En ese punto han perdido la vida este año más de 157 migrantes, la mayoría mexicanos

Consideran frontera de la muerte los límites entre Arizona y Sonora

Al peligro que representa esa región se suman las acciones de grupos xenofóbicos

CRISTOBAL GARCIA BERNAL CORRESPONSAL

hermosillo, son., 3 de diciembre. La frontera que comparten Arizona, Estados Unidos, y Sonora, México, se ha convertido en la frontera de la muerte, considerada por las autoridades migratorias como la más "sangrienta" y el punto rojo donde se registra el mayor número de decesos de indocumentados.

Esta región fronteriza es una de las más utilizadas por los traficantes de personas, conocidos como polleros, desplazando a Tijuana, Baja California, por lo que su excesivo flujo migratorio la ha convertido en una de las zonas más peligrosas, tanto que este año han perdido la vida más de 157 migrantes, en su mayoría de origen mexicano.

A pesar de la excesiva vigilancia del Servicio de Inmigración y Naturalización (SIN, por sus siglas en inglés) para frenar la inmigración ilegal a lo largo de la franja fronteriza entre Arizona y Sonora, el flujo de migrantes presenta un crecimiento alarmante que ha obligado a las autoridades estadunidenses a redoblar la vigilancia.

Además del peligro que por sí sola representa esta región fronteriza, los migrantes se tienen que enfrentar ahora a grupos xenofóbicos que en últimas fechas han organizado cazas de ilegales, con la complacencia de las leyes y las autoridades de Estados Unidos, que no han hecho nada por detener a esos grupos.

En los últimos meses han surgido grupos racistas conocidos como Rescate de los Ranchos, Patrulla Fronteriza Americana y Milicia Ciudadana Fronteriza, organizaciones de civiles que se han dedicado a la caza de indocumentados a lo largo de la frontera sur del estado de Arizona.

A estas acciones se suma la más reciente operación de estos grupos de civiles, quienes mediante el uso de equipos de alta tecnología, similar a los que utiliza el Ejército de Estados Unidos, podrán transmitir en vivo, por medio de Internet, el ingreso de indocumentados a territorio estadunidense.

Este moderno sistema consiste en enlazar una cámara digital a una computadora, la cual está conectada a Internet por medio de una conexión vía satélite de alta velocidad, así como a sensores de largo alcance para detectar la presencia de inmigrantes en esa región que colinda con Sonora.

A pesar de que las autoridades consulares mexicanas en Arizona han alzado la voz para protestar contra las acciones de esos grupos, no ha sido suficiente para que el gobierno actúe contra ellos, pues las leyes de Arizona son muy flexibles y permiten a los civiles estadunidenses realizar de alguna manera la "cacería" de indocumentados.

En tanto, la Junta de Supervisores del condado de Cochise, Arizona, condenó a esos grupos de civiles armados, dedicados a contener flujos de indocumentados y a detener migrantes en la frontera de Estados Unidos con México.

Mediante una resolución adoptada por la Junta de Supervisores destaca que solicitarán a los alcaldes de ciudades del condado de Cochise, que incluye Bisbee, Naco, Tombstone, Sierra Vista, Willcox y Benson, Arizona, que apoyen la medida.

La resolución de la Junta de Supervisores de Cochise siguió a otra adoptada a finales de noviembre pasado por el cabildo de Douglas, Arizona, que expresó también su oposición a la creación y operación de esos grupos de civiles armados.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Migración (INM), los estados considerados como los principales expulsores de mano de obra son Guanajuato, Hidalgo, Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Zacatecas, Distrito Federal y estado de México, sin que el gobierno mexicano ponga freno para evitar que los residentes de esos lugares emigren hacia Estados Unidos.

Mientras persista existiendo el gran diferencial económico entre México y Estados Unidos, México seguirá siendo el "traspatio más codiciado del mundo", no sólo para los connacionales, sino para los migrantes procedentes de Asia, Europa y Africa, que utilizan a este país como corredor para internarse al vecino del norte, señala el departamento de Migración mexicano.

Por citar un ejemplo, por el desierto de El Sásabe, Sonora, arriban diariamente 900 personas con la intención de cruzar de manera ilegal la frontera en busca de condiciones que no encuentran en sus lugares de origen, aun a costa de perder la vida.

Una vez en esta región, ubicada a unos 430 kilómetros al norte de esta ciudad capital, los migrantes contratan los servicios de los polleros, quienes les cobran importantes cantidades de dinero en dólares con el propósito de cruzarlos de manera ilegal hacia Estados Unidos, pero muchos acaban extraviados porque son abandonados por los traficantes de personas.

A los migrantes, en su mayoría mexicanos, no les importa arriesgar su vida por alcanzar el ansiado sueño americano, pues consideran que más vale morir en el desierto que permanecer en sus lugares de origen viviendo en un estado de miseria, pues su dinero sólo les alcanza para comprar agua y frijoles cuando llegan a conseguir empleo.

Operación del desierto

El INM aplicó este año un programa de rescate de migrantes denominado Operación del Desierto, que opera en los principales puntos de acceso hacia Estados Unidos y entre Sonora y Arizona, con el objetivo de advertir sobre los riesgos que representa cruzar de manera ilegal la frontera.

Las acciones a cargo de los agentes del Grupo Beta tienen su centro de operación en la región de El Sásabe, Sonora, uno de los puntos más conflictivos donde se registra el mayor flujo de indocumentados, y el más peligroso debido a lo inhóspito del lugar.

En este programa participan personal del Grupo Beta de Nogales, Sonora, efectivos de la Policía Municipal.

Esta región representa el punto rojo que los migrantes utilizan para cruzar de manera ilegal hacia Estados Unidos; sin embargo, algunos, sin medir los riesgos a los que se enfrentan, se internan hacia territorio estadunidense, donde encuentran la muerte.

El desierto, muerte segura

Para el vocero de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos en el sector Tucson, Rob Daniels, el desierto de Arizona constituye la "muerte segura" para quienes se internan por esos lugares inhóspitos, donde en verano se registran temperaturas que rebasan los 50 grados centígrados y en invierno el termómetro desciende drásticamente.

En entrevista con La Jornada refirió que el departamento de la Patrulla Fronteriza ha desplegado a lo largo de la frontera por lo menos dos mil agentes, los cuales, apoyados con equipo de alta tecnología, vigilan la línea divisoria entre Arizona y Sonora.

Asimismo informó que para el rescate de los indocumentados las autoridades mantienen en alerta a los grupos de Bordstar, agrupación encargada de auxiliar a quienes se encuentren deshidratados o extraviados en el desierto o sufran de un mal a causa de las condiciones climatológicas.

En la presente semana se puso en marcha un plan para sobrevolar la frontera y alertar en tierra sobre los grupos de migrantes que esperan sorprender a los agentes fronterizos para cruzar la frontera de manera indocumentada, dijo.