Tres años de cárcel a ex agente de la Patrulla Fronteriza

Fallecen ahogadas seis personas en el Bravo

Centroamericanos acusan a soldados mexicanos de agredirlos

MARTIN SANCHEZ, JORGE A. CORNEJO Y RODOLFO VILLALBA CORRESPONSALES

Seis migrantes murieron ahogados en el río Bravo, a la altura del municipio de Reynosa, Tamaulipas, cuando intentaban cruzar la frontera, informó la Policía Ministerial de dicha entidad. Elementos de la corporación rescataron los cadáveres en los municipios de Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros.

La Policía Ministerial tamaulipeca señaló que al momento se había identificado a tres de las víctimas: los hermanos Enrique y Gustavo Salazar Romero, así como Aarón Ortiz Mireles.

Pollero con uniforme

Por otra parte, la fiscalía federal estadunidense, con sede en San Diego, California, informó que el ex egante de la Patrulla Fronteriza Steven Joseph Flores fue condenado a tres años de prisión acusado de tráfico de indocumentados.

El organismo judicial indicó que Flores, a quien además se impuso una multa de 300 mil dólares, fue arrestado a partir de una investigación realizada por agentes encubiertos de la Oficina de Aduanas y Seguridad Fronteriza, la cual descubrió que el ex policía usó su identificación oficial para facilitar el acceso de indocumentados a territorio estadunidense.

En otro orden, migrantes centroamericanos sostuvieron ante la Procuraduría de Derechos Humanos en El Carmen, Guatemala, que efectivos del Ejército Mexicano los atacaron a balazos cuando pretendieron introducirse sin documentos en territorio mexicano.

Según José López, encargado de Atención a Migrantes, la procuraduría inició una pesquisa por la presunta agresión. Añadió que los indocumentados -cuyas nacionalidades no fueron dadas a conocer- aseguraron que al intentar ingresar a México por una brecha fueron interceptados por una patrulla militar cuyos elementos dispararon en su contra las armas que llevaban, ''para intimidarnos''.

López indicó que posteriormente los militares mexicanos capturaron a los centroamericanos y los pusieron a disposición del Instituto Nacional de Migración (INM), que finalmente los deportó a sus países de origen.