Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 4 de diciembre de 2002
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Cultura

La afirmación de que existe ''indulgencia'' no es justa ni se apega a la verdad, responden

Desmienten organizadores de la FIL acusación de Krauze

''Hay cierta desmesura'' en los términos del director de Letras Libres, dice Ricardo Alarcón

Benítez Rojo, Kozer, Victoria y Cabrera Infante sí fueron invitados pero declinaron asistir

ARTURO GARCIA, BLANCHE PETRICH Y CAYETANO FRIAS ENVIADOS Y CORRESPONSAL

Guadalajara, Jal., 3 de diciembre. Los directivos de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara desmintieron ayer al director de la revista Letras Libres, Enrique Krauze, que acusa a los organizadores de haber dejado transcurrir la interrupción de la presentación de su revista, el domingo en la noche, con ''indulgencia, espero que no con complicidad". Esa afirmación, señaló el presidente del comité organizador, Raúl Padilla López, ''no es justa ni es verdad".

Por su parte, el presidente de la Asamblea Nacional de Cuba, Ricardo Alarcón, manifestó que ''hay cierta desmesura" en los términos de Krauze. ''No he visto absolutamente nada que merezca calificativo tan fuerte", respondió al ser interrogado por otra afirmación de Krauze, que dijo que la FIL está ''secuestrada" por la delegación cubana. ''Estamos aquí como invitados, participando lo más que podemos. En todas partes hemos notado respeto y cortesía".

Presumible línea editorial

Acompañado por la directora general de la feria, María Luisa Armendáriz, Padilla aclaró que ''en función de la diversidad que quisimos presentar en esta ocasión", la FIL ha abierto su espacio a quien lo ha pedido, incluyendo a aquellos intelectuales y escritores que ''no son del agrado del gobierno cubano y que se están presentando en diversos foros y espacios".

La propia Letras Libres ''se presentó el día y en el horario que el propio Krauze pidió". Sostuvo que ''todos sabíamos que era un número dedicado a Cuba y se podía presumir su línea editorial; sin embargo, le dimos el espacio y el día que quiso. Así sucede con varios intelectuales y escritores. Pueden constatarlo".

Padilla evitó calificar el incidente durante la presentación de la revista, pero expresó: ''Reprobamos y lamentamos, como ya lo expresamos, la actitud que asumieron algunas personas en esefil_ingreso_2 acto. Señalo claramente; no fuimos indiferentes como comité organizador a esta actitud. Los miembros del comité ahí presentes invitaron a todos los asistentes a guardar respeto. Fue una sesión acalorada, pero se llevó a cabo y los ponentes expusieron lo que quisieron. Repito, las réplicas y las intervenciones del público fueron en un ánimo de confrontación pero el evento transcurrió. ƑQué repercusión tendrá? No soy yo para calificarlo. Es uno entre 600 eventos. La constante de la FIL obedece a lo proyectado".

Más aún, apuntó que dos de los ponentes que participaron en ese evento al día siguiente participaron en otros eventos sin ningún contratiempo.

"Haremos lo que sea necesario para que las actividades, los eventos de los coloquios, las mesas, se lleven a cabo en un ánimo de respeto, de tolerancia", concluyó.

En un comunicado de prensa, la FIL puntualizó que las críticas al comité por presuntas exclusiones en el programa ''no hacen justicia al enorme esfuerzo para complementar con sugerencias la propuesta original del gobierno cubano en busca de enriquecerlo y favorecer la participación de voces críticas". También se ''atendieron las sugerencias de editoriales e intelectuales mexicanos" para invitar a escritores de la diáspora y del exilio.

Pero, añade, ''los escritores más reconocidos no aceptaron esta invitación".

En su carta a varios medios, Krauze afirma que hace un año ''advirtió" a los organizadores ''que no había que entregar" al "único y último régimen totalitario" la FIL 2002. También acusa que el incidente del domingo, en el acto de su publicación, fue un ''juicio sumario" que ocurrió ''con la indulgencia, espero no complicidad, de los organizadores".

El camino a la feria

Para los creadores cubanos, los caminos para asistir a la Feria Internacional del Libro son, como está establecido en este tipo de actos, los siguientes: por invitación de la FIL, por conducto del Ministerio de Cultura, mediante invitaciones de los patrocinadores de la feria y por invitación de las editoriales participantes. Los requisitos, como para cualquier país y cualquier acto, es tener obra reconocida y obra nueva.

Si hubo escritores del exilio o la diáspora ausentes de este encuentro, fue, o bien porque no quisieron asistir o porque la FIL, no el gobierno de Cuba, no los invitó, informaron los organizadores.

Hay presencia de escritores disidentes. Informe contra mí mismo, de Eliseo Alberto, y Los hijos de Neptuno, de Osvaldo Navarro, son dos ejemplos. En los módulos de las distintas editoriales se encuentran otros autores exiliados de distintas corrientes, como Huber Matos y Mayra Montero, en Tusquets.

Entre los escritores que se han quejado de ser excluidos destaca Guillermo Cabrera Infante, un consagrado que nunca asiste a este tipo de ferias. Organizadores de la FIL informaron que el autor de La Habana para un infante difunto fue invitado y no aceptó venir.

De los escritores de la isla que no están presentes, al menos cuatro destacados no fueron invitados por ninguna institución. Abilio Estévez ha publicado recientemente su segunda novela y ha viajado a España para promoverla; Leonardo Padura fue invitado, pero declinó por razones de salud; Raúl Rivero, poeta, no pudo asistir a un reciente encuentro en Aguascalientes porque no se le otorgó permiso de salida, y Pedro Juan Gutiérrez, novelista de temas sobre la marginalidad, no fue invitado por ninguna instancia.

Entre los escritores exiliados en distintos países europeos que fueron invitados por la FIL, pero que no aceptaron asistir, están Antonio Benítez Rojo, novelista y ensayista; José Kozer, poeta; Carlos Victoria, cuentista, y, desde luego, Cabrera Infante.

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