Ibrahim Ferrer y el Buena Vista actuaron en
fiesta de la productora en Coyoacán
Corasón, 10 años de difundir música
tradicional de diferentes latitudes
El sello presentará disco conmemorativo como
parte de las celebraciones de aniversario
Promueve gira de la africana Orquesta Baobab; la sala
Nezahualcóyotl, uno de los foros
JUAN JOSE OLIVARES
Discos Corasón, productora y promotora de músicas
tradicionales de otras latitudes en México, celebrará sus
primeros 10 años con la presentación de un disco conmemorativo
para coleccionistas, pero antes hizo una fiesta en la que el cantante del
Buena Vista Social Club, Ibrahim Ferrer, actuó junto con el referido
conjunto.
En esa fiesta, que se efectuó en la Casa de la
Cultura Jesús Reyes Heroles (el mismo lugar donde se lanzó
la disquera hace una década, en Francisco Sosa 202, Coyoacán)
también se presentaron el grupo La Nueva Nostalgia y Jaqueline Despaigne
(ex vocalista de Las Perlas del Son), Los Camperos de Valles y El Trío
Cascabel, además de que se proyectaron las películas Buena
Vista Social Club, de Wim Wenders, y Kassi Kasse y La Orquesta Baobab,
de Cosima Spender, y se abrió la exposición fotográfica
de Eniac Martínez y Rodrigo Vázquez. Asimismo, se dio a conocer
la gira de la agrupación africana del momento: la Orquesta Baobab,
calificada por la BBC de Londres como el mejor grupo de Africa de 2003.
Corasón fue lanzado por Eduardo Llerenas y Mary
Farquharson en 1992, pero la historia comenzó en 1967, cuando el
primero empezó a viajar con tres amigos: Baruj Lieberman, Enrique
Ramírez de Arellano y Carlos Perelló, buscando, escuchando
y gozando profundamente la música tradicional de toda la República.
En 1968 comenzaron a grabar a los músicos más destacados
que escuchaban y en 1985, con una fonoteca de grabaciones ya premiada,
editaron por vez primera Antología del son de México.
Por su lado, Mary Farquharson promovía música
latinoamericana y africana en Inglaterra desde 1984, siendo la cofundadora
del sello World Circuit, en el que editaron a músicos tradicionales
fuera de la tradición anglo, en un momento en que se prestaba poca
atención a lo que hoy en día se llama world music.
"Creemos en la música de calidad, bien grabada,
con información. En México, la música tradicional
no existía en el mercado. Para nosotros no fue un riesgo, nunca
lo vimos así, más bien es una aventura", comentan Mary y
Eduardo en entrevista.
Contar la historia del proyecto, el propósito
Pese
a la situación, celebran la primera década de las disquera
con el lanzamiento de otros discos; el primero es Diez años son,
con 10 temas inéditos y unas joyas de Eliades Ochoa y algunos músicos
desconocidos. "La idea es contar la historia del proyecto Corasón.
La Orquesta Baobab es el segundo lanzamiento."
Eduardo comenta cómo se inició Corasón:
"Conocíamos el país, localidades lejanas; era de llegar y
encontrar a los músicos, todo lo que es el rastreo, lo que se convirtió
en una aventura en el sentido de conocer la cultura, con la cual queríamos
hacer grabaciones. Pero también es una vivencia personal, una situación
placentera".
Interviene Mary: "En estos 10 años hemos visto
que hay público para esta música. No habíamos hecho
estudio de mercado ni nada similar, pero ahora hay una audiencia muy melómana,
muy abierta, la cual exige que sigamos con la tarea de editar a músicos
de este tipo, y es muy rico. Hemos perseguido a esta música con
pasión y con placer. La música que grabamos no es parida
para tener éxito".
La gente de Corasón se interesó en grabar
a los cubanos -lo que ciertamente aceleró su boom- cuando
visitó Cuba por vez primera, en 1985. En ese viaje conocieron a
Eliades Ochoa, entre muchos músicos más, por lo que se enamoraron
del son y del bolero cubanos, sobre todo, en el estilo que se interpretaba
en la Casa de la Trova de Santiago de Cuba. Uno de los primeros discos
que editó en 1993 fue A una coqueta, que reunía temas
grabados a Eliades Ochoa y al Cuarteto Patria, en diferentes sesiones.
Al escuchar este álbum, el productor inglés Nick Gold decidió
invitar a Eliades a participar en el proyecto Buena Vista Social Club.
Eduardo afirma: "Cuando grabamos un disco no pensamos
que pegará o no, más bien es por gusto personal. Algunos
de los discos tienen buena recepción debido a que en México
hay un patrimonio musical muy fuerte. La gente de aquí está
preparada, tiene un oído más grande que el de otras culturas,
no desde el punto de vista chovinista. Por ejemplo, no siente un violín
gitano extraño, al conocer a los violines huastecos. Lo tiene por
adquisición cultural."
-¿Están conscientes de su labor de diseminación?
-Aparte de la responsabilidad, hay un gran placer en esta
aventura. Ahora hay muchas disqueras que empiezan a grabar son cubano o
son jarocho o huasteco, luego de escuchar nuestras grabaciones. En estos
10 años, Discos Corasón fue motivo de inspiración
para mucha gente. También fue una mirada para adentro, para voltear
y saber que hay son jarocho, huasteco, entre muchas otras cosas tradicionales.
Ahora, en tiempo de crisis, es el momento cuando hay que defender estas
músicas porque es una manera de dignificarlas.
Fuera del programa del Festival del Centro Histórico
Entre edición de músicas tradicionales de
diversos lados, Corasón se ha dado a la labor de traer, en ocasiones,
a algunos de sus grupos grabados. Los últimos casos fueron los de
Oumou Sangare, Kasse Mdy Diabete, y el más reciente la Orquesta
Baobab que, por cierto, se iba a presentar en el Zócalo capitalino,
pero la nueva administración del Festival del Centro Histórico
se encargó de sacarlo del programa.
No obstante, la Baobab se presentará el próximo
6 de abril en la sala Nezahualcóyotl, de la UNAM, pero antes lo
hará, el 29 de marzo, en San Luis Potosí (plaza Aranzazú);
el 30, en Morelia (Pabellón Don Bosco); el 31, en Guadalajara (Teatro
Degollado); el 2 o 3 de abril, en Oaxaca (Teatro Alvaro Carrillo), y el
5 de abril, en el jardín Borda, de Cuernavaca.
"Lo salvamos -dice Mary, luego de que ya les habían
prometido que la Baobab estaría en el Zócalo--. Fue un golpe
fuerte, no podíamos cancelarle a los músicos. Sí les
comenté, pero no les dije muchos detalles. Tenemos a los mejores
teatros de las ciudades y ellos (los miembros de la orquesta) buscan eso,
porque protegen la calidad de su grupo. Tienen la cantidad de conciertos
que habíamos contratado. Habíamos trabajado muy bien con
Roberto Vázquez (el anterior director del Festival del centro).
La cancelación del show que daría la senegalesa Orquesta
Baobab tuvo que ver con el cambio de administración. Creo que la
ética es muy importante. El público quería escuchar
a Baobab en el Zócalo, pero ahora lo podrá hacer en la sala
Nezahualcóyotl.