Señora directora: No puedo menos que suscribir en su totalidad el editorial "Así no" del día de ayer.

Los sentimientos encontrados que se manifiestan en el mismo, no son sino reflejo de una consecuente visión de la vida. Por un lado la solidaridad con el pueblo y aun con el gobierno cubano en la defensa de su soberanía, y por otro el total rechazo a la inhumana y desafortunada elección de ejecutar a tres criminales. Termino diciendo, que en su momento nada detendría al imperio, ni la legalidad a la que no piensa sujetarse, ni mucho menos consideraciones de tipo humanista, las que por lo visto le son ajenas.

No, no es la consideración de que estas ejecuciones provoquen al imperio lo que me lleva a condenarlas, sólo que no es esto lo que se espera del socialismo en tanto doctrina profundamente arraigada en el humanismo.

Héctor J. Sánchez C.

Señora directora: Por medio de la presente, la Asociación Nacional de Abogados Democráticos, miembros de la Asociación Latinoamericana de Abogados Laboralistas, le solicita atentamente publicar la declaración que adjuntamos a la presente:

La Asociación Latinoamericana de Abogados Laboralistas (ALAL), tiene entre sus propósitos estatutarios el "promover la constitución de un nuevo orden mundial basado en la autodeterminación de los pueblos, la solidaridad, la libertad, la paz y armonía entre los pueblos, y la justicia social".

Coherente con estos valores éticos esenciales a toda convivencia civilizada, considerando los principios y normas del Derecho Internacional Público vigente, a la luz de los propósitos y mecanismos de decisión adoptados por la Asamblea General de las Naciones Unidas desde 1945 en adelante, e interpretando fielmente las aspiraciones de la conciencia jurídica universal, el Comité Ejecutivo de la ALAL por consenso resuelve:

Condenar al gobierno de Estados Unidos en la persona de su presidente, George W. Bush por la invasión iniciada el 18 de marzo contra el gobierno y pueblo de la República de Irak.

Condenar a los gobiernos de Gran Bretaña, España, Japón, Turquía, Nueva Zelanda y de los demás países que están apoyando con sus fuerzas armadas la invasión de un Estado independiente como Irak.

Declarar que esta nueva guerra decidida y ejecutada unilateralmente por el grupo militarista y fundamentalista de George Bush, constituye otro atentado terrorista más contra la paz, la libertad, la seguridad y demás valores jurídicos que son patrimonio de la humanidad.

Denunciar que los gobiernos que impulsan, sostienen y justifican la invasión contra Irak se han burlado groseramente, humillado y despreciado a los restantes miembros del Consejo de Seguridad, que en absoluta mayoría se han opuesto a esta invasión inicua.

Repudiar a aquellos gobiernos títeres del imperialismo estadunidense que en América Latina son cómplices de ese genocidio con su silencio, su inacción o su manifiesto apoyo a Bush.

Denunciar que el verdadero y único propósito de esta invasión terrorista y genocida declarada contra el sentir de la Organización de las Naciones Unidas, es el dominio y control de las reservas energéticas del mundo por las empresas petroleras de Estados Unidos y Gran Bretaña.

Condenar la hipocresía y cinismo de aquellos políticos, diplomáticos, politólogos y comunicadores sociales que hablan ya de la reconstrucción de Irak después de la masacre de su población y la destrucción de su territorio, pues el costo de esa "reconstrucción" lo pagarán los países subdesarrollados con el aumento de los intereses de la deuda externa, más pobreza y más atraso económico y social.

Convocar a todas las instituciones y organizaciones de la sociedad civil de nuestros respectivos países a aunar esfuerzos para expresar por todos los medios lícitos a nuestro alcance que los pueblos de todas las Américas y del mundo entero están en favor de la paz y en contra de la invasión.

Luis Enrique Ramírez (Argentina), Jorge Darío Cristaldo (Paraguay) y las entidades miembros de la ALAL

Estimada directora: En los días recientes se han publicado en La Jornada, que usted dirige, notas relacionadas con la eventual creación de un "Centro de Arte Religioso", en el Antiguo Palacio del ex Arzobispado, ubicado en Moneda número 4, colonia Centro.

Al respecto, después de realizar las consultas necesarias a las dependencias directamente involucradas en este asunto, me permito precisar lo siguiente:

El proyecto se origina por una petición del Consejo Consultivo para el Rescate del Centro Histórico de la Ciudad de México, y actualmente se encuentra en fase de evaluación por las diversas instancias gubernamentales competentes.

En todo caso, la realización del proyecto tendría, como requisitos indispensables, su apego irrestricto a la ley y la no utilización de obras de arte exhibidas en otros museos en funcionamiento, salvo los préstamos propios de esta actividad.

Por la naturaleza jurídica de dicho inmueble, como usted sabe, no puede ser objeto de enajenación alguna, toda vez que es un monumento histórico que forma parte del patrimonio inmobiliario de la nación.

De proceder el proyecto, éste se financiaría con recursos provenientes de una asociación civil que lo administraría, derivado de un permiso o concesión, siempre y cuando se cumpla con todos los requisitos legales y museográficos debidos; en el entendido de que el inmueble del ex Arzobispado permanecería abierto al público, no tendría finalidad lucrativa y continuaría siendo para beneficio general de la sociedad.

Espero que las anteriores consideraciones contribuyan a clarificar los pronunciamientos y comentarios recientes sobre este asunto.

Javier Moctezuma Barragán, subsecretario de la Secretaría de Gobernación

Señora directora: Antes que nada quiero expresar mi reconocimiento por el espacio que regularmente se da al acontecer teatral en México en La Jornada. Leí con mucho interés la nota de Carlos Paul, incansable y oportuno testigo, sobre el Segundo Foro de Reflexión, el Papel del Director, organizado por la Academia Mexicana de Arte Teatral AC.

Por la importancia del tema y para evitar posibles malentendidos, me permito ampliar el contexto de las conclusiones a las que llegué y de las que se cita un extracto. Si bien se coincidió en que había un agotamiento en el modelo de fomento y producción del teatro que tenemos hoy, no se habló de la necesidad de un cambio radical, de una descalificación total del sistema de becas, tanto como de una búsqueda de mejores condiciones para su funcionamiento. Resultaría terrible, como lo dijo Luis Mario Moncada en el propio foro, echar carpetazo a lo que tenemos y que ha dado sus beneficios, descalificarlo de golpe. De lo que se trata es de ir a fondo en el análisis y ver qué conviene modificar y qué fortalecer. Ese es el reto en el que se pareció estar de acuerdo. Reciba usted de antemano mi agradecimiento por su amable atención.

Luz Emilia Aguilar Zinser

Sumarse al manifiesto por la paz y la justicia

Las firmas para la declaración "Trabajamos por la paz y la justicia", publicada en La Jornada el domingo 30 de marzo, pueden enviarse a la dirección: http://www.zmag.org/wspj/index.cfm. También se puede obtener la lista y el número de firmas, que ya superan 70 mil de 219 países.