Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 13 de abril de 2003
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Mundo
GUERRA CONTRA IRAK

El presidente, copartícipe del genocidio perpetrado en la nación petrolera, acusan

Miles reiteran en España su exigencia de paz; insisten en que Aznar dimita

"Quién nos iba a decir que nos llamarían terroristas y asesinos", pregunta el gobernante

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 12 de abril. Cientos de miles de personas mantuvieron en las principales ciudades españolas el mismo reclamo que han venido manifestando desde que estalló la ofensiva contra Irak: "no a la guerra". Persistió la exigencia de que renuncie el presidente del gobierno español, José María Aznar, a quien además señalaron como copartícipe del genocidio perpetrado en el país árabe en semanas recientes.

En Barcelona, donde se reunieron más de 300 mil personas, según organizadores, y Madrid se registraron las protestas más multitudinarias, pero también fueron un reflejo del luto y el pesar que embarga al pueblo español.

En respuesta a la convocatoria del Foro Social Mundial, miles de ciudadanos españoles volvieron a llenar las plazas públicas de gritos de indignación y pesar por las consecuencias mortales de la guerra.

En las manifestaciones destacaron las fotografías de los dos periodistas españoles muertos en el conflicto, el corresponsal de El Mundo, Julio Anguita Parrado, y el camarógrafo de Tele 5, José Couso, este último asesinado por un tanque estadunidense que abrió fuego contra el hotel Palestina, donde se aloja la mayoría de la prensa internacional que reporta desde Bagdad y no está incrustada en las tropas angloestadunidenses.

Las protestas tuvieron distinto cariz y respuesta, en parte por el clima adverso y por las vacaciones de Semana Santa, pero en prácticamente todas las ciudades españoles el grito de "no a la guerra" se hizo presente. Así fue en Córdoba, Pamplona, Sevilla, Granada, Málaga, Bilbao, San Sebastián, Palma de Mallorca, Tenerife, Lleida, Girona, Vitoria y Badajoz, entre otras. En todas ellas se reclamó, además de la salida del ejército invasor, la apertura de diligencias judiciales contra Aznar, por su apoyo sin reservas a la estrategia belicista de Estados Unidos.

La manifestación de Madrid se inició pasadas las seis de la tarde y, a pesar de la intensa lluvia, decenas de miles de personas desfilaron, muchas de ellas con pancartas que exigían la dimisión de Aznar y fincar responsabilidades a las fuerzas militares agresoras. Al final de la concentración se leyó un manifiesto en el que se advirtió que las miles de víctimas civiles no quedarán "impunes", al tiempo que se insistió en que Couso fue "asesinado" y que por este crimen tendrán que responder Aznar, Tony Blair y George W. Bush.

En Barcelona, más de 300 mil personas, según los organizadores, se concentraron en las principales avenidas del centro de la ciudad condal hasta que la riada humana llegó a la Plaza de Tetuán, donde la actriz María Angelat expresó: "esta guerra de agresión es injusta e ilegal, y ha puesto en crisis el sistema de relaciones internacionales creado después de la Segunda Guerra Mundial". Asimismo, los manifestantes acusaron al Partido Popular (PP, derecha) y al gobierno de Aznar de llevar a cabo una "política beligerante" que pone en riesgo la estabilidad mundial, por lo que exigieron que sea llevado ante el Tribunal Penal Internacional para que responda por los presuntos crímenes.

Al finalizar el recorrido en Santander se leyó un comunicado en el cual los manifestantes expresaron que se oponen a la guerra por ser "ilegal, injusta y criminal, movida sólo por los intereses mezquinos de los escasos gobiernos que la apoyan", pues "no se consigue la paz arrojando miles de bombas a una población indefensa". El pueblo, agregaron, "se niega al unilateralismo de los déspotas, por lo que es necesario recuperar el protagonismo en la preservación de la paz y la implantación de la justicia y la libertad. Reclamamos el respeto a los derechos humanos como marco fundamental donde se deben desarrollar las relaciones entre países y entre los gobiernos y sus ciudadanos".

En todas las protestas se recogieron además firmas de ciudadanos que se quieran unir a la causa popular contra Aznar y su gobierno, que enfrentan una demanda ante el Tribunal Supremo y a la que se han sumado ya más de 15 mil personas, entre ellas los familiares del periodista español "asesinado" en Bagdad.

Mientras las protestas recorrían las calles, Aznar pidió a un grupo de militantes y candidatos de su partido que "vayan con la cabeza en alto" por la labor que han hecho "a favor de la paz", al tiempo que expresó, irónico: "¿Quién nos iba a decir que a nosotros, ¡a nosotros!, nos iban a llamar terroristas y asesinos?"

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