Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 11 de noviembre de 2002
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Espectáculos
Participaron orquesta, coros, mariachi, soprano y tenores en la celebración

Estrenó ayer Manuel Esperón su Suite jalisciense en el Palacio de Bellas Artes

ARTURO CRUZ BARCENAS

Jubilados y pensionados de Bellas Artes organizaron ayer un concierto-homenaje a Manuel Esperón (Distrito Federal, 1911), en reconocimiento a sus aportaciones a la música mexicana; es definido como El sastre musical de Pedro Infante y Jorge Negrete, además de tener en su currículum la musicalización de 548 películas y más de 300 canciones de éxito, con letra de Ernesto Cortázar, Pedro de Urdimalas, Felipe Bermejo, Ricardo López Méndez y Zacarías Gómez Urquiza, entre otros.

Estrenó su Suite jalisciense con la colaboración del Coro y la Orquesta de Cámara de la Secretaría de Marina. El Palacio de Bellas Artes fue el espacio para este acontecimiento en el que el público se involucró cantando los temas de la obra, sobre todo en el emotivo final, con No volveré, acompañado del Mariachi México de Pepe Villa.

La presentación y los comentarios estuvieron a cargo del periodista Jacobo Morett, quien expuso datos biográficos de Esperón, nacido en la colonia Guerrero de la ciudad de México, en el seno de una familia oaxaqueña de tradición artística; su madre fue concertista de piano y con ella tomó sus primeras lecciones; su padre era cantante; su primo fue Ignacio Fernández Esperón (Tata Nacho) y su tatarabuelo Macedonio Alcalá.

Trabajó con figuras como María Félix, Libertad Lamarque, Mario Moreno Cantinflas, Germán Valdés Tin Tan, Joaquín Pardavé, Ernestina Garfias y todos los artistas que cantaron y bailaron en la época de oro del cine mexicano. A sus múltiples reconocimientos debe resaltarse que el 10 de julio fue instituido como el Día de Manuel Esperón en Alburquerque, Nuevo México: los mariachis en EU lo nombran Padre de la música mexicana.

El público que asistió ayer era mayoritariamente de la tercera edad, jubilados y pensionados del INBA; conocedores vivenciales de la obra de Esperón escucharon la obra del maestro, quien hizo una dupla de gran relevancia con Cortázar, letrista que consiguió plasmar el sentimiento, la idiosincrasia de un amplio sector de mexicanos de mediados del siglo pasado.

La Suite jalisciense abre con Amorcito corazón, que interpretó la soprano Conchita Julián. Esta siguió con la primera obra de Esperón para una película, La mujer del puerto, que data de 1933. Las canciones de la suite, que es un compendio, un resumen musical, según expuso el propio maestro, huelen a tierra de provincia mojada por una lluvia tenue; se antojan, como la titulada Tequila con limón; duelen, como en No volveré, y remueven las arenas movedizas del recuerdo, como en Amorcito corazón.

Refieren una época que la criba histórica ha dejado en la memoria de quienes disfrutaron de la creatividad de un grupo de mexicanos de gran talento. Se siente la brisa al oír las notas de A la orilla del mar, y el perfume de la naturaleza se esparce con Flor de azalea.

El sentimiento de identidad se refuerza en Yo soy mexicano, Traigo un amor, Cocula y ¡Ay, Jalisco, no te rajes! Es un remanso con el fragmento titulado Valses mexicanos, en el que resaltan Alejandra y Sobre las olas. Recupera las imágenes de la gesta revolucionaria con la Suite México 1910, en la que los sonidos de un ferrocarril remiten a ecos de soldaderas, pelones, la leva, la lucha y el drama. Rematan la emotividad las notas del Himno Nacional Mexicano.

Las voces de los tenores participantes fueron más que adecuadas; además de la soprano Conchita Julián intervinieron Mauro Calderón, Jordy Ramiro, Salvador Macías y Luis María Bilbao.

Entre aplausos, Esperón agradeció desde su balcón el sonoro y largo aplauso que de pie le ofreció el público. "Mi idea -expresó el maestro en entrevista al final del concierto- fue juntar las piezas más características de Jalisco, en un tamaño (duración) adecuado. Agustín Lara hizo algo similar en una suite dedicada a Veracruz."

-¿Por qué una suite dedicada a Jalisco?

-No sé. Me gusta mucho el modo de ser del jalisciense, así como los mariachis.

No faltó el negrito en el arroz: una mujer que se dijo familiar de Pedro de Urdimalas se presentó para quejarse por la supuesta falta de crédito en el programa a la canción Mi cariñito (que no se interpretó, pues el tenor Salvador Macías expuso en pleno concierto que no iba a hacer que se faltara el respeto al Palacio de Bellas Artes). Señaló que los herederos no han cobrado regalías por la explotación del tema. Esperón restó importancia al incidente, pero la esposa del compositor, Beatriz García de Esperón, expuso que de persistir el problema entablaría una demanda.

"Es increíble. La señora reclama que no se le da nunca el crédito. Si está inconforme que acuda a la Sociedad de Autores y Compositores. Hacienda ejerce su trabajo. Ella ni siquiera está autorizada legalmente para cobrar, pues el papá murió intestado. Por eso están detenidas las regalías. Si sigue en ese plan la vamos a demandar."

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