Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 24 de enero de 2003
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La lucha, en rechazo al ALCA y la venta de gas natural a EU, dice el líder indígena

Movilizaciones populares, para derrotar al neoliberalismo en Bolivia: Evo Morales

STELLA CALLONI CORRESPONSAL/I

Buenos Aires, 23 de enero. "Nosotros los pueblos originarios continuamos reclamando el po-der del territorio, los recursos naturales que deben estar en manos de los bolivianos, como deben estar en manos de sus pueblos en todos los países. Siempre nos hemos preguntado hasta cuándo nuestras empresas tienen que seguir en manos de las trasnacionales que se llevan todo el dinero. Pero llegó el momento del límite de todo lo que los pueblos han podido soportar", advierte el líder indígena y diputado Evo Morales.

"Cada vez que nos alzamos contra el modelo nos reprimen, militarizan las zonas, las regiones, nos mandan tanques. El neoliberalismo, como estamos viendo, sólo pue-de ser derrotado con los pueblos en las ca-lles, con los bloqueos, porque tenemos derecho a decidir sobre nuestro futuro", añade en entrevista telefónica con La Jornada.

En la conversación el dirigente negó la existencia de grupos armados de cocaleros, en momentos en que en Bolivia se cumplen 10 días de cortes de carreteras, que se intensificaron luego que Morales recibiera en la víspera apoyo del dirigente de los indígenas aymarás, Felipe Quispe.

Diputado por el Movimiento al Socialismo (MAS) y ex candidato presidencial, sostiene que "es decisión de todos los sectores que participan en una segunda semana de protestas continuar la acción, ante la falta de respuesta" por parte del gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada.

Pero el descontento no sólo existe entre los campesinos, los mineros o los trabajadores, sino que también está presente "en las fuerzas armadas", señala Morales, quien niega que el MAS u otros sectores que participan en la protesta contra el gobierno hayan estado vinculados con el reciente ataque a una patrulla militar, que dejó como saldo un soldado muerto.

"Con respecto a esa acción decimos que no era parte de nuestro esquema, y en este sentido tengo tres hipótesis: o la militarización comienza a ser rebasada por el pueblo, y si esto fuera verdad las bases nos estarían rebasando y eso no se ve, o hay grupos de jóvenes que por su cuenta intentan intimidar o parar a los militares para evitar la re-presión, que ya ha dejado 18 muertos, o alguien lo está haciendo para llevarnos al enfrentamiento", advierte, en momentos en que la prensa lanzó la versión sobre la existencia de un desconocido grupo guerrillero cocalero, el Ejército de Dignidad Nacional.

En este sentido, señala que "el gobierno además intenta cocalizar el conflicto, sostiene que se trata del tema de la hoja de coca o los cocaleros y dice que para esto habla conmigo, con Evo Morales, pero esto es mucho más allá de ese tema, porque deja de lado nuestro reclamo por recuperar re-cursos naturales como el petróleo, deja afuera la resistencia contra el ALCA (Area de Libre Comercio para las Américas, patrocinada por Washington), el tema de que se intenta vender el gas boliviano a Estados Unidos a través de Chile, y entonces ya no sería gas boliviano, ni tampoco habla del ingreso de tropas estadunidenses al país. En Bolivia esto también crea descontento en las fuerzas armadas".

Rechazo a las privatizaciones

La protesta, "los bloqueos, las movilizaciones no son cuestiones de un dirigente ni es sólo el problema de los campesinos productores cocaleros, es una decisión del pueblo boliviano, que está contra las privatizaciones y pide que los recursos naturales enajenados vuelvan a nuestras manos, se opone tanto al ALCA como a los planes militares de exterminio y dominación. Por eso mi país vive un momento fundamental y el gobierno responde a la movilización con la violencia y militarización", insiste Morales, quien organiza personalmente muchas de las movilizaciones y atiende a las familias de los muertos y heridos por la represión policial.

En agosto pasado Evo Morales logró ubicarse a sólo un punto de la presidencia, con lo que estuvo a punto de convertirse en el primer dirigente indígena en llegar al Ejecutivo boliviano.

Pero el Congreso, presionado por la embajada de Estados Unidos, decidió por el empresario Sánchez de Lozada, quien du-rante su primer gobierno en los años 90 llevó adelante un plan neoliberal sin cortapisas, a pesar de la oposición popular.

El actual mandatario vivió toda su vida en Estados Unidos e incluso tiene dificultades para hablar el español, por eso los bolivianos le llaman "el gringo".

Ahora, en su segundo mandato, se disponía a continuar aquel proceso, pero Morales, apoyado por los mismos obreros y campesinos de agosto pasado, fundamentalmente quechuas y aymarás, pero también de otras etnias, encabezó la resistencia.

"Conocemos que existe malestar en las fuerzas armadas y que algunos sectores de éstas comprenden el sentido y objetivo de la movilización nacional, donde se lucha por temas tan importantes como impedir que el gas boliviano sea vendido vía Chile a Estados Unidos", afirma.

"Y éste también es un tema importante para América Latina, porque Chile se puede transformar paulatinamente en la región en lo que Israel es, en estos momentos, para Medio Oriente", advierte.

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