Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 3 de marzo de 2003
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Sociedad y Justicia

Acoso laboral y cancelación de cirugías por falta de anestésicos, entre las anomalías

Agoniza el Instituto de Pediatría por falta de recursos; denuncian irregularidades

Exigen a médicos restringir consultas y dar de alta a los pacientes de manera rápida

ANGELES CRUZ

Para Susana el impacto fue brutal. Los estudios realizados en el Instituto Nacional de Pediatría (INP) a su hijo Lalo, de cuatro años de edad, eran inequívocos. El niño tenía cáncer, diagnosticó el doctor. Cuando la mujer trataba de reaccionar escuchó algo que la dejó sin habla: "por el momento aquí no lo podemos atender, porque no hay medicamentos". Tal vez -agregó el especialista- si alguna institución la ayuda "podríamos hacer algo".

Historias como ésta se repiten desde hace varios meses por la falta de recursos económicos que enfrenta el sector salud, de la cual no está exento el INP y casi ningún hospital del país. La situación es grave, porque este es un centro de especialidades que junto con el Infantil de México Federico Gómez son las únicas instituciones públicas en las que las personas de escasos recursos económicos de todo el país y sin acceso a la seguridad social pueden acudir para tratar de curar las enfermedades crónicas de sus hijos.

Distintos tipos de cáncer, sida, defectos congénitos y genéticos, problemas endócrinos, renales, neuromusculares y dermatológicos, entre otros, son los padecimientos que sólo pueden controlarse en el INP. Lo anterior sin contar con que al nosocomio también llegan niños con fracturas, algunos graves, que también deberían ser recibidos para su curación.

Sin embargo, hace unas semanas María del Carmen Obregón Mondragón, subdirectora de Medicina Crítica del INP, informó que a partir de este mes las guardias del servicio de ortopedia se llevarán a cabo únicamente cada cuatro días, y sugirió que "los días que no estén cubiertos por la guardia los pacientes que lleguen al área de urgencias sean enviados a otros hospitales para su atención".

Médicos de distintas especialidades se preguntan "Ƒa cuáles hospitales se les puede mandar, si se supone que aquí los tendríamos que atender? Además, Ƒes ético decirle a alguien, quien sea, que se vaya con su enfermedad a otro lado?"

Una negativa es la respuesta inmediata, pero a veces no sirve casi de nada, ya que, por contravenir las órdenes de las autoridades del instituto, el personal es sujeto a persecución y hostigamiento laboral.

En terapia intensiva los ventiladores no sirven

Anomalías de todo tipo denunciaron médicos de las diversas especialidades que existen en el instituto. Por ejemplo, la cancelación de cirugías en diciembre y enero pasados por falta de anestésicos. Superado este problema, en días recientes se han cancelado las operaciones porque 11 de los 25 ventiladores con que cuenta el área de terapia intensiva están descompuestos.

Los especialistas comentaron a La Jornada que por la complejidad de las enfermedades que se atienden, buena parte de los pacientes posquirúrgicos tienen que pasar a terapia intensiva, pero "sin ventiladores. Es mejor no practicar las cirugías", señalaron.

En 1970 se creó el Hospital Infantil de la Institución Mexicana de Asistencia a la Niñez; en 1976 pasó a formar parte de los servicios médicos del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia y en 1983 se transformó en el INP. A partir de 1988 es un organismo público descentralizado, con personalidad jurídica y patrimonio propios, coordinado sectorialmente por la Secretaría de Salud.

Además de la atención médica que proporciona -200 mil consultas al año-, la hospitalización de alrededor de 8 mil pacientes y más de 6 mil cirugías, el INP tiene entre sus objetivos la realización de investigación científica para la salud en las distintas disciplinas de la pediatría, así como la formación de recursos humanos especializados y la difusión de información técnica y científica en la materia.

Sin duda, aunque con limitaciones, la mayoría de las personas que acuden al instituto encuentran la ayuda que necesitan; sin embargo, resaltan doctores entrevistados, resulta lamentable el deterioro del servicio médico a causa del desabasto de medicamentos, la falta de equipo e incluso decisiones administrativas que para nada toman en cuenta el aspecto clínico.

Es el caso del servicio de Salud Mental, cuyo titular, José Valle Burián, decidió que las consultas de primera vez se otorgaran únicamente de 8 a 8:30 de la mañana. En ese lapso se distribuyen cinco fichas. Si fuera de ese lapso algún médico requiere apoyo de sicólogos o siquiatras para informar a los familiares de un enfermo sobre algún diagnóstico, no lo recibe. Los especialistas tienen la instrucción de permanecer en su área de trabajo y "no andarse ofreciendo en los pisos" del nosocomio.

Lo mismo ocurre si a media mañana llegan pacientes procedentes de algún estado de la República. Sin excepción, se les pide que regresen al día siguiente, a la hora señalada, a pedir su ficha en el área de recepción.

La Jornada solicitó varios días una entrevista con el director del INP, Miguel Angel Rodríguez Weber, pero el departamento de comunicación social del instituto ni siquiera pudo confirmar si el funcionario aceptaría el encuentro.

No pueden imprimir los resultados de electroencefalogramas

Los trabajadores entrevistados también se refirieron a las deficiencias en la infraestructura médica. Señalaron que durante casi un mes los doctores no pudieron imprimir los resultados de los electroencefalogramas por falta de tóner. Así, los médicos tenían que trasladarse adonde está la máquina para revisar los estudios en la pantalla. Eso si no se habían perdido los resultados por haberse saturado la memoria del equipo.

En neurocirugía también ocurren situaciones inusitadas, como que se exija a los especialistas no tener pacientes internados más de una semana, cuando lo común es que los enfermos requieran permanecer hospitalizados entre dos y tres semanas, o que se les prohíba el uso de instrumental médico por ser costoso, aun cuando es la única manera de ayudar a los enfermos a soportar las largas y dolorosas terapias.

La lista de irregularidades es interminable y los trabajadores del INP aceptaron comentarlas, porque -dicen- "la situación ya es insostenible. El acoso de las autoridades del hospital no tiene límite y llega al grado de acusar y perseguir al personal por lo que sea". Eso sucedió el pasado 21 de febrero, cuando la enfermera Luz María Mondragón García fue "sorprendida" supuestamente robando material del instituto. Efectivamente, explican sus compañeros, Luz María, a quien conocen de varios años, traía consigo dos espátulas, un soplete y moldes, pero eran propiedad de un especialista en estomatología. Y es que las carencias son de tal magnitud que los médicos llevan su equipo y material para trabajar. Así ocurre en todos los servicios, afirman.

Hoy tendrá lugar un plantón de trabajadores sindicalizados, en el que exigirán la destitución de Rodríguez Weber, como lo hicieron en 1997, cuando en asamblea lograron que el entonces director, Silvestre Frenk -padre del actual secretario de Salud-, saliera del INP por el cúmulo de problemas sin solución.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
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