Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 19 de enero de 2003
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Sociedad y Justicia

Molestia de pasajeros; se producen enfrentamientos verbales con agentes privados

Intensifican las medidas de seguridad en el aeropuerto

El comité local de seguridad del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) agudizó intempestivamente las medidas de seguridad para la revisión de las personas que pretenden abordar vuelos comerciales y que por su extremismo están causando malestar entre los pasajeros, sobre todo por la prepotencia con que son tratados en los filtros electrónicos.

Las vicisitudes de los viajeros se inician al llegar a la terminal aérea, cuando se presentan en los mostradores de las aerolíneas para documentar reservaciones; al acreditarse con documentos oficiales, les conviene presentarse serenos para no despertar "suspicacias" entre los empleados. Antes, sus equipajes son abiertos y revisados por elementos de seguridad privada de la empresa, a quienes no importa desarreglar las cosas que vienen dentro, ya que hurgan por todos los rincones para encontrar "objetos peligrosos".

El siguiente obstáculo lo viven los pasajeros cuando con los pases de abordar en mano se presentan en los filtros de rayos X. Ahí se les obliga a depositar en una charola de plástico los objetos metálicos que lleven consigo, incluso sacos y suéteres. Todo bajo la mirada fría, el rostro severo y la palabra autoritaria de los guardias.

Atrás de aquellos, uno o dos agentes de la Policía Federal Preventiva observan el ánimo de las personas para "descubrir" si alguno se pone nervioso, manifiesta contrariedad o disgusto por las exigencias para cruzar los filtros, actitudes que pueden ser suficientes para ser objeto de llamadas de atención e incluso puede causar la determinación de esos elementos para impedir la entrada de los inconformes a la sala de última espera.

La tercera y última dificultad se da en el momento en que los empleados de las aerolíneas invitan a los pasajeros a formarse para ingresar en los aviones. Antes de poder caminar por el túnel que lleva hacia la aeronave, en la puerta, un grupo de cinco o seis guardias de seguridad privada de la aerolínea, nuevamente, con detectores portátiles de metales en mano llevan a cabo otra revisión física de cada uno de los pasajeros.

A los varones se les obliga a abrirse de piernas y brazos para deslizarles por el cuerpo los detectores; otra vez deben sacar las cosas que lleven en los bolsillos, además de los zapatos, esto último sin importar si son hombres o mujeres. Además de que deben abrir los equipajes de mano, que son revisados exhaustivamente.

Lo anterior es motivo de protestas y de enfrentamientos verbales entre los empleados de las aerolíneas, los elementos de seguridad privada y los pasajeros, aunque, la mayoría de los viajeros está de acuerdo en que se estén aplicando medidas de seguridad que impidan algún acto de violencia o terrorismo cuando el avión se encuentre en vuelo, lo que pondría en peligro sus vidas, pero consideran que el comité local de seguridad del AICM está exagerando las recomendaciones que al respecto han hecho tanto la Agencia Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos y la Organización Internacional de Aviación Civil (OACI).

TRIUNFO ELIZALDE

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