"El secreto del palacio podría hacer caer la monarquía"

El príncipe Carlos acusado de encubrir violación en Buckingham

DPA

Londres, 10 de noviembre. Durante años, Upstairs, downstairs (Los de arriba y los de abajo) fue la serie televisiva favorita de la reina Isabel II de Inglaterra. Pero en los últimos días, la soberana aprendió que no todos los mayordomos son como aquel silencioso y cultivado Mr. Hudson de la serie de los años 70.

Paul Burrell, el ex mayordomo y hombre de confianza de la princesa Diana de Gales, causó un verdadero "baño de sangre" en la familia real, según la descripción del periódico The Guardian.

El año del 50 aniversario de la llegada de Isabel II al trono termina con lágrimas. Ahora ya no se trata de pequeñeces como que el príncipe Carlos hizo que uno de sus sirvientes le sostuviera el recipiente en una prueba de orina en el hospital. Ahora se trata de violación.

Uno de los más estrechos colaboradores del heredero del trono aparentemente emborrachó y luego violó en 1989 a George Smith, ahora de 42 años, ex ayudante de cámara del príncipe. En 1995, aparentemente, lo volvió a intentar en la embajada británica en El Cairo.

Burrell fue quien desató el escándalo durante la semana pasada con algunas insinuaciones sobre el tema. Pero hoy tomó la palabra la misma víctima y acusó a Carlos de haber querido ocultar el asunto.

Estas acusaciones de violación serían el verdadero motivo por el que Carlos y la reina detuvieron hace 10 días el juicio por robo contra Burrell. "El príncipe hizo ocultar todo", dijo Smith. "No quería que esto saliera a la luz en el tribunal."

Diana grabó el testimonio de Smith en una cinta en 1996, como última munición en el juicio de divorcio contra Carlos. Aparentemente Scotland Yard busca desde hace años la grabación con el título Las confesiones de George Smith.

Carlos hizo desmentir todo, pero legisladores republicanos afirman que es inaceptable que se oculten crímenes tan graves. Ahora debe destaparse toda la verdad, exigen.

"El secreto del palacio" que "puede hacer caer la monarquía", señala ya el título principal del Sunday Express.

El propietario de Harrods, Mohammed al Fayed, padre de Dodi, el compañero sentimental de Diana que murió junto a ella en el accidente en París, siente confirmadas sus teorías de conspiración.

Cree, desde hace años, que el servicio secreto británico tuvo algo que ver con el accidente. Los monarquistas derechistas, en tanto, responsabilizan de la debacle a la "mafia homosexual" en la casa real.

Dicen que lo único cierto es que en el Christopher Street-Day (día del Orgullo Gay) puede izarse la bandera del arcoiris en el Palacio de Buckingham. Cuando un ministro conservador recomendó una vez a la familia real que despidiera a todos los homosexuales, la reina madre la respondió que en tal caso debía servirse sola.

Un empleado de la corte dijo al Observer que no importa si Scotland Yard retoma las investigaciones sobre la presunta violación. El daño a la casa real ya es "mucho peor" que todo lo ocurrido hasta ahora.

Todas las hostilidades vuelven a salir a la luz: los amigos de Diana contra los de Carlos, los Windsor contra los Spencer, el equipo de la reina contra el del heredero.

"Una familia real endulza la política con bellos acontecimientos que se producen regularmente." Este comentario del periodista Walter Bagehot (1826-1877) fue citado varias veces con motivo del aniversario.

The Guardian comenta: "No hay duda, la monarquía superará esta crisis. Pero deberían recordarse estos momentos cuando la próxima vez nos instruyan sobre el lazo mítico que aparentemente nos une a la casa Windsor".