Una ineptitud propició que cancelara su participación

Tabucchi no llegó a la FIL porque en NY perdió un avión inexistente

El escritor, agobiado por el pequeño equívoco, decidió volar a Europa

MAURICIO ORTIZ ESPECIAL PARA LA JORNADA

El domingo pasado, primero de diciembre, Antonio Tabucchi estaba programado para inaugurar el Salón Literario de la Feria Internacional del Libro (FIL) a las 12 del día, pero no se presentó. No había llegado a Guadalajara, y el periódico Reforma publicó al día siguiente: ''Cancela Tabucchi asistencia a la FIL". La versión periodística informaba que el autor italiano había perdido el avión en Nueva York. ƑDespiste de un genio excéntrico? ƑDesplante de un divo de la literatura? ƑDesprecio del intelectual primermundista por los humildes mexicanitos? ƑDefinición de una postura política de rechazo a la presencia cubana en el acontecimiento editorial de marras? Cualquier hipótesis es válida atendiendo a esa versión. Lo que ocurrió, sin embargo, es una historia muy distinta.

Huelga decir que Antonio Tabucchi es una de las figuras más sobresalientes de la literatura contemporánea. A principios de septiembre decidió aceptar la invitación para venir a Guadalajara. Se le antojaba visitar México, país por el que siente una gran añoranza, como él personalmente me dijo, y conversar con sus amigos mexicanos. Pienso que era una brillante adquisición de la FIL, un importante logro del aparato cultural, una gran distinción para nuestro país.

Mensaje en la contestadora

El caso es que Tabucchi iba a estar en Nueva York todo el mes de noviembre, impartiendo un curso. Su compromiso lo amarraba hasta el viernes 29, y su boleto de avión, despachado en Europa, le programaba viajar a la ciudad de México, y de ahí a Guadalajara. Los horarios le impedían alcanzar la última conexión del sábado, por lo que tendría que pasar la noche en la ciudad de México y volar temprano para llegar a su cita en la FIL. A los organizadores les pareció buena idea, que lo era, cambiar los planes y reservar un asiento en el vuelo directo de Aeroméxico Nueva York-Guadalajara.

Yo era uno de esos amigos con los que Tabucchi se iba a encontrar en México. Hablamos el martes anterior y quedamos de cenar el domingo en Guadalajara. Era posible que organizáramos un viaje con la familia al sureste para pasar la Navidad, y tal vez él decidiera quedarse en algún sitio a trabajar mientras llegaba su siguiente compromiso, un curso en el Collège de France a partir de febrero. El sábado estuve en Cuernavaca todo el día, y el domingo regresé a México a recoger mi maleta y partir al encuentro con mi amigo italiano. Iba saliendo de casa cuando recordé que había mensajes en la contestadora. Era Tabucchi. Transcribo algunos fragmentos.

''Es la una y media en México en este momento, y yo tengo aquí un problema. Estoy en el mostrador de Aeroméxico en el aeropuerto de Nueva York. La persona de la FIL me había cambiado el boleto, me hizo la reservación y aparentemente todo estaba listo. Me precipité al aeropuerto para coger el vuelo directo a Guadalajara, pero llegando aquí me encontré con la sorpresa de que este vuelo no opera hoy". No podía creer lo que estaba oyendo.

Juego del revés

''De manera -continuaba Tabucchi- que me encuentro como un idiota aquí en el aeropuerto. La única solución sería coger un vuelo para México esta noche y mañana el primer vuelo a Guadalajara. Pero mira, ya no tengo ganas, estoy cansado y es muy complicado. Me parece que la cosa mejor es que yo me vuelva a Europa. (...) Aún más, de una manera que me parece increíble, en la Feria de Guadalajara como es sábado no hay nadie, nadie responde el teléfono. Y bueno, me parece que hacer tanto esfuerzo por una cosa así no vale la pena."

Yo escuchaba el mensaje 24 horas después de haber sido grabado. Sentí una oleada de rubor subiéndome por el cuello, tanto por la súbita irritación que provoca una tontería tan absurda, como por esa especie de vergüenza nacional que asalta a los ciudadanos de este país varias veces al día: Ƒqué no podemos hacer bien nada?

La versión dada a conocer dice que Tabucchi canceló su viaje a México. Lo que no se menciona es la metida de pata previa que lo obligó a tomar esa determinación.

Por varias horas estuvo intentando contactarse con la Feria y sólo al final, derrotado por el pequeño equívoco sin importancia que le había puesto el juego del revés, acechado por el ángel negro de la ineptitud, decidió regresar a Europa.