del sector, según documentos

Nula intervención de autoridades laborales en los procesos de liquidación de prestaciones

PATRICIA MUÑOZ RIOS

La extranjerización de la banca en México ha generado un grave retroceso laboral para los trabajadores del sector, ya que a pocos años de haber tomado el control de las otrora instituciones nacionales, las firmas extranjeras han aprovechado los procesos de fusión para desconocer sindicatos y sus contratos colectivos; reducir prestaciones; desaparecer beneficios; realizar despidos masivos de trabajadores sin pagar los derechos por antigüedad; aumentar las jornadas de trabajo e imponer condiciones.

En ninguno de estos procesos ha intervenido la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y la desaparición de los derechos laborales se ha generalizado, ya que en la mayoría de los casos, los directivos de los bancos han optado por "igualar" las condiciones para los empleados de las empresas fusionadas, pero siempre bajo el esquema de otorgar las prestaciones de la empresa que tiene beneficios menores.

Documentos obtenidos de Santander-Serfin y Banamex-Citibank sobre la situación laboral de sus trabajadores, luego de la fusión, establecen que las filiales de la banca internacional han establecido una nueva fórmula ilegal para llevar a cabo sus procesos, denominada "liquidación de las prestaciones" tanto de personal sindicalizado como de confianza, con lo que de manera unilateral desaparecen muchos de los beneficios obtenidos tras largos años de lucha sindical.

En el caso Santander-Serfin, en los próximos días el banco anunciará la modificación y liquidación de las prestaciones, que incluso equivaldrán a una reducción de 8 por ciento de sus salarios; en cuanto a Banamex-Citibank, la fusión trajo la liquidación masiva de trabajadores, el incremento de la jornada de trabajo y la eliminación del pago de tiempo extra trabajado, así como el despido de miembros de su comité ejecutivo; en la fusión Nueva Escocia-Inverlat, se llevó a cabo una reducción generalizada de prestaciones.

La información refiere que en ninguna fusión los trabajadores mexicanos han accedido a mejores salarios, que en la mayoría de los casos tenían mejores prestaciones y condiciones laborales que quienes laboraban para la banca extranjera y que ante la creciente cantidad de despedidos no hay gran defensa de sus prestaciones.

En la fusión con Santander, los trabajadores de Serfin se enfrentan incluso a la amenaza de una reducción importante de sus percepciones, ya que el banco ha advertido que recurrirá a la ya referida "liquidación de prestaciones" en la que desaparecerán, entre otros beneficios, el otorgamiento de vales de despensa que son equivalentes a 8 por ciento del salario.

Además, liquidará los vales de comida y gasolina; dejará de absorber el impuesto sobre la renta para el pago de aguinaldo y desaparecerá la tasa de interés preferencial de los prestamos de automóvil, bienes de consumo duradero, personal hipotecario, pues quiere establecer para sus trabajadores la tasa de interés interbancario de equilibrio (TIIE) que cobra a sus clientes; y fijar un tope máximo de 40 por ciento de la capacidad de pago; se reduce el subsidio para la compra de anteojos y la compra de uniformes, y se acota el plan de pensiones. También disminuye los días de vacaciones y la prima por este concepto.

En esta fusión, como en las otras, los nuevos directivos extranjeros han determinado la homologación de los contratos colectivos de trabajo pero "a la baja", es decir, a la empresa que paga menos. Así, el sindicato de Serfin, que tenía en su contrato una prestación de 40 días de aguinaldo, tendrá que aceptar la reducción a 30 días como tenían establecido en su contrato los trabajadores de Santander.

De igual manera estos directivos buscarán igualar las condiciones de préstamos para automóvil que tienen los trabajadores, sólo que los de Serfin pagaban una tasa de 6 por ciento y los de Santander de 17.5, y en los mismos porcentajes se encuentran los referentes a los créditos personales y opcionales, así como los hipotecarios. En todos los casos, la tasa se les va a elevar casi tres veces si aceptan está "homologación", que se ha dado en todos los casos.

La firma Santander introduce además un registro de eficiencia por trabajador, con el que calificará "la calidad de trabajo, habilidad, actitud, relaciones con el público, sus superiores y compañeros, disciplina, presentación personal, iniciativa, preparación académica, conocimientos, experiencia y antigüedad", con el objeto de "recompensar o aplicar medidas disciplinarias a los trabajadores". También habla de un registro de "recompensas" que serán a "juicio del director general del banco".

Por todo ello se ha generado un movimiento entre los trabajadores para frenar esta ofensiva laboral, como en el caso de Banamex-Citibank, donde incluso fueron despedidos miembros de su comité ejecutivo. Los informes relacionados con este caso refieren que "es imposible hacer una cuantificación del número de trabajadores despedidos"; que las contrataciones prácticamente están congeladas y el personal que se queda tiene que cubrir horarios y plazas vacías por el mismo salario.

Adicionalmente se quitaron prestaciones como el pago de tiempo extra, reducción de vacaciones y se eliminaron condiciones favorables para el otorgamiento de préstamos para los trabajadores. En esta fusión y en la de Nueva Escocia-Inverlat la historia es similar a la que se quiere establecer en Serfin, con la gravedad de que "monetizaron" las prestaciones, es decir, se ofrecieron a los trabajadores a cambio ciertas cantidades en dinero. Pero de todo esto no ha dado cuenta la Secretaría del Trabajo.