Inseguridad médica
Jornaleros, entre miseria y olvido
ANGELES CRUZ
En México los jornaleros agrícolas migrantes e indígenas viven en la miseria. Prueba de ello es que casi la mitad de sus hijos menores de edad no están vacunados, 60 por ciento no va a la escuela y entre las mujeres embarazadas más de 50 por ciento carece de atención médica prenatal, afirmó Lourdes Sánchez Muñohierro, directora del Programa de Jornaleros Agrícolas (Pronjag) de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso).
Resaltó que en los últimos años los movimientos migratorios en las zonas rurales deprimidas han sido cada vez mayores, en la medida en que sus pobladores están imposibilitados para sobrevivir sólo con los ingresos que obtienen de su precaria economía campesina. Para ellos no existen alternativas; ni siquiera califican para los programas asistenciales como Oportunidades.
Comentó que en el país existen alrededor de 3.2 millones de jornaleros agrícolas, de los cuales 1.2 millones son migrantes y de éstos poco más de 40 por ciento son indígenas, principalmente mixtecos, nahuas y zapotecos.
A 12 años de funcionamiento el Pronjag brinda apoyo a 700 mil jornaleros agrícolas migrantes. En ese lapso se han incorporado las entidades que tienen la mayor presencia de esta población. A la fecha, el programa opera en 17 estados de la República.
La problemática para este sector se agudiza porque en la mayoría de los casos migran familias completas. Si bien en sus lugares de origen viven en condiciones muy precarias, en los campos agrícolas a donde llegan se enfrentan a situaciones similares, pero sumadas a la inseguridad social y laboral, que inciden de manera desfavorable en su estado de salud.
La situación de desventaja de los jornaleros se refleja en el prácticamente nulo acceso a los servicios médicos. Lo anterior a pesar del decreto expedido por el gobierno, en junio de 1997, para incorporar a esas familias a la seguridad social.